Portada » Psicología y Sociología » Vulnerabilidad Escolar y Perfiles de Homicidas en Serie: Análisis Psicológico y Social
Podemos apreciar tres clases de vulnerabilidad:
a) Vulnerabilidad a la desviación: basada en características personales y socioculturales que afectan al acosador.
b) Vulnerabilidad a la victimización: que descansa en rasgos individuales del escolar en cuanto víctima potencial (pertenencia al sexo femenino o a etnia minoritaria; homosexualidad o la temprana pubertad; sobreprotección parental; baja competencia social).
Se intensifica la aguda situación de asimetría de fuerza o poder en la interacción víctima y ofensor. Así pues, el acoso escolar consistirá en un comportamiento negativo, dañino, intencional y repetido, a manos de una o más personas, dirigido contra otra que tiene dificultad para defenderse.
Destacaremos:
a) Factores de carácter socio-biológico: La competitividad escolar se entiende dirigida al objetivo evolucionista de obtención de status social. Ante la viabilidad de dos estrategias distintas a ese efecto, la de eminencia o la de dominación, se dice que el acoso escolar es una estrategia de dominación dirigida a la obtención de status.
b) En cuanto al estilo de vida: podría destacarse el contexto escolar como generador de un estilo de vida eventualmente arriesgado, por su carácter externo y por una multiplicidad de contactos que el menor no puede esquivar.
c) Desde la teoría de las actividades rutinarias: la Escuela será criminógena en tanto no se controle la eventual convergencia entre:
– Víctimas propicias: en alusión a los individuos que portan los caracteres de riesgo, antes aludidos.
– Agresores motivados:
– Ausencia de vigilante: por vigilancia se entiende no solo la supervisión formal (profesores supervisores de patio) sino también una custodia informal (custodia brindada a la víctima por los compañeros).
A finales del siglo XIX se calificaba a los criminales reincidentes de monstruos psicosexuales debido a anomalías cerebrales que presentaban. La definición de asesino en serie procede del FBI, concretamente del detective R.K. Ressler (1988), que dice: “el asesino en serie corresponde a 3 homicidios o más, cada acto homicida está separado por un periodo de calma emocional que puede ser de varios días, semanas o meses”.
Según Egger (1984), se denomina asesinato en serie cuando una persona mata reiteradamente y logra cometer más de tres asesinatos, generalmente opera individualmente, cada vez que lo hace mata a una sola persona, que no suele tener vínculo ninguno con la víctima, lo hace en diversos momentos, pasando por “pausas” o intervalos de “enfriamiento”.
Según Holmes y Holmes hay que distinguir entre homicida en serie y en masa; los asesinos en masa son aniquiladores de familias o de sus compañeros o discípulos, normalmente no hay componente sexual involucrado, suele darse suicidio posterior.
El FBI distingue entre clásico y relámpago:
Según el manual para policías de Goberth, se distingue en:
Otra tipología es la de Holmes y DeBurger:
En el modelo motivacional (Burguess et al. 1986) se comprende un esquema explicativo válido para el homicida en serie de significación sexual.
El modelo observa una combinación:
– Rasgos de personalidad:
– Procesos de cognición anómalos:
Otro enfoque psicológico (Hickey 1997), es el modelo de “control del trauma” que explica el homicida en serie no necesariamente de sentido sexual. Esta teoría se crea sobre la base de la apreciación del trauma infantil.