Portada » Medicina y Salud » Vitaminas y Deficiencias: Síntomas, Causas y Tratamiento
En los adultos, la dosis más pequeña que produce síntomas es de 50.000 U/día durante 18 meses. Los síntomas más frecuentes son una importante sensación de fatiga con falta de interés por el medio ambiente, acortamiento o supresión de la menstruación, o ambos; dolor osteoarticular leve o severo, sobre todo en la región lumbosacra, y con remisiones; en el sistema epitelial, pérdida del cabello y vello corporal, incluso de las cejas y pestañas, sequedad de labios, ulceración de la mucosa bucal, vesículas en la lengua, descamación generalizada con pigmentación y prurito; en el aparato gastrointestinal, anorexia, pérdida de peso, dolor en el hemiabdomen derecho, hepatomegalia y esplenomegalia.
Entre otros síntomas, figuran la polaquiuria y, de los neurológicos, cefalea. En la sangre, destacan una anemia leve, leucocitosis y neutropenia. La prominencia de los ojos es el único síntoma que no remite al suprimir la vitamina A. Los datos de laboratorio son todos normales, con excepción de niveles elevados de vitamina A en sangre. Las pruebas funcionales hepáticas dan también resultado normal.
La hepatomegalia se debe, probablemente, a la acumulación de grandes depósitos de vitamina A en el hígado. Se ha observado que, bajo la influencia de grandes dosis de vitamina A, se reduce la retención de I131.
Las vitaminas del complejo B son hidrosolubles. Las principales vitaminas de este grupo son las B1, B2, ácido nicotínico, B6, B12, B5, biotina o vitamina H, ácido paraminobenzoico y ácido fólico o vitamina M.
Tiene en su estructura dos heterósidos, uno pirimidínico y otro tiarólico. Se encuentra ampliamente difundida en los reinos vegetal (semillas, levaduras, gérmenes de trigo, pan integral de trigo o centeno) y animal (hígado, huevos, jamón, tocino). La necesidad diaria de tiamina está en relación con la ingesta de glúcidos; se estima de 1-2 mg.
La tiamina se combina con el ácido pirofosfórico formando pirofosfato de tiamina (TPP), que actúa como coenzima de las carboxilasas. Actúan en la descarboxilación del ácido pirúvico y cetoglutárico.
Los grados menores de deficiencia provocan negligencia, aprensión, anorexia y fatiga; se pierde habilidad manual y el enfermo se vuelve irritable, confuso y poco atento en los detalles; un signo característico es la irritabilidad miotáctica.
La carencia acusada motiva una enfermedad grave llamada «beri-beri», caracterizada por alteraciones cardiovasculares y neurológicas. Los signos y síntomas varían según el individuo, la duración e intensidad de la carencia y la importancia del brote.
Las carencias vitamínicas graves y agudas originan síntomas cerebrales, a veces con profundos trastornos mentales. Existe también polineuritis (con paresias o parálisis, atrofia muscular y trastornos de la sensibilidad), y gran dilatación cardíaca (sobre todo del corazón derecho) con bradicardia y anomalías específicas del trazado electrocardiográfico (inversión de la onda T en I y II, y presentación de onda T coronaria y alargamiento de QT en otras derivaciones). Asimismo, está aumentada la lipemia.
Hay un núcleo de dimetilsoaloaxacina y de ribitol. Las necesidades diarias de riboflavina en el hombre varían entre 1,8-2,5 mg/24 h.
Los primeros signos de carencia son lesiones orales y oculares. Sensibilidad y ardor en los labios, boca y lengua con incomodidad al comer y tragar. Entre los síntomas oculares, se incluyen la fotofobia, lagrimeo (epifora), ardor y picores de los ojos, fatiga visual, blefarospasmo. La sensación de «arenilla o cuerpo extraño» bajo los párpados, es casi constante.
Las lesiones de los labios consisten en fisuras (queilosis) y «estomatitis angular». La lengua aparece engrosada, edematosa y con la superficie lisa, depapilada y enrojecida. La llamada «lengua geográfica» puede ser signo de avitaminosis incipiente. La dermatitis provocada por la misma causa comienza, casi siempre, en el pliegue naso-labial y es de carácter escamoso y grasiento. También aparecen lesiones parecidas alrededor de los ojos, en las orejas, escroto y vulva. Se ha descrito una vascularización característica de la córnea, en que los capilares del plexo límbico proliferan y se extienden en las capas superficiales, anastomosándose para formar rectas o curvas. Esta hipervascularización se produce en casi toda la circunferencia de la córnea y es bilateral; no raras veces se desarrolla opacidad corneana. La médula ósea muestra una hipoplasia eritroide y, como consecuencia de ello, un estado de anemia aplásica.
La denominación piridoxina abarca el grupo «B6» con el piridoxol (el alcohol), el aldehído (piridoxal) y la amina (piridoxamina). Todos son derivados de la piridoxina, y ampliamente distribuidos en pequeñas concentraciones en todos los tejidos animales o vegetales. Esta vitamina se combina con el ácido fosfórico, convirtiéndose en fosfato de piridoxal, que actúa como coenzima de algunos sistemas enzimáticos que catalizan reacciones importantes en el metabolismo de aminoácidos, como transaminación, descarboxilación, así como otras reacciones.
Es difícil provocar signos carenciales restringiendo la dieta. Aparecen lesiones del tipo de la seborrea periocular, boca y nariz y en algunos casos queilosis y glositis. La neuritis periférica, frecuente en enfermos tratados con grandes dosis de isoniacida, se debe, con gran probabilidad, a una disminución de la eficacia de las enzimas de la vitamina B6. Es constante la disminución del número de linfocitos. Se dan casos de anemia hipocroma y pérdida de la capacidad para transformar el triptófano en ácido nicotínico.
En los niños, se observan convulsiones causadas, sugestivamente, por el agotamiento del ácido γ-aminobutírico del cerebro.
Con un sistema cíclico parecido al de las porfirinas, con un grupo cianuro y un átomo de cobalto.
Se encuentra especialmente en el hígado, huevos, leche, carne y pescados.