Vida y obra de Miguel Hernández: Poesía, amor y compromiso social

Miguel Hernández, figura destacada de la literatura española del siglo XX, entrelazó íntimamente su vida y su obra. Su poesía es un reflejo de sus vivencias y preocupaciones más profundas.

Etapas poéticas de Miguel Hernández

La trayectoria poética de Miguel Hernández se puede dividir en cuatro etapas principales, cada una marcada por distintas influencias y temáticas:

1. Naturaleza, hermetismo y plegaria

• Influencia de la tradición literaria: Imitaciones de poetas costumbristas y modernistas. Ejemplo: Poemas como «Lagarto», «Mosca» y «Grillo».
• Perito en lunas (influencia gongorina): Poesía pura y reduccionista, con un enfoque lúdico en objetos cotidianos. Ejemplo: «Gallo».
• Teatro: Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras.

2. Amor, amistad y poesía impura

• El rayo que no cesa: El amor se presenta como una fuerza vital amenazada y torturada. La moral provinciana choca con el deseo erótico, dando origen a la «pena hernandiana». Ejemplo: «Te me mueres de casta y de sencilla».
• Poesía impura (ciclo de Sino sangriento y Odas): Un giro hacia la solidaridad, la libertad y la defensa de los valores humanos. Ejemplo: «Sonreírme».
• Teatro: Inicio del teatro social, con base en el drama rural. Ejemplo: «Aceituneros».

3. Poesía de propaganda y combate: El choque con la historia

• Viento del pueblo: Poesía de urgencia, donde lo personal se entrelaza con lo colectivo. Exaltación de la virilidad como fuente de libertad y heroísmo.
• El hombre acecha: Visión pesimista de la guerra.
• Teatro de urgencia y compromiso: Obras al servicio de la causa republicana. Ejemplo: El pastor de la muerte.

4. Poesía íntima y carcelaria

• Cancionero y romancero de ausencias: Un diario emocional que refleja la inminente extinción del poeta.

Motivos poéticos recurrentes en la obra de Miguel Hernández

Diversos temas y símbolos se repiten a lo largo de la obra de Hernández, configurando su universo poético:

• Naturaleza: Presencia de paisajes bucólicos, arcádicos e idílicos, que evocan armonía, belleza, sensualismo y erotismo.
• Devoción religiosa: Marcada por un dualismo entre espiritualidad y sexualidad, con una notable obsesión por lo sensual.
• Amor-odio: Dirigido a la mujer amada (María Cegarra, Josefina Manresa, Maruja Mallo), influenciado por la tradición petrarquista y el amor cortés.
• Amor-esperanza: Hacia su esposa, tanto en su rol de compañera como de madre. En Cancionero, la omnipresente sensación de muerte impulsa la búsqueda de esperanza.
• Elegía: Lamento por la pérdida de un ser querido, especialmente notable en la elegía dedicada a Ramón Sijé.
• Amistad: Poemas panegíricos y odas dedicados a sus amigos y admiradores.
• Exaltación social: Compromiso con la liberación de prejuicios religiosos y sociales.
• Guerra: Llamamiento a la lucha por la lealtad a ideales de solidaridad y compromiso político.

Metáforas y símbolos clave en la poesía hernandiana

El lenguaje poético de Miguel Hernández se caracteriza por el uso de metáforas y símbolos con significados profundos y recurrentes:

• Luna: Centro del universo hernandiano, representa la naturaleza en constante cambio y el proceso creativo del escritor.
• Toro: Símbolo de virilidad y masculinidad (toro bravo en libertad) o destino fatal y muerte (toro de lidia). En la poesía épica, se opone al buey (símbolo de la dominación social).
• Viento: Símbolo del compromiso social y político, la verdad, la voz del pueblo, y también del odio y la destrucción.
• Tierra: Representa la madre, la agricultura, la naturaleza, el amor, la vitalidad y, en el contexto de la guerra, la germinación y la desmesura del amor.
• Rayo: Referencia a lo punzante, al destino sangriento y a la pena amorosa. También simboliza el deseo insatisfecho, la amenaza y la fuerza.
• Huesos: Evocan tanto la vida como la muerte, el impulso erótico, el empuje de los combatientes y la ausencia erótica.
• Lluvia: Representa la naturaleza, el amor, la pena por la muerte, la exaltación del esfuerzo y los muertos en la guerra.