Portada » Historia » Transformaciones Industriales, Conflictos y el Amanecer de la Revolución Rusa
A partir de 1870, emergen nuevas potencias industriales que gradualmente desafían el dominio de Gran Bretaña. Estas potencias continúan desarrollando sus industrias textiles, siderúrgicas y mineras. Sin embargo, Alemania comienza a destacar en el sector eléctrico, la ingeniería y la industria química, mientras que Estados Unidos se enfoca en la construcción de su red ferroviaria y explota una nueva fuente de energía: el petróleo.
Estados Unidos y Alemania logran producir acero de mayor calidad y a menor costo. Además, se descubren el aluminio y el níquel. La expansión del ferrocarril continúa, y surgen el automóvil y el tranvía eléctrico. Las nuevas fuentes de energía son la electricidad y el petróleo. La demanda militar de piezas de acero para barcos y tanques marca una época de preparación para la Primera Guerra Mundial.
El progreso técnico y las innovaciones tecnológicas impulsan a Europa a buscar nuevos mercados para sus productos industriales. El sistema de trabajo en cadena o en serie aumenta la productividad, lo que lleva a las naciones a buscar colonias para expandir su poder y prestigio, creando imperios en todos los continentes.
En la Conferencia de Berlín, se establece que la ocupación de la costa otorga el derecho a ocupar el interior, los ríos Níger y Congo serían de libre navegación, y se respeta el Congo como posesión belga.
Alemania busca recuperar su prestigio en Europa y desea los territorios de Alsacia y Lorena, ricos en carbón y hierro. Otra causa de la guerra es el deseo de independencia de algunas naciones del Imperio Austrohúngaro, como Serbia. El asesinato de los herederos del imperio austrohúngaro por una organización terrorista serbia desencadena la guerra.
Austria declara la guerra a Serbia, y Alemania inicia su ofensiva en Europa con el Plan Schlieffen, que consistía en atacar Francia a través de Bélgica y Luxemburgo. Sin embargo, los franceses resisten con el apoyo británico, y los rusos atacan a los alemanes por el este, frustrando la rápida victoria alemana.
Durante 1915 y 1916, los frentes se estancan en trincheras, y entran en escena los gases asfixiantes, las ametralladoras y los tanques. A pesar de esto, el frente occidental resiste, y los alemanes intentan un ataque sorpresa en el frente oriental, sin éxito. Se inicia la batalla más sangrienta de la guerra, con medio millón de bajas en ambos bandos.
En 1917, los alemanes intentan atacar a la flota británica, pero son derrotados. Los soldados rusos comienzan a desertar debido a la presión de los bolcheviques de Lenin, quienes exigen la paz, y Rusia se retira de la guerra. En 1918, la participación de Estados Unidos refuerza a los franceses y británicos, lo que lleva a la retirada alemana y a la declaración de incapacidad del ejército para continuar la guerra.
En Alemania, se establece una república democrática y parlamentaria conocida como la República de Weimar.
La mayoría de las empresas industriales rusas están en manos de inversores extranjeros, y la aristocracia y la monarquía rusa viven de espaldas a la mayoría de los campesinos y obreros, quienes soportan condiciones de vida miserables. Aunque no hay muchos obreros al principio de la revolución, están concentrados en grandes fábricas y organizados con disciplina. Los bolcheviques, liderados por Lenin, representan a la izquierda marxista y se oponen a cualquier alianza con la burguesía, ya que desde el principio se opusieron a la entrada de Rusia en la guerra.
El prestigio del Zar disminuye, y el descontento del ejército y las ciudades aumenta, con huelgas y manifestaciones cada vez más numerosas. A pesar de estos problemas sociales y económicos, el Zar se niega a ceder.
Antes de octubre, los bolcheviques deciden dar un golpe de fuerza a los distintos gobiernos provisionales. Solo los bolcheviques incluyen en su programa la salida de la guerra, y así, con el apoyo de los Soviets, ganan cada vez más apoyo. En el gobierno provisional, Kerensky, líder del partido socialista revolucionario, ocupa el poder. Se intenta implantar un régimen democrático similar al europeo, pero fracasa. Ante el golpe de estado del general Kornilov, los bolcheviques apoyan a Kerensky para derrotarlo.