Portada » Historia » Transición de la Monarquía a la II República Española: Causas y Consecuencias
Alfonso XIII, intentando salvar su figura tras la dictadura, encargó formar gobierno al general Dámaso Berenguer. Sin embargo, la desconfianza de los políticos y la lentitud en restablecer las libertades constitucionales llevaron al gobierno de Berenguer, apodado la “Dictablanda”, a perder prestigio. El republicanismo creció, con la formación de grupos de izquierda y el abandono de la monarquía por figuras conservadoras como Alcalá Zamora y Miguel Maura. Nacionalistas catalanes y gallegos, el movimiento obrero y sectores del ejército se unieron a la causa republicana.
En agosto de 1930, se firmó el Pacto de San Sebastián, un programa de acción común entre republicanos y nacionalistas para derrocar la monarquía. La intentona golpista fracasó con la sublevación de Jaca, que terminó con las ejecuciones de los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández. En febrero de 1931, Berenguer dimitió y Alfonso XIII encargó la formación de gobierno al almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales para el 12 de abril.
Estas elecciones se plantearon como un plebiscito entre monarquía y república. Aunque la mayoría de los concejales elegidos fueron monárquicos, los republicanos ganaron en las principales ciudades. El 14 de abril de 1931, se proclamó la II República, formándose un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora.
Las Cortes elaboraron la Constitución de 1931, de carácter democrático y progresista, cuyos principios fundamentales fueron:
El primer bienio republicano estuvo marcado por la conflictividad social y política:
Estos problemas llevaron a la organización de grupos sociales conservadores en fuerzas políticas como:
La división en los partidos republicanos y el auge de las derechas marcaron el fin del bienio reformista y la convocatoria de elecciones generales para noviembre de 1933, las primeras en las que votaron las mujeres en España.
La conflictividad social y las reformas del primer bienio republicano fueron vistas como amenazas por grupos conservadores. La crisis del gobierno de Azaña y la organización de las derechas llevaron a la convocatoria de elecciones generales en noviembre de 1933, donde las mujeres votaron por primera vez.