Portada » Ciencias sociales » Teorías Personalistas en Educación: Mounier, Milani y Freire
La educación personalista engloba educadores y corrientes pedagógicas que priorizan el desarrollo de la persona por encima de las dimensiones sociales y el colectivo. No rechazan la dimensión social, sino que la consideran una dimensión educadora más, pero anteponen la atención a las características propias de la persona.
El ser humano tiene una naturaleza inacabada, por lo que el fin de la educación personalista es la construcción personal permanente. Existe una diversidad de tendencias, desde cristianos hasta marxistas.
La relación educativa entre educador y educando debe basarse en la comunicación y el diálogo. El papel del educador se centra en la libertad individual del educando. En la transmisión de conocimientos, prima la función de coordinación, orientación, ayuda y búsqueda, en una tarea que persigue el desarrollo íntegro de la persona.
Emmanuel Mounier fue el fundador del movimiento personalista. En su Manifiesto al Servicio del Personalismo, entiende a la persona como un ser espiritual dotado de una escala de valores libremente asumida, vividos en un compromiso responsable en un ambiente de libertad, creatividad y singularidad personal.
Considera personalista todo aquel que prima la persona humana sobre las necesidades materiales y sobre los mecanismos colectivos que sostienen el desarrollo. Mounier pensaba que la educación del mundo moderno (burguesa, individualista, fascista y comunista) trata de moldear al niño a sus doctrinas en vez de despertar seres capaces de vivir y comprometerse como personas.
Propone la libertad de la enseñanza respecto del Estado, quien a su vez debe velar por la garantía de la misma. Coincide con Marx en la necesidad de combinar teoría y práctica para superar las diferencias de clases y en que no basta con analizar y conocer la realidad, sino que además es necesario transformarla en más humana y social.
Lorenzo Milani provenía de una familia liberal rica y culta. Fue sacerdote en una parroquia de Florencia donde descubrió las carencias culturales y las clases sociales desfavorecidas. Creó una escuela popular para niños, que se ocupaba de los pobres, especialmente facilitándoles acceso a la cultura y a la palabra, el dominio del lenguaje que les permitiría desarrollar una alternativa liberadora. Su labor resultó molesta y lo trasladaron a Barbiana, donde encontró aún más carencias culturales que antes.
Plantea una alternativa en su escuela, la cultura del pobre. El privilegiado en su escuela era el deficiente, hasta que se ponía al nivel requerido; los demás esperaban ayudándole y al vago se le daba una motivación.
Su escuela permanecía abierta 12 horas todos los días para facilitar el acceso a la cultura a los pobres, y la lengua era la primera asignatura. Entre sus estrategias didácticas destaca: dar siempre la palabra a los pobres, lectura del periódico (realidad política y social) y la Constitución, no dar catequesis pero sí lectura del evangelio. Dotar al pueblo de espíritu crítico para luchar por una sociedad más justa e igualitaria.
Milani consideraba que los culpables de la situación creada son los maestros que conocen la realidad social y educativa y no se preocupan lo suficiente para que las diferencias sociales y culturales no afecten la permanencia de los hijos de los pobres en la escuela. Hablan el lenguaje de los ricos y se muestran indiferentes ante la falta de comprensión de los hijos de los pobres. Subrayaba la necesidad de creer en lo que se hace y tener las ideas claras.
En Carta a una Maestra, escrita por Milani y sus alumnos, se dirige a los padres y les invita a organizarse y a denunciar el sistema educativo italiano que mantiene la ficción de la igualdad ante la enseñanza, pero que luego margina a la mayoría mediante unos filtros selectivos que comienzan en la escuela elemental y continúan hasta la enseñanza superior. Es una síntesis de la teoría y práctica educativa, que reúne suficientes elementos para que se puedan sentir los principios que animaban a la escuela italiana dirigida por Milani.
Paulo Freire nació en Brasil, en una zona de pobres y analfabetos. Se casó con Elza, una profesora que le acercó a los problemas de educación.
Inició un método de alfabetización cuando trabajaba como pedagogo en el movimiento de Educación Popular, que se aplicó por todo el país dentro de la política populista de Gulart, hasta que hubo un golpe de estado que terminó con la campaña y llevó a Freire a la cárcel por sus actividades populares.
Se trasladó a Chile y puso en práctica su programa de alfabetización, el cual fue distinguido por la UNESCO como modélico.
Teoría de la Comunicación Educativa: La educación no ha de ser una mera transferencia de conocimientos de un sujeto a otro, sino una comunicación, diálogo, un encuentro de sujetos interlocutores que juntos busquen la significación de los significados.
Educación Bancaria: El educador es el que sabe y el alumno el ignorante que recibe pasivamente el saber en el banco del educando, eliminando la capacidad crítico-reflexiva, negando el diálogo e imponiendo lo establecido. Su pensamiento es que nadie educa a nadie, sino que los hombres se educan entre sí. Concibe al hombre como un ser pasivo y se propone su domesticación social, su adaptación a la sociedad establecida.
Educación Liberadora: Se opone a la bancaria, una educación para la liberación del oprimido, para su batalla de transformación de la realidad que considera el diálogo como fundamental y cuyo objetivo es colaborar con el pueblo en la organización reflexiva de su pensamiento, ayudándoles a pasar de su conciencia ingenua a una conciencia transitiva y crítica. Propone una pedagogía de la concienciación basada en utilizar un método crítico y de diálogo, con temas previstos y no impuestos. Educadores y pueblo dialogando para que surjan temas generadores que son los problemas relacionados con el hombre y su mundo. Fases: Alfabetizadora y Postalfabetizadora. Una vez encontrados los temas generadores se agrupan en un universo temático mínimo y se codifican y ofrecerán múltiples posibilidades de análisis para llegar a la descodificación.