Portada » Historia » Transición Española: De la Dictadura a la Democracia
Juan Carlos I de Borbón, según la Ley Orgánica del Estado, juró las leyes franquistas. Los republicanos recelaban de él, mientras que él pretendía llegar a la democracia por los cauces legales de la dictadura. Juan Carlos mantuvo a Arias Navarro como presidente del gobierno, pero este solo era partidario de reformas limitadas. Aumentó la agitación social con huelgas y manifestaciones. Los hechos de Vitoria y Montejurra desacreditaron el reformismo del gobierno, por lo que el rey se distanció de Arias Navarro, quien dimitió el 1 de julio de 1976. El rey nombró a Torcuato Fernández Miranda presidente de las Cortes franquistas y del Consejo del Reino, por lo que controlaba las reformas legales. Entre los candidatos a Presidente del Gobierno, presentados por Torcuato al rey, se encontraba Adolfo Suárez, Secretario General del Movimiento.
Adolfo Suárez fue nombrado presidente el 3 de julio de 1976. Entre julio de 1976 y junio de 1977 se desmantelaron las instituciones franquistas y se celebraron elecciones a Cortes democráticas. El gabinete de gobierno Suárez buscaba crear un nuevo régimen, pero debía vencer a la oposición de los franquistas, por lo que fue obteniendo leyes democráticas a partir de leyes franquistas. Para reformar estas leyes necesitaba la Ley para la Reforma Política. El texto de esta ley se debió a Torcuato y establecía unas Cortes bicamerales (Congreso y Senado) elegidas por sufragio universal. La ley fue aprobada por el Consejo Nacional de Movimiento y las Cortes franquistas. La ley se sometió a referéndum (1976), siendo aprobada por mayoría. Con la aprobación de la ley, se legalizaban los partidos políticos y se convocaba a elecciones generales (1977). Suárez obtuvo el apoyo de los dirigentes del PSOE (Felipe González), legalizando en diciembre de 1976, y del PCE (Santiago Carrillo), legalizado en abril de 1977, que aceptó también la monarquía. Mientras tanto, el terrorismo buscaba desestabilizar el país e impedir el avance democrático (ETA, GRAPO y la extrema derecha). A la vez, Juan Carlos obtuvo la plena legitimidad dinástica de manos de su padre Don Juan de Borbón (1977). En junio de 1977 se celebraron elecciones democráticas. Venció Unión de Centro Democrático (UCD), de Suárez, una coalición de centro-derecha, seguida del PSOE de Felipe González, el PCE de Carrillo, el AP de Fraga y los nacionalistas.
La UCD intentó gobernar haciendo pactos con otras fuerzas políticas para solucionar los problemas del país.
Se firmaron los Pactos de la Moncloa (1977) por el Gobierno y la oposición. Se pactaron acuerdos económicos básicos y de carácter sociopolítico.
El gobierno configuró 13 preautonomías. En Cataluña se restableció el Gobierno autonómico (Joseph Tarradellas), en el País Vasco, y en Galicia, una Xunta de Galicia provisional.
Para ello, se creó una Comisión compuesta por 7 diputados: José Pedro Pérez Llorca, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (UCD), Gregorio Peces-Barba (PSOE), Manuel Fraga (AP), Jordi Solé Tura (PCE-PSUC) y Miguel Roca (minoría catalana). La Constitución fue aprobada por las Cortes el 31 de octubre de 1978, y por el pueblo (excepto en el País Vasco) en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Entró en vigor el 29 de diciembre, tras ser sancionada por el rey.
Consta de un preámbulo, 169 artículos divididos en 11 títulos y unas disposiciones finales, y se divide en:
Compuesta por: el Título preliminar, que define a España como un Estado social, monárquico y democrático y se establece la soberanía nacional, la capital de España, etc.; y el Título I, que recoge una amplia declaración de derechos y garantías individuales.
Compuesta por:
En este periodo: UCD volvió a ganar las elecciones (1979), se desarrolló el Estado de las Autonomías con el Título VIII (se aprobaron los Estatutos de Autonomía de hasta 17 comunidades autónomas), la izquierda ganó las primeras elecciones municipales (PSOE o PSOE-PCE), se aprobó El Estatuto de los Trabajadores (1980) y la Ley del Divorcio (1981) y España entró en la OTAN. La UCD entró en crisis. El PSOE presentó una moción de censura contra el gobierno (1980) y Suárez comenzó a ser criticado. Ante esto, Abril Martorell, vicepresidente, dimitió (1980), seguido de Suárez (1981). La UCD eligió como sucesor a Leopoldo Calvo Sotelo. Durante su investidura (23 febrero 1981), se produjo el golpe de estado de Tejero. En la III Región Militar (Valencia), el general Jaime Miláns del Bosch declaró el estado de guerra. El golpe de Estado fracasó por la falta de apoyo y la postura del Rey en contra. El gobierno de Calvo Sotelo no detuvo la descomposición de la UCD, y muchos se pasaron a la derecha (AP) o izquierda (PSOE). Suárez abandonó la UCD y creó el Centro Democrático y Social. La crisis económica empeoró al gobierno y Calvo Sotelo convocó elecciones para el 28 de octubre de 1982, que dieron la victoria al PSOE.