Portada » Geografía » Turismo en España: Evolución, Impacto y Tendencias Actuales
El turismo es el conjunto de actividades desarrolladas por las personas en los viajes y estancias realizados fuera de su entorno habitual entre 24 horas y 1 año por motivos de ocio, descanso o negocio. España es una gran potencia turística, siendo el segundo país más visitado del mundo tras Francia y el segundo por ingresos tras EE.UU. Su importancia económica queda reflejada en la ocupación, con más de un 12% de la población activa en el sector, y su aportación al PIB en más de un 12%.
Hasta la década de 1960, el turismo en España fue escaso, una actividad minoritaria propia de la aristocracia y la burguesía. Posteriormente, el turismo ha alcanzado un enorme desarrollo y se ha convertido en un fenómeno de masas. Se configuró un modelo tradicional entre 1960-75 con fuerte crecimiento debido a varios factores:
El resultado del modelo turístico implantado en la década de 1960 fue un turismo de “sol y playa”. Se caracteriza por una oferta turística abundante y barata, dirigida a una demanda masiva y homogénea, muy concentrada en verano y en zonas del Mediterráneo y Canarias, con importante impacto en las zonas litorales y dependencia de los turoperadores.
Entre 1975 y 1985, el turismo español atravesó una crisis. El ritmo fue menor debido a factores coyunturales como la crisis económica mundial. También problemas derivados de la oferta turística española. Por otra parte, crece la demanda de calidad medioambiental ante el deterioro de algunos destinos, variaciones en la demanda y la aparición de nuevos destinos turísticos.
A partir de 1985, se da una reconversión y se recuperó el ritmo ascendente de turistas e ingresos turísticos, excepto durante los periodos de crisis económicas. También el crecimiento del turismo interno nacional gracias a la mejora del nivel de vida y el inicio de la reconversión hacia un nuevo modelo turístico.
El nuevo modelo turístico se orienta a una oferta de calidad basada en la mejora de los servicios y de las infraestructuras, dirigida a una demanda menos numerosa y más diversa, y propone también conseguir la sostenibilidad medioambiental. La reconversión no ha terminado todavía, por lo que en la actualidad sigue predominando el modelo masivo de sol y playa.
La demanda extranjera responde sobre todo a motivos de ocio y vacaciones. Procede en su mayoría de Europa, países nórdicos, también Japón, EE.UU y Rusia. Se concentra en las zonas de sol y playa y predomina la estacionalidad. La demanda nacional añade las visitas a familiares y amigos. Procede en su mayoría de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Contratan de forma directa y prefieren el alojamiento extrahotelero.
El turismo de agua tiene como modalidad mayoritaria el turismo costero de sol y playa, aunque también existen otras ligadas a ríos y embalses; destaca en Andalucía y Canarias. El turismo de montaña es un turismo de nieve ligado al deporte del esquí y también al senderismo o alpinismo en verano; se practica en Pirineos y Sierra Nevada.
Consecuencias demográficas: En las áreas litorales, el turismo incrementa los efectivos demográficos. En zonas de interior influye positivamente ya que se frena el desploblamiento.
Consecuencias económicas: El turismo crea empleo. En España genera en torno al 12% de la ocupación. Proporciona riqueza, aportando más del 12% del PIB. Además, mejora la dotación de servicios, equipamientos e infraestructuras como los transportes.
Consecuencias medioambientales: En las áreas litorales, el fuerte desarrollo en poco tiempo originó el levantamiento de grandes bloques de hoteles y apartamentos junto a las playas, lo que modificó las costas creando un gran impacto en el medio marino. En las áreas rurales y de montaña las consecuencias han sido menores.