Portada » Psicología y Sociología » Trastorno maniforme
El trastorno bipolar, o depresión maníaca, se caracteriza por estados de ánimo cambiantes entre dos polos opuestos, alternándose períodos maníacos (excesiva euforia) y depresivos. Según los síntomas, la enfermedad se clasifica como bipolar I, bipolar II y trastorno ciclotímico. El otro principal trastorno del ánimo, el trastorno unipolar, incluye la depresión mayor y la distimia (depresión crónica). Las personas con estas enfermedades pueden experimentar una serie de estados de ánimo, pero no experimentan una elevación patológica del mismo. De hecho, la enfermedad se define como bipolar sólo con un episodio de elevación del estado de ánimo .
Las personas con trastorno bipolar I experimentan episodios depresivos y maníacos o tan sólo maníacos (aunque no es muy común). En general, los episodios de depresión tienden a durar más tiempo (de seis a 12 meses si no se tratan) que los de manía (entre tres y seis si no se tratan). Los pacientes con trastorno bipolar II sufren principalmente episodios de depresión con brotes ocasionales de hipomanía (síntomas maníacos leves), pero no llegan a sufrir episodios maníacos marcados. En el trastorno ciclotímico se alternan períodos hipomaníacos y depresivos.
El trastorno ciclotímico no es tan severo como los anteriores, pero la patología es más persistente. Dura como mínimo dos años y los períodos asintomáticos no duran más de dos meses. El trastorno ciclotímico puede ser precursor de trastornos bipolares en algunos pacientes, o mantenerse como una patología crónica leve. En la mayoría de los casos de trastorno bipolar, las fases depresivas prevalecen ante las maníacas, y los episodios no son regulares o predecibles.
Muchos pacientes, de hecho, experimentan estados de manía y depresión a la vez, lo que se conoce como manía mixta o estado mixto.
El trastorno bipolar tipo I se define por la existencia de episodios de manía o mixtos. No es imprescindible que curse con episodios depresivos, aunque es la norma general: aproximadamente el 90 % de los pacientes con trastorno bipolar tipo I sufren episodios depresivos. El trastorno bipolar tipo II se define por la existencia de episodios tanto hipomaníacos como depresivos. Por decirlo de una manera sencilla, las euforias son más leves en el tipo II. Si un paciente ha sufrido un episodio de manía automáticamente ya se considera que padece un tipo I, aunque haya sufrido muchos episodios más de hipomanía.
En general, se tiende a pensar que el tipo I es algo más grave porque los episodios de manía son más graves que los de hipomanía. Y es cierto que los pacientes tipo I padecen más psicosis y requieren más hospitalizaciones. Sin embargo, el tipo II es más grave en el sentido de la recurrencia: tienen más episodios y más largos y pasan menos tiempo en remisión o eutimia. Por tanto, no se debe simplificar. Cada subtipo tiene un tipo de gravedad diferente y en todo caso hay que evaluarla en función de cada persona.
La ciclotimia es la forma más leve porque los episodios que se padecen son de intensidad leve, aunque son muy frecuentes. Consiste en la presencia durante al menos dos años de numerosos episodios hipomaníacos y episodios con síntomas depresivos pero que no son suficientes en intensidad y número para alcanzar la consideración mayor.
Aunque es un trastorno leve, no se debe olvidar que provoca dificultades considerables en el día a día. En el siglo pasado, algunos psiquiatras alemanes utilizaron el término de ciclotimia como sinónimo de trastorno bipolar. Aunque todavía quedan algunos profesionales que lo utilizan en este sentido, es cada vez más raro y no está reconocido por las clasificaciones vigentes.
Como introducción actualmente en nuestro país, existen alrededor de 200 mil personas con este trastorno afecta tanto a hombres como a mujeres, desde el 1 de julio del año 2013 es una patología que se encuentra en el auge, esto garantizará su tratamiento de por vida.
Un paciente bipolar tiene 25 veces más riesgo de suicidio que el resto de la población es por esto que es de vital importancia su diagnostico precoz, el cual se dificulta y muchas veces lleva años en dar con el diagnostico certero, es por esto que muchos de los pacientes al recibir el diagnostico de bipolaridad manifiestan alivio ya que por fin saben «contra a quien dan su lucha» . Y esto sería un primer paso para la intervención.
Mi accionar como psicólogo seria en un contexto multidisciplinario con el equipo de salud mental, constituido por psiquiatra, psicólogo, trabajador social, educador social, nutricionista.
Realizaría la intervención tanto a nivel individual como familiar y con las redes de apoyo que estén disponibles. Formales (como red de salud, municipios, etc), también redes informales (amigos(as), colegas de trabajo)
Sería una atención de tipo ambulatoria, con sesiones por lo menos dos veces a la semana en episodio depresivo a nivel individual y familiar. Con seguimiento en terreno (en colaboración con educador social), en especial en los episodios maníacos.
Mejorar la adaptación general del sujeto en los distintos ámbitos donde se desenvuelve, mejorando su nivel de satisfacción personal y calidad de vida.
3. Identificar y promover habilidades sociales para adaptarse a los distintos contextos donde se desenvuelva (laboral, familiar, social y pareja) .
4. Promover y desarrollar habilidades de afrontamiento a los factores de riesgos, tanto para episodios maníacos como depresivos (abuso de alcohol y drogas, relaciones riesgosas, manejo del dinero, ideación suicida).
Desarrollo de habilidades relacionales, comunicación y modulación de emociones.
Dominio de ansiedad y stress. Relajación progresiva. Inoculación de stress
Técnicas de autocontrol de impulsos
Control del pensamiento y creencias irracionales, técnica de detención del pensamiento.
Técnicas de resolución de problemas y afrontamiento a factores de riesgo.
Trabajo en redes junto a equipo multi disciplinario y paciente.
Realizar unaevaluación periódica semanal y una vez el tratamiento cada seis meses .
Evaluar su nivel de adopción con su jefatura en el ámbito laboral y con su familia en el ámbito socio afectivo .
Individualmente en las sesiones semanales
Posteriormente cada seis meses y una vez terminado el tratamiento
Se realizara una evaluación con la paciente con la familia y con el equipo multidisciplinario , sobre el logro de los objetivos propuestos .