Portada » Diseño e Ingeniería » Tipos de Tabiques y Particiones en la Construcción
Los tabiques y particiones son elementos de división de espacios interiores sin misión portante, apoyándose en elementos adyacentes, sean o no estructurales. Tradicionalmente conocidos como tabiques, se subdividen en dos categorías principales según el Código Técnico de la Edificación (CTE):
TABIQUERÍA: Separa distintos locales dentro de una misma unidad, como las habitaciones de una vivienda.
PARTICIONES VERTICALES: Separan unidades de usos diferentes, como viviendas de zonas comunes, núcleos de ascensores y escaleras, etc. Estas deben cumplir criterios funcionales y estéticos establecidos por el CTE.
TABIQUES TRASDOSADOS: Placas delgadas fijadas a muros rígidos para mejorar prestaciones. Pueden ser directos, semidirectos o autoportantes, utilizando materiales como ladrillo hueco, placas de yeso o elementos de cartón yeso con entramado de montantes y canales.
DISTRIBUCIÓN: nos permite la subdivisión de un espacio general.
SEGURIDAD: Garantizan la formación de áreas estancas para proteger elementos y la privacidad de los usuarios.
CONFORT: Asegura determinados niveles de aislamiento térmico y acústico.
SERVICIO: se consideran como un servicio al usuario.
Deben cumplir otras funciones especiales como la protección contra el fuego, protección acústica, térmica, contra humedades…
Permanentes y prefabricadas, con un uso tradicional.
Muy similares a los de fábrica de ladrillo, pero de distinta técnica, ya que las piezas que se traban en las placas son de dimensiones mayores y su puesta en obra es casi en seco.
Consta de dos semitabiques independientes con canales en suelo y techo para instalaciones. Montantes verticales en filas paralelas alojan fontanería y soportes sanitarios. Ofrece alta eficiencia acústica y versatilidad para alojar instalaciones y accesorios.
Se componen de ladrillos de arcilla cocida, dispuestos en aparejo y unidos con mortero de cemento o pasta de yeso.
Son tabiques permanentes y prácticamente prefabricados, hechos de placas de yeso recubiertas con cartón para mayor resistencia. Su ligereza y dimensiones permiten que un solo operario las manipule fácilmente, siendo cada vez más utilizados por su eficiencia y rapidez de montaje. La estructura se compone de perfiles metálicos de acero galvanizado, a los cuales se atornillan las placas de yeso.
Son elementos de compartimentación interior, con entramado de madera o metal y paneles de madera o yeso, son ideales para espacios con disposiciones cambiantes, como oficinas, y pueden desplazarse sin afectar otros elementos.
MADERA: Estos tabiques prefabricados montados en seco, con tableros aglomerados sobre entramado de madera o metal, se anclan a la estructura horizontal y son comunes por su durabilidad y facilidad de limpieza, con acabados como melamina, formica, textil, madera y pintura.
PLACAS DE YESO: Tienen un buen comportamiento ante el fuego, facilidad de manipulación, corte y posterior acabado. Se suele fabricar para su colocación en mamparas ya recubiertas con vinilo o formica.
PANELES DE CHAPA PRELACADAS: Paneles constituidos por dos chapas que entre ambas se dispone de un trillaje de cartón, similar al utilizado en las placas de cartón yeso. Después a estos paneles se les puede dar un acabado plástico de PVC.
MAMPARAS: Son modulares y desmontables, sin función estructural, se usan para dividir espacios en locales, con paneles estándar ciegos, acristalados o mixtos, y piezas especiales para puertas y ventanas. Fabricados en materiales como aluminio, acero, PVC o madera, su montaje y desmontaje son rápidos y fáciles, fijándose con tacos y tornillos al suelo, techo y paredes.
Separaciones complejas que se pueden mover mecánicamente deslizándose por una guía en el techo, usadas para compartimentar grandes espacios según necesidades funcionales. Están formadas por dos paneles fijados a un bastidor y pueden incluir automatismos para apertura y cierre electrónico. La constitución del panel varía según las necesidades específicas de cada caso.
TABIQUES INDUSTRIALES O FLEXIBLES: Son elementos de compartimentación que reducen la transferencia de calor, protegen contra el polvo y aíslan el ruido. Usados para separar espacios en industrias o almacenes de forma rápida y económica, su fabricación e instalación son rápidas. Pueden incluir franjas transparentes para permitir el paso de la luz.
Una vez limpio el forjado, se marca la distribución del proyecto y se fijan reglas aplomadas en suelo y techo con yeso a intervalos de cuatro metros. Se colocan premarcos y se marca la modulación vertical en las reglas, tensando un hilo para guiar las hiladas horizontales de ladrillos, que se humedecen antes de colocarlos. Las juntas se limpian con la paleta, y los tabiques se traban en toda su altura, asegurando que las caras sean planas, verticales y paralelas.
Para instalar tabiques de placas, es crucial un buen replanteo y nivelar la base con una maestra de 4 mm de yeso, adhesivo, corcho o ladrillo. Se colocan miras cada 4 metros y cercos aplomados; luego se ajustan los paneles al forjado con una palanca y se rellena la junta con adhesivo, escayola o yeso. El adhesivo debe estar en estado plástico, y las juntas se repasan con escayola, asegurando que el tabique quede plano y aplomado.
