Portada » Diseño e Ingeniería » Todo sobre la Grava Emulsión: Composición, Ventajas y Aplicaciones en Construcción de Carreteras
Es un tipo de mezcla en frío destinada a emplearse en capas de base, subbase y arcenes. Está constituida por árido de granulometría continua de cierta calidad, con parte de árido de machaqueo, emulsión bituminosa y agua. La emulsión tiene por misión:
En la compactación se provoca, además, la entrada en contacto de los elementos del árido grueso, lo que asegura el rozamiento interno similar al de los áridos antes del tratamiento, es decir, entre 40 y 50 grados.
Deben utilizarse emulsiones de rotura lenta dependiendo del carácter aniónico o catiónico del árido a utilizar. Deben ser emulsiones de betún puro sin fluidificantes, por la imposibilidad de que, una vez compactada la mezcla, puedan evaporarse. Debe emplearse los tipos ECL-1, ECL-2, AEL-1, EAL-2. Suelen usarse dosificaciones con porcentaje de betún residual del 2% al 5% respecto al peso de los áridos. El pliego actual no exige niveles de penetración del residuo. Parece lógico especificarlo en los pliegos particulares exigiendo penetraciones más duras (60/70, 80/100) para capas de base de tráfico medio o pesado.
Comparación con grava-cemento como capa de base. No se utiliza la grava-cemento porque produce fisuras:
No específico de las emulsiones, pero la mayoría se hace con emulsiones. Se define como simple tratamiento superficial la aplicación de un ligante bituminoso sobre una superficie, seguido de la extensión y apisonado de una capa de árido. Si la operación se repite, tendremos un D.T.S. Como ligantes se utilizan todos los tipos de betunes, pero hoy día, sobre todo, las emulsiones. El objetivo del T.S. es proporcionar una superficie de rodadura impermeable, segura y adecuada al paso de los vehículos.
En negro: Se realizan sobre una superficie bituminosa antigua para mejorar la impermeabilidad cerrando fisuras. Si se añade arena, se denomina sellado. Se utilizarán emulsiones fluidas y con pocos disolventes como ECR-1, EAR-1, ECM, EAM.
Antipolvo: Aplicación de un ligante con o sin arena sobre una superficie de macadam, zahorra natural o artificial para evitar el polvo y aumentar su resistencia a la humedad. Emulsiones de rotura media y lenta diluidas en agua.
De adherencia: Sobre una bituminosa en la que vamos a aplicar otra capa bituminosa para favorecer la adherencia entre ellas. Aplicación de una pequeña cantidad de ligante bituminoso sobre una superficie ya tratada con una capa bituminosa para conseguir su unión con otra capa. Se usan emulsiones EAR-0, EAR-1.
De imprimación: Aplicación de un ligante bituminoso sobre una superficie no tratada, que en general es porosa y que va a recibir encima una capa bituminosa. EAI, ECI; FM-100.
De curado: Aplicación de un ligante sin árido de cubrición para favorecer el curado de capas de suelo-cemento, grava-cemento, grava-escoria. El objetivo es evitar la evaporación del agua, y no debe penetrar en la capa. Se usan emulsiones de rotura rápida.
Son los que realmente pueden llamarse riegos. Consisten en la aplicación de un ligante y una capa con una sola gravilla en su espesor, de árido con tamaño uniforme. Son buenas soluciones para tráficos inferiores a 1000 vehículos/día. El ligante se aplica por pulverización, lo cual marcará una viscosidad por encima de la cual no se puede pulverizar; además, deben tener fluidez para mojar y perderla rápidamente una vez puesta en obra, ya que su comportamiento será mejor cuanto más viscoso.
Antiguamente, se usaban betunes; hoy día, se utilizan los fluidificados y, sobre todo, emulsiones de rotura rápida ECR-2, ECR-3, EAR-2. En general, es preferible el empleo de la emulsión catiónica cuando las condiciones atmosféricas sean desfavorables, ya que rompe antes. En tiempo seco y cálido, con firme y gravilla relativamente secos y áridos básicos, pueden emplearse los dos tipos. Si se emplea emulsión catiónica (más segura), conviene a veces humedecer previamente el firme para evitar una rotura demasiado rápida.
A los áridos se les exige unas condiciones en cuanto a calidad y granulometría indicadas en el PG-3/75, entre las que destaca la limpieza y el desgaste L.A. áridos de machaqueo y duros. La aparición de las emulsiones de betún-polímero ha permitido emplear riegos en carreteras con elevada intensidad de tráfico, en las que se exige una textura macrorrugosa resistente al desgaste, para lo que es necesario emplear áridos duros y pocos pulimentables y un ligante que cumpla las características propias de estas emulsiones.
Son mezclas en frío de áridos de granulometría continua, fíller y emulsión con agua de preenvuelta. En sus inicios, se consideraban morteros asfálticos en frío, pues se usaban áridos finos (2-3 mm.) y EAL, y se usaban en carreteras de baja intensidad de tráfico.
El PG-3/75 define cinco granulometrías de áridos con los que se pueden fabricar cinco tipos de lechadas LB-5 a LB-1, exigiendo mucha calidad a los áridos. Se pueden usar hoy día emulsiones catiónicas de rotura rápida con contenido de betún del 60%; el betún no deberá contener fluidificantes y lo más normal hoy día es usar betún-polímero, usándose más las lentas.
Combinación de áridos y un ligante bituminoso para la realización de la cual no es preciso calentar los áridos y que puede extenderse y compactarse a temperatura ambiente. Es posible que haya que calentar el ligante.
Según la nueva propuesta de modificación de mezclas bituminosas elaborada por el MOPU, los ligantes que pueden utilizarse son:
En el caso de utilizar EAL-1 y ECL-1, no deberán contener fluidificantes.
Se observa una tendencia a mezclas abiertas con pocos finos. Es preciso observar que las mezclas abiertas deben ser selladas con lechadas una vez que hayan curado, excepto en los casos de mezclas drenantes. Hay otros tipos especiales propuestos por casas comerciales, por ejemplo, las “mezclas drenantes en frío” fabricadas con betún-polímero, siendo el betún base similar a un ECM y con granulometría de los áridos muy similares a las AF10 y AF12, en las que el betún modificado proporciona cohesión inicial y buena trabajabilidad inicial.
Los betunes modificados se deben emplear en la construcción de carreteras, en aquellos casos específicos en que las propiedades de los ligantes tradicionales son insuficientes para cumplir con éxito la función que tienen encomendada; es decir, en la fabricación de mezclas bituminosas especiales para pavimentos que están sometidos a solicitaciones excesivas, bien por efecto del tráfico o por otras causas, como temperaturas extremas, agentes atmosféricos, etc.
Los campos de aplicación más frecuentes de estos materiales son: