Portada » Economía » Teorías de la motivación y gestión empresarial: desde Taylor hasta Herzberg
El principal objetivo de Fayol era incrementar la productividad mediante el diseño de toda la estructura que la organización debe poseer. Sus principales aportaciones son:
Maslow establece que lo que mueve al individuo a realizar esfuerzos es la posibilidad de satisfacer sus necesidades. Para Maslow, el ser humano siempre tiene necesidades que satisfacer, aunque no siempre son las mismas. Además, dichas necesidades se encuentran jerarquizadas: una necesidad aparece cuando se encuentran satisfechas las de orden inferior. Una necesidad satisfecha no motiva, por lo que hay que identificar cuáles son las necesidades del individuo para ofrecerle la posibilidad de satisfacerlas y, de esta forma, motivarlo.
El criterio de Taylor, el más empleado, se basa en agrupar en la misma unidad a las personas que realizan funciones similares dentro de una especialidad. La principal ventaja es la especialización y la eficiencia. El principal inconveniente es la dificultad para adaptarse a los cambios. También se presentan problemas de coordinación, conflictos, visión de túnel, etc. Es más adecuado en entornos estables.
La DPO es un sistema de dirección en el que los objetivos se planifican de forma conjunta entre trabajadores y directivos, y se revisan periódicamente para observar su progreso. De esta forma, los trabajadores participan en la fijación de sus propios objetivos y conocen los factores que se utilizan para valorar su rendimiento. La DPO comenzó siendo una filosofía de la dirección, después fue un instrumento para evaluar el rendimiento del trabajo y hoy forma parte de la planificación estratégica de muchas empresas. Se distinguen tres etapas:
La evolución teórica de la DPO ha permitido su integración en el modelo de dirección estratégica. La aportación de la DPO a este modelo está en que la fijación de los objetivos de la planificación estratégica puede modificarse con las aportaciones de los subordinados, por lo que el proceso de fijación no es unidireccional. Con ello, la visión global de la empresa que tienen los altos cargos se complementa con la de los subordinados, que conocen mejor su trabajo.
Herzberg trataba de averiguar cuáles eran los factores que hacían sentir especialmente bien o especialmente mal en el trabajo. Descubrió que los factores que se asociaban con la satisfacción no eran los mismos que los que se asociaban a la insatisfacción. Llegó a la conclusión de que satisfacción e insatisfacción no son extremos del mismo continuo, sino que se trata de conceptos totalmente diferentes. Los factores asociados a la insatisfacción tienen que ver con el contexto del trabajo. Según Herzberg, estos factores nunca conducirán a la satisfacción del trabajador; a lo sumo, conseguirán que no se sienta insatisfecho. Por su parte, los factores que se asocian a la satisfacción están relacionados con el contenido del trabajo. En consecuencia, para motivar a los trabajadores se debe realizar una redefinición de los puestos de trabajo.