Portada » Historia » Transformación de la historiografía de la Guerra Civil Española
7.1 La historiografía en torno a la Guerra Civil española ha atravesado un proceso de transformación significativo, reflejando las cambiantes perspectivas políticas y sociales a lo largo del tiempo. Durante la contienda misma y el largo periodo del régimen franquista, la interpretación histórica estuvo fuertemente influenciada por la narrativa ideológica oficial, que glorificaba la rebelión militar como un acto de salvación frente a la amenaza del comunismo y la anarquía. Esta visión, promovida por el régimen de Franco, buscaba justificar su autoridad y reprimir cualquier interpretación alternativa del conflicto.
Sin embargo, con la llegada de la democracia en España, se inició un proceso de revisión y reevaluación de la historia de la Guerra Civil. Los historiadores comenzaron a cuestionar las interpretaciones simplistas y sesgadas del pasado, adoptando un enfoque más objetivo y crítico. Se exploraron temas antes tabú, como la represión política, la violencia indiscriminada y la intervención extranjera, con mayor profundidad y rigor académico.
La Guerra Civil Española se desarrolló a lo largo de tres etapas distintas, cada una con sus propias carácterísticas y consecuencias significativas: De los inicios a la primavera de 1937:El conflicto estalló con la sublevación militar en Julio de 1936. A pesar de las dificultades iniciales, la República logró resistir en ciudades clave como Madrid, aunque enfrentaba la oposición del Ejército de África, cuya entrada en la península marcó un punto de inflexión. La Batalla de Madrid fue emblemática de esta fase, ya que representó un revés para los sublevados, pero no logró poner fin al conflicto.
La etapa central y decisiva de la Guerra (Abril-Mayo de 1937 a Noviembre de 1938):Durante este período, la República sufríó importantes reveses, como la caída de la franja cantábrica y la Batalla de Teruel. Sin embargo, la resistencia republicana se mantuvo firme, y la Batalla del Ebro fue un intento desesperado de cambiar el rumbo del conflicto. A pesar de algunos éxitos tácticos, esta batalla marcó un punto crucial hacia la derrota final de la República.
La última etapa de la Guerra (15 de Noviembre de 1938-28 de Marzo de 1939):En esta fase, la República se encontraba debilitada por la descomposición política interna y los golpes de Estado. La ofensiva final de Franco en Cataluña, junto con la entrada de sus tropas en Madrid, consolidó la victoria franquista y puso fin al conflicto. El Golpe de Estado del coronel Casado en Marzo de 1939 contra el Gobierno Negrín marcó el colapso final de la resistencia republicana.
Las consecuencias de la guerra civil son : Demográficas: Miles de combatientes republicanos y familias abandonan España, miles de muertos y exiliados; Culturales: Destrucción de la regeneración cultural y educativa, con la pérdida de muchos intelectuales y artistas; Económicas: Pérdida de reservas, destrucción de infraestructuras y viviendas, disminución de la producción y del nivel de renta. ; Políticas: Fin de la experiencia modernizadora y democratizadora, represión, falta de libertad política y aislamiento internacional de España.
6.3 El final de Alejandro Lerroux como figura política relevante en España estuvo marcado por una serie de eventos tumultuosos y escándalos que minaron su credibilidad y liderazgo, dejando un legado oscuro en la historia política del país. Uno de los casos más destacados que aceleró su declive fue el conocido como el «caso del estraperlo», que involucraba corrupción y sobornos en torno al mercado negro durante los convulsos años 30.
El «caso del estraperlo» surgíó como un escándalo de corrupción de gran envergadura que implicaba a miembros prominentes del gobierno, incluyendo a Lerroux y algunos de sus ministros, en actividades ilegales relacionadas con el comercio clandestino y el contrabando. La revelación de estas prácticas corruptas socavó profundamente la reputación de Lerroux y debilitó su posición política, generando una fuerte desconfianza entre la población y afectando la estabilidad del gobierno.
En Noviembre de 1935, el desgaste provocado por el escándalo del estraperlo y otras controversias finalmente alcanzaron su punto crítico, obligando a Lerroux a presentar su dimisión como presidente del gobierno. Esta renuncia dejó un vacío de liderazgo en el Partido Radical y contribuyó al debilitamiento de la coalición de centro-derecha que había gobernado durante el Bienio Radical-Cedista, abriendo paso a una creciente inestabilidad política en un momento crucial para España.
Paralelamente, en el ámbito militar, Francisco Franco y Emilio Mola, dos destacados líderes militares españoles, comenzaron a conspirar contra la Segunda República debido a su descontento con las políticas de izquierda implementadas por el gobierno del Frente Popular. Ambos abogaban por una España más autoritaria y conservadora, y veían en la situación política de la República una oportunidad para tomar medidas más drásticas y restaurar el orden según sus ideales. La conspiración de Franco y Mola se gestó en las sombras durante meses, alimentada por el descontento de sectores conservadores y la creciente polarización ideológica en la sociedad española.
Finalmente, el 17 de Julio de 1936, el Golpe de Estado liderado por Franco y Mola estalló, dando inicio a la Guerra Civil Española. Este levantamiento militar, meticulosamente planificado y respaldado por sectores conservadores descontentos, marcó el punto de quiebre en la historia de España, sumíéndola en un conflicto sangriento que dejaría cicatrices profundas en la sociedad y definiría el destino del país durante décadas.
En resumen, el declive de Lerroux como líder político y la conspiración de Franco y Mola para derrocar la Segunda República están intrínsecamente relacionados con el clima político y social de la época, caracterizado por la corrupción, el descontento y la polarización ideológica, factores que finalmente desembocaron en una de las páginas más oscuras de la historia española: la Guerra Civil.