Portada » Biología » Virus Chikungunya: Comprensión, Transmisión y Prevención
El virus chikungunya (CHIKV), perteneciente a la familia de los arbovirus, es una enfermedad emergente que ha presentado periodos interepidémicos de 4 a 30 años en Asia y África. Su aparición en América y el Caribe se registró entre 2006 y 2010 en el territorio francés. En 2013, casos reportados en Martinica y otras islas del Caribe la convirtieron en una enfermedad emergente en la región, representando un riesgo para América del Sur. La transmisión se vincula a la presencia de vectores como el Aedes aegypti y el Ae. albopictus, especies también relacionadas con la transmisión del dengue. Conocida como fiebre del chikungunya o artritis epidémica, esta enfermedad representa una emergencia para el continente, especialmente en zonas tropicales y subtropicales donde habitan estos mosquitos.
La fiebre de chikungunya, causada por el virus del mismo nombre (género alphavirus), se transmite por la picadura de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus. Esta enfermedad, considerada «olvidada» o «desatendida», ha afectado a millones de personas a nivel mundial y continúa causando epidemias. Su reemergencia se atribuye a factores como el cambio climático, la mutación viral, la diseminación de vectores, la prevención deficiente en países en desarrollo y el desplazamiento global, lo que ha conllevado a la transmisión de casos autóctonos en parte del continente americano. En Perú, 18 regiones presentan infestación de Aedes aegypti y condiciones que podrían facilitar la introducción y diseminación del virus, según la Dirección General de Epidemiología.
La fiebre de chikungunya o artritis epidémica chikungunya, causada por un Alphavirus de la familia Togaviridae, es originaria de África y Asia. La infección se transmite principalmente por la picadura del mosquito Aedes aegypti y A. albopictus (también transmisores del dengue). Otras vías de transmisión incluyen la transmisión materno-infantil, trasplantes de órganos y accidentes en laboratorios.
Durante los periodos epidémicos, los humanos son el principal reservorio del CHIKV. En periodos interepidémicos, se ha implicado a diversos vertebrados como reservorios potenciales, incluyendo primates no humanos, roedores, aves y algunos mamíferos pequeños.
Los mosquitos adquieren el virus al picar a un huésped virémico. Tras un periodo de incubación extrínseca de 10 días (promedio), el mosquito puede transmitir el virus a un huésped susceptible. En humanos, los síntomas aparecen generalmente después de un periodo de incubación intrínseca de 3 a 7 días (rango: 1-12 días). La transmisión materno-infantil es posible, especialmente al final del embarazo, y la infección en recién nacidos suele ser severa. Se estima que la enfermedad se extenderá en la región, principalmente a través de viajeros infectados. La tasa de ataque del chikungunya puede alcanzar un 50% o más en poblaciones vírgenes.
Los arbovirus, transmitidos por artrópodos hematófagos, se replican en el huésped vertebrado, generando suficiente viremia para infectar a otros artrópodos. El vector adquiere una infección de por vida al ingerir sangre de un vertebrado virémico. Los virus se multiplican en los tejidos del artrópodo sin causar enfermedad o daño aparente. Algunos arbovirus persisten mediante transmisión transovárica en los artrópodos. Entre las principales enfermedades causadas por arbovirus a nivel mundial se encuentran la fiebre amarilla, el dengue y la encefalitis japonesa B.
Esta familia comprende cerca de 70 virus de 37-50 nm de diámetro con RNA de cadena sencilla y sentido positivo. Su cubierta consta de dos glucoproteínas y un lípido. Los flavivirus se replican en el citoplasma y maduran a través de las membranas intracitoplasmáticas (especialmente en el retículo endoplasmático). Su replicación provoca una proliferación característica de las membranas intracelulares. Los mosquitos y las garrapatas transmiten los flavivirus entre vertebrados. Algunos agentes se transmiten a roedores o murciélagos sin un vector insecto conocido. Los flavivirus se inactivan de forma similar a los alfavirus y algunos también presentan capacidad hemaglutinante.