Portada » Historia » Transformaciones Políticas: Revoluciones y Evolución del Estado
La Revolución Inglesa marcó la transición de una monarquía absolutista a una donde el poder se compartía con el Parlamento. Los monarcas Estuardo, con su gobierno absolutista, provocaron el descontento popular, llevando a la búsqueda de una división de poderes.
Principales logros:
John Locke, en su Tratado sobre el Gobierno Civil (1689), propuso la limitación del poder real y la división de poderes, además de los derechos naturales: vida, libertad y propiedad.
Fue una revolución política que llevó a la independencia de las 13 colonias de Inglaterra en 1776. Las causas fueron principalmente económicas, debido a los impuestos ingleses sin representación colonial en el Parlamento. El Motín del Té en Boston fue el detonante.
La Declaración de Independencia, influenciada por Locke y redactada por Thomas Jefferson, estableció la soberanía de los estados. La Constitución de 1787 definió la organización política y territorial, destacando la soberanía popular y la supremacía constitucional.
Se estableció un sistema presidencialista con un gobierno y parlamento elegidos democráticamente, y un estado federal que reconocía la autonomía de los estados.
Transformó Francia de una monarquía absoluta a una constitucional, impulsada por ideas de racionalismo, separación Iglesia-Estado e individualismo.
Comenzó con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789). La burguesía lideró la revolución, con apoyo popular parcial, buscando libertad, igualdad y derechos. La crisis económica y la falta de representación política exacerbaron el descontento.
El Juramento del Juego de Pelota y la Toma de la Bastilla marcaron el inicio de la revolución. Se abolió el feudalismo y se proclamaron los derechos del hombre. La revolución culminó con el golpe de estado de Napoleón.
Desde la muerte de Franco hasta la Constitución de 1978. Carlos Arias Navarro intentó reformas limitadas, enfrentándose a la oposición de la Platajunta y el Búnker. Figuras como Felipe González (PSOE) y Santiago Carrillo (PCE) emergieron.
El Rey Juan Carlos I nombró a Adolfo Suárez como presidente, quien impulsó la Ley para la Reforma Política, aprobada en referéndum. Se inició una transición pacífica hacia la democracia.
Promueve la no intervención del Estado en la vida del ciudadano y la supremacía de la ley. Se basa en la libertad individual y la igualdad jurídica.
Incorpora derechos sociales y la intervención del Estado en la economía. Busca la igualdad y el bienestar social, manteniendo derechos económicos clásicos como la propiedad privada.
Sistema donde la nación elige a sus representantes. Se basa en la soberanía nacional y el sufragio, aunque inicialmente limitado a quienes tenían interés o capacidad en asuntos públicos. Se estructura en una cámara alta (nobleza) y una cámara baja (burguesía).