Después del replanteo, se fija la estructura portante instalando canales en el suelo y techo, seguidos de montantes cada 40 o 60 cm encajados en los canales. En puntos singulares como arranques y recercados de huecos, los montantes se atornillan. Se refuerza la estructura en dinteles de puertas, ventanas y armarios, antes de instalar la primera cara del tabique.
Los acabados continuos exteriores son revestimientos hechos de un único material monolítico, adecuados para soportes que necesitan resistencia a la intemperie.
Los enfoscados y los revocos son revestimientos que se usan para cubrir las fábricas de albañilería. Ambos revestimientos, son acabados continuos por estar hechos de una pasta de mortero que se extiende sobre los paramentos, sirven para proteger los muros exteriores y dotarlos de un acabado estético.
aplicado sobre el enfoscado, mejora la impermeabilidad en paramentos exteriores, incorporando el acabado final con aditivos hidrofugantes o cal para prestaciones adicionales como transpirabilidad. Esta técnica tradicional implica la aplicación de capas delgadas de mortero de cemento o cal para obtener una superficie resistente y duradera. Hoy en día, se utilizan también morteros monocapa que solo requieren una capa y pueden incluir aditivos para mejorar la puesta en obra y el mantenimiento, eliminando la necesidad de pintura posterior. No solo tienen un aspecto decorativo, sino que también ofrecen beneficios adicionales gracias a sus aditivos.
El enlucido es un revestimiento final de acabado de yeso fino, con un espesor muy delgado (menor a 3 mm), aplicado sobre un guarnecido. Se utiliza cuando el revestimiento final será una pintura lisa u otro acabado similar. Los enlucidos proporcionan una terminación extremadamente lisa y de alta calidad.
Son revestimientos de paramentos con azulejos, comúnmente utilizados en zonas húmedas como cocinas, baños o aseos, así como en espacios que requieren altos estándares de higiene o sanitización. Su función principal es proteger las paredes contra salpicaduras de agua y la presencia de vapor.
son revestimientos de paramentos con placas más grandes y gruesas que los alicatados, hechos de piedra natural o artificial, aplicables en interiores y exteriores. Las placas pueden tener diferentes acabados, como pulido o abujardado para piedra natural, y colores variados para piedra artificial. Se aplican tratamientos finales como selladores e hidrofugantes, y aunque no tienen tamaños estandarizados, el espesor recomendado es de 3 cm.
elementos decorativos con diversos materiales, como tableros de madera maciza, paneles laminados, paneles metálicos de aluminio o acero… Los más comunes son los de madera o laminados, que consisten en piezas de madera y se suelen colocar clavados sobre rastreles. Tenemos:
Las pinturas y barnices son revestimientos comunes en interiores, presentados en forma líquida y que endurecen al aplicarse, formando revestimientos sólidos u opacos para pinturas y transparentes para barnices. Además de su función decorativa, protegen contra ataques físicos y químicos, como hongos y oxidación, y algunas variantes protegen metales y madera contra el fuego.
LOS BARNICES: son el resultado de la combinación de resinas sintéticas y disolventes, siendo «al agua» si el disolvente es agua y «sintéticos» si es un hidrocarburo, ambos pueden ser «a poro cerrado». Se aplican sobre maderas, usualmente con Fondos Protectores, ofreciendo protección UV, insecticida y fungicida.
Son revestimientos de suelos mediante una capa resistente de hormigón en masa o armado, cuya superficie superior puede quedar vista o a la espera de un revestimiento de acabado.
La solera es un elemento horizontal usado para pavimentar grandes áreas tanto en interiores como exteriores, sin función estructural propia. Reforzada con un mallazo de acero, se emplea como base para otros acabados, como el hormigón pulido, resistiendo flexiones y compresiones para prevenir fisuras. Su proceso de ejecución incluye capas de grava, lámina de polietileno, mallazo de reparto y vertido de hormigón.
se distinguen por su delgadez, adecuados para cualquier tipo de forjado, y su uso se ha expandido más allá de lo industrial y comercial. Esto ha motivado la investigación de nuevos acabados como el hormigón pulido, mortero autonivelante y microcementos.
MORTERO AUTONIVELANTE: El mortero autonivelante es un pavimento continuo sin juntas. Consiste en un mortero tradicional con aditivos que le proporcionan fluidez, permitiendo que se nivele automáticamente al verterlo. Aunque genera fisuras por retracción al fraguar, se emplea para regularizar y nivelar el forjado, preparándolo para recibir otros acabados que requieran planitud.
MICROCEMENTO: compuesto por microcemento en polvo y resinas, se aplica sobre malla para prevenir fisuras, sin juntas y en diversas superficies. Con variedad de colores y acabados, es impermeable, antideslizante para exteriores, como piscinas, y su aplicación es artesanal, sin necesidad de maquinaria pesada.
