Portada » Ciencias sociales » Teorías del currículum: tradicionales, críticas y post-críticas
Teoría: el objeto es externo ≠ Discurso que al describir produce su propio objeto. El currículum siempre es resultado de una selección. La pregunta por el contenido implica la pregunta por la clase de sujeto que se quiere construir. Siempre implica poder al seleccionar/privilegiar determinados contenidos que implican una y no otra forma de abordar la realidad. En las teorías tradicionales, el enfoque está en los contenidos, la enseñanza-aprendizaje, la metodología, la evaluación y los objetivos. En las críticas: ideología, reproducción social-cultural, clase social, capitalismo, alienación, currículum oculto y resistencia. En las post-críticas: identidad, género, sexo, saber/poder, raza y multiculturalismo.
Las tradicionales se enfocan en los objetivos, la didáctica y el método y evaluación de objetivos factibles de ser medidos. No cuestionan las formas dominantes de conocimiento. Status quo como referencia deseable. Se ocupan solo de organizar el currículum en los aspectos técnicos. Buscan el ajuste, la aceptación y el control. Las críticas: Althusser: El capitalismo necesita de instituciones que garanticen el status quo. Lo obtienen mediante violencia física o simbólica. La escuela baja ideología que hace creer a la gente que el capitalismo es el mejor de los sistemas posibles. La escuela transmite ideología mediante el currículum. La escuela contribuye a la reproducción de la sociedad capitalista. Bowles-Gintis: teoría de la correspondencia que establece una relación entre educación y producción trabajo. La escuela enseña determinadas habilidades plasmadas en el currículum necesarias para el mundo del trabajo. No solo en el currículum, sino también en las prácticas diarias. Estimula actitudes de sumisión para sectores de clases bajas y de liderazgo para sectores de clases altas. Así, la escuela reproduce las desigualdades de la sociedad capitalista. Bourdieu: la cultura funciona como la economía en cuanto hay un capital cultural en juego. La reproducción cultural dominante consolida la reproducción más amplia de lo social. El capital cultural lo constituye la cultura de la clase dominante. Se manifiesta en lo material de manera objetivada (obras de arte, literatura), de manera institucional (diplomas, premios, títulos) o de manera internalizada en ciertos habitus. La cultura dominante plasmada en el currículum se impone como la cultura (arbitrariedad cultural). El currículum se nutre de ella como código cultural dominante. Las clases altas se reconocen en ese código, dado que su capital cultural es reconocido y reforzado, pero a los sectores bajos les resulta extraña, ajena y al no poder descifrarla fracasan. Freire: currículum es igual a educación bancaria. Solo deposita información descontextualizada con las necesidades y vida de los alumnos. Privilegia el verbalismo vacío y a un educando sumiso pasivo. Aboga por una educación problematizadora: conocer siempre es conocer algo. El acto de conocer no es un acto individual sino dialógico intersubjetivo. Ambos construyen un conocimiento del mundo. La idea es conocer y reconocer los distintos saberes populares y entender todos los saberes humanos sin jerarquizarlos por algún tipo de valor estético o moral. Bernstein: el currículum es un constructo social. El conocimiento educacional formal tiene en cuenta en su realización 3 sistemas: 1) currículum que define los conocimientos válidos, 2) pedagogía que define la forma válida de transmitir y 3) evaluación que define la regulación válida de los contenidos. Poder ≠ control: el poder está ligado a la clasificación de los contenidos legítimos que se incluyen en el currículum. El control se refiere a la planificación (pedagogía, evaluación). La estructura de clase se traduce en estructura de conciencias: el código lingüístico es reflejo de ello, es la gramática de la clase social. La ocupación en la división social del trabajo determina el tipo de código aprendido y determina la conciencia de los sujetos, lo que siente, piensa o cómo actuar. Está el código elaborado: los significados realizados por las personas se alejan del contexto social, poder de abstracción; y está el código restringido que restringe los significados al contexto. El código se aprende en diferentes instancias: escuela, familia. En la escuela se plasma en el currículum, así se aprende el código de clase. Aparece como currículum oculto también, que son los aspectos no explícitos, actitudes, valores, modos de ser que buscan la obediencia, la conformación y subordinación. Aparecen en las relaciones sociales en la escuela entre docentes y alumnos, en la organización espacial (tarimas, distribución en filas, bancos), en el tiempo (puntualidad, distribución de tiempos para tareas y recreos) y en los rituales (normas, reglas, capacidades, hombres vs mujeres).
TEORÍAS POST-CRÍTICAS: MULTICULTURALISMO: movimiento ambiguo que rescata la cultura de los pueblos dominados, pero caen en una visión folklórica estereotipada de sus culturas. El multiculturalismo humanista no tiene en cuenta que las diferencias culturales tienen que ver con relaciones de poder y dominación. Apelan a una esencia común de la humanidad, olvidando que las mismas son productos de luchas de poder que imponen una manera de ser humanos. Enfatizan un currículum basado en la tolerancia y el respeto entre culturas, pero la idea de tolerancia implica cierta superioridad para quien tolera. Cae en el esencialismo también al considerar las culturas como dadas de manera definitiva, sin entender las desigualdades que se dan dentro de las mismas culturas. La relación de género y la pedagogía feminista: se preocupa del acceso a la educación. No se trata de ganar el acceso a las instituciones, sino de transformar las formas de conocimiento patriarcales. De nada sirve el simple acceso en un mundo dominado por hombres. Fue una revolución pedagógica en la medida que estableció que dependiendo de dónde estoy socialmente situado conozco o no algunas cosas. En la medida que el currículum representa la epistemología dominante, el currículum reproduce la cosmovisión masculina: la racionalidad, la lógica, el individualismo. El currículum como normativa étnico y racial: los conceptos de etnia y raza no son fijos, sino producto de procesos históricos y discursivos de construcción de diferenciaciones. La identidad no es algo fijo, sino una construcción histórica y relacional: lo que es (identidad) depende de lo que no es (diferencia). El currículum es racial en la medida que es producto de la colonialidad del poder-saber. El racismo debe abordarse no como algo psicológico, sino como producto discursivo político. Hay que dejar la visión esencialista de raza e identidad. La identidad siempre es contingente, histórica y relacional. Teoría queer: desde el discurso de la extrañeza se perturba la tranquilidad de la normalidad. La sexualidad no se limita a lo biológico, sino que depende de las significaciones que les damos. La identidad es siempre dependiente de la identidad de un otro. Es preciso se le atribuya un significado y ese significado siempre es producto de relaciones de poder. Lo heterosexual se define por su contrario, la homosexualidad. La teoría queer es una revuelta epistemológica en la medida que pone al descubierto lo impensable, lo prohibido, lo diferente. La extrañeza es vuelta sobre lo dominante.