Portada » Psicología y Sociología » Teoría del Desarrollo Cognitivo de Piaget y el Condicionamiento Clásico y Operante
Jean Piaget postuló que la mente infantil se organiza progresivamente en etapas, considerando la inteligencia como la capacidad de adaptación al entorno.
La inteligencia se manifiesta a través de acciones. Un ejemplo es un bebé de un año que tira de una manta para alcanzar un juguete. Piaget considera esta acción un acto de inteligencia, un esquema de acción, donde el bebé utiliza la manta para lograr un objetivo.
El desarrollo mental, según Piaget, es la resolución de la tensión entre asimilación y acomodación