CEMENTO PULIDO: Es una evolución del microcemento que comparte con este todas sus ventajas diferenciándose de él en que no necesita malla para su aplicación.
están formados por piezas unidas por mortero. Los suelos de baldosas son muy usados actualmente, sobre todo los pavimentos de baldosas de base cementosa como el terrazo y los de base cerámica como el gres.
son fabricados a partir de arcillas naturales y otros componentes minerales, a veces con aditivos adicionales. Después de ser moldeados para darles forma, pasan por procesos de secado, aplicación de esmaltes y decoraciones, así como otros tratamientos. Finalmente, son sometidos a uno o varios procesos de cocción que les confieren su acabado final.
COLOCACIÓN: El soporte debe estar seco y nivelado. Las piezas se colocan sobre una capa gruesa de mortero o una capa fina de mortero cola con una llana dentada. Se deben dejar juntas de colocación, usando crucetas para mantener la linealidad y comprobar la planitud del suelo a medida que se colocan las piezas.
Estas piezas están compuestas por una matriz orgánica (resinas) y un relleno inorgánico (mineral), utilizando comúnmente cuarzo, zirconita y silicatos de aluminio. Silestone es una marca destacada que, junto a UPONOR (especializada en climatización), ha desarrollado un sistema óptimo para suelo radiante.
Independientemente del origen mineral de las piedras (mármol, granito, arenisca, travertino, pizarra, etc.), se recomienda instalarlas con adhesivos cementosos de fraguado rápido (cemento-cola) para evitar manchas. Sin embargo, la práctica más común es usar mortero de cemento sobre una cama de arena. Los acabados de estas piedras suelen ser pulidos, apomazados o abujardados.
Es un suelo de madera con una capa superior de al menos 2,5 milímetros de grosor. Puede ser macizo, compuesto de una sola pieza de madera, o multicapa. El parqué multicapa es más económico por el uso de diferentes materiales en la base, mientras que el parqué de madera maciza permite más acuchillados y lijados. Según su instalación, puede ser parqué flotante (tarima flotante), que se coloca sin pegar al suelo base, o parqué encolado, en el que las tablas se pegan al suelo, evitando el ruido hueco típico de la tarima flotante.
ofrecen una durabilidad y resistencia superiores a los de madera, siendo más adecuados para resistir la humedad, arañazos y manchas. Además, suelen ser más económicos que el parqué, pero mantienen una apariencia muy similar a la madera natural debido a sus acabados de alta calidad. La instalación flotante es común, facilitada por sistemas de «clic» que permiten un montaje rápido y sencillo.
Consiste en piezas largas de madera machihembradas sobre rastreles nivelados, colocadas sobre el forjado, ofreciendo un buen aislamiento al estar separada del mismo. Su capa superior, puede ser una sola pieza de madera o multicapa. La tarima de una sola pieza permite más acuchillados y lijados que la multicapa, cuya resistencia depende del grosor de su capa superior. La instalación de suelos laminados no adheridos también se conoce como tarima flotante.
Disponibles en goma, linóleo, PVC, vinilo, moquetas o textiles, se caracterizan por su flexibilidad. Se presentan en losetas o rollos y se aplican en diversos entornos, desde domésticos hasta industriales, comerciales… Se instalan con adhesivo de contacto sobre una capa de pasta niveladora o un soporte ya nivelado.
Es un pavimento elevado compuesto por baldosas y una base ajustable en altura que se adapta a cualquier superficie inicial. Su principal ventaja es la capacidad de albergar instalaciones entre la superficie y el suelo, como electricidad, tuberías o equipos informáticos, evitando la necesidad de realizar regatas. La estructura incluye pies regulables en altura y una estructura reticular para garantizar la consistencia del suelo y prevenir hundimientos o desplomes. Los materiales para el acabado de las baldosas son variados e incluyen piedras naturales, gres, PVC, linóleo, entre otros.
Los techos desmontables o falsos techos, aparte de su función estética, ofrecen ventajas como aislamiento acústico, ignífugo, térmico y para ocultar instalaciones. Se dividen en dos grupos principales: los falsos techos continuos y los falsos techos desmontables o técnicos.
El falso techo continuo, típicamente de escayola o placas de yeso laminado, no es desmontable una vez instalado. Se asienta sobre una estructura de montantes ocultos, garantizando la continuidad con cintas y/o pastas que refuerzan las uniones. La instalación tradicional implica colgar los falsos techos de escayola con estopa.
Consisten en placas suspendidas mediante entramados metálicos y fijaciones al forjado. Estas placas pueden ser de diversos materiales como escayola, cartón-yeso, metálicas o conglomerados acústicos, y se utilizan tanto en interiores como exteriores de edificios. El espacio entre el forjado y el falso techo se aprovecha para ocultar instalaciones, siendo desmontables para facilitar el acceso y mantenimiento. Los materiales necesarios para su instalación incluyen paneles del falso techo, perfilería metálica, tensores y piezas de cuelgue. Los distintos tipos de falsos techos desmontables se distinguen por el sistema de perfilería metálica que soporta las placas, pudiendo ser perfil visto, semioculto u oculto, variando en dimensiones y colores.
MATERIALES MÁS COMUNES: Madera, Aluminio, Acero, Desmontables de escayola, PVC y Fibra.