El periodo que abarca desde la década de los 60 hasta principios del nuevo milenio marca una notable transición en la poesía española. Tras la posguerra, surge un nuevo grupo de poetas que rompen con las tendencias anteriores, centrándose en lo onírico y lo fantasioso. Este grupo, conocido como la «Generación del 68», se caracteriza por una renovación del lenguaje y una ética lingüística marcada. Sin embargo, hacia mediados de los años 70, los poetas novísimos comienzan a buscar una senda más personal y una depuración estética, dando lugar a una diversidad de corrientes poéticas.

Los Novísimos y la Poesía Culturalista

Los Novísimos, un grupo de poetas que surge a principios de los años 70, se destacan por su ruptura con la poesía anterior y su deseo de innovación lingüística. Influenciados por el modernismo y el vanguardismo, introducen elementos exóticos y culturales en sus obras, además de experimentar con la forma y la estructura poética. Esta tendencia también se manifiesta en la poesía culturalista, que se centra en abundantes referencias culturales para enriquecer el significado de los poemas.

La Irrupción de la Experiencia y lo Cotidiano

Paralelamente, la poesía de la experiencia emerge como una tendencia caracterizada por su enfoque en lo personal y lo cotidiano. Los poetas que cultivan esta corriente utilizan un lenguaje elaborado pero coloquial, expresando estados de ánimo y narrando sus vidas desde un punto de vista subjetivo. Esta búsqueda de lo vital y lo emotivo se refleja en la recuperación del diario como medio de expresión poética.

Neovanguardismo y la Búsqueda de Nuevas Formas

En los años 80 y 90, surgen nuevas corrientes poéticas como el neovanguardismo, que retoma técnicas vanguardistas y experimenta con la forma y el lenguaje. Dentro de esta corriente se destacan el neosurrealismo y el neopurismo, que exploran la asociación insólita e irracional en la escritura poética, así como la concisión y la brevedad en la expresión.

Reacciones y Nuevas Voces a Finales del Siglo XX

A finales de los años 90, surge una reacción contra la predominancia de la poesía de la experiencia, dando lugar a la llamada poesía de la diferencia, que defiende la libertad creativa individual y critica lo que percibe como una relación «clientelista» entre los poetas de la experiencia y los poderes públicos. Otras alternativas incluyen el colectivo valenciano Alicia bajo cero y las Voces del Extremo, que abogan por una poesía comprometida y crítica, pero con un lenguaje diferente al del realismo social.

La Poesía en la Era Digital

En este contexto, la popularización de Internet y el surgimiento de la micropoesía como un nuevo género poético reflejan los cambios en los canales de comunicación y consumo de la poesía en la sociedad contemporánea. En resumen, este periodo se caracteriza por una diversidad de corrientes y tendencias poéticas que reflejan los cambios sociales, políticos y tecnológicos de la época.

La Poesía Española en la Guerra Civil y la Posguerra

La poesía española durante la década de los años 30 se vio marcada por la situación política y social en España, especialmente debido a la Guerra Civil, que acabó con la llamada «edad de plata» de la poesía española. Autores como Antonio Machado, Rafael Alberti, Dionisio Ridruejo y Manuel Machado se involucraron en la elaboración de una poesía comprometida, utilizada como arma propagandística por ambos bandos. Destaca la figura de Miguel Hernández, cuya obra se divide en cuatro etapas:

1. Una inicial barroca,
2. seguida de una centrada en el amor y el estilo de Pablo Neruda,
3. luego una etapa de compromiso durante la guerra y
4. finalmente una poesía desnuda y profunda, escrita mayormente en la cárcel.

Corrientes Poéticas de la Posguerra

Tras la guerra, la poesía española se divide en dos tendencias principales: la poesía arraigada y la poesía desarraigada.

• La primera, representada por poetas como Luis Rosales y José García Nieto, se caracteriza por una lírica clásica centrada en temas religiosos y amorosos.
• La segunda, liderada por poetas como Leopoldo de Luis y Victoriano Crémer, presenta una visión del mundo como caos y angustia, alejada de la armonía.

También surge la poesía en el exilio, representada por autores como Juan Ramón Jiménez y Rafael Alberti, que abordan temas como la crisis de identidad y la nostalgia por España.

De la Poesía Testimonial a la Poesía del Conocimiento

• En los años 40, surge la poesía testimonial, donde los poetas reflejan las problemáticas colectivas de la sociedad española, especialmente la injusticia y la alienación. Destacan figuras como José Hierro, Gabriel Celaya y Blas de Otero, quienes abordan temas sociales y políticos de manera directa, rechazando el esteticismo en favor de una poesía clara y comprometida.
• En los años 50, surge la poesía social, centrada en temas colectivos como la idea de España y la lucha por un mundo mejor. Autores como José Hierro, Gabriel Celaya y Blas de Otero son representativos de esta corriente, que busca crear una poesía accesible para la mayoría, utilizando un lenguaje prosaico y preocupándose más por los contenidos que por la forma.
• Finalmente, en los años 60, surge la poesía del conocimiento, donde los poetas buscan una mayor elaboración del lenguaje poético y un desplazamiento de lo colectivo a lo personal. Destacan autores como Ángel González, Jaime Gil de Biedma y José Ángel Valente, quienes reflexionan sobre temas como el paso del tiempo, el amor y la creación poética, manteniendo un interés por la estética y la forma.