Portada » Filosofía » Utopías en la Historia del Pensamiento: De Platón a Kant
Utopía es el nombre de una obra del autor Tomás Moro que designa a la isla en la que viven los protagonistas de su obra y que representa un modelo de sociedad ideal.
Etimológicamente, «utopía» se refiere al u-thopos griego, lo que no tiene una localización en el espacio.
En general, lo utópico hace referencia a lo ideal, lo imaginario, lo irrealizable. Además, se asocia con lo perfecto y modélico.
Una utopía, en este sentido, se refiere a un estado imaginario que reúne todas las perfecciones y hace posible la existencia feliz de sus habitantes porque en él hay paz y justicia.
Para Platón, el Estado ideal es el Estado justo que llama «República». Está formado por tres clases sociales:
Los gobernantes dirigen el Estado; los guardias lo protegen; los productores lo abastecen. A estas clases se pertenece por las capacidades de cada uno: los gobernantes (sabiduría), los guardias (fortaleza), los productores (apetencia). Cada uno debe ser educado para cumplir su finalidad dentro del Estado.
La buena marcha del Estado depende de que cada uno cumpla con su función. Para evitar la corrupción, los gobernantes no deben tener posesiones y no pueden tener una familia, pues las causas de la corrupción son la ambición económica y favorecer a los más allegados.
Durante el Renacimiento se viven problemas de desigualdad social que fueron abordados por diferentes pensadores buscando soluciones desde la racionalización de la organización social y económica. De aquí surgen los proyectos utópicos de esta época.
En su obra Utopía, Tomás Moro hace una crítica a la sociedad de su tiempo y ofrece un modelo ideal basado en una organización política racional. Considera la propiedad privada la causa de todos los males, por tanto, debe abolirse.
Al no haber propiedad privada, debe promoverse el bien común antes que el de los individuos.
La sociedad se organiza de modo jerárquico. A los puestos de responsabilidad se accede por méritos y capacidad.
En La Ciudad del Sol, Campanella propone también un modelo de sociedad ideal basada en la propiedad colectiva. Todos trabajan por el bien común y la organización se realiza de manera racional.
En La Nueva Atlántida se presenta un nuevo punto de vista para la sociedad ideal aportado por las aportaciones de la Revolución Científica: las innovaciones tecnológicas y los descubrimientos de la ciencia moderna se aplican a las mejoras de las condiciones de vida de la humanidad.
Estrictamente, La Paz Perpetua no es una obra que plantea una sociedad utópica. Es una descripción de la Europa de su tiempo y las soluciones que, desde la razón, son las más adecuadas para instaurar la paz de modo definitivo. Esta aspiración es un ideal tan difícil de conseguir que puede, por este motivo, insertarse en los modelos utópicos de sociedad.
Kant propone una solución desde el Derecho. Basándose en él, establece el marco jurídico de referencia:
Para Kant, la propia naturaleza tiende a la paz, porque la naturaleza tiene un espíritu comercial. El comercio sólo puede desarrollarse desde relaciones de mutuo provecho, unas relaciones que sólo pueden darse en un estado de paz porque el comercio no puede mantenerse con la guerra.
Condiciones para alcanzar la paz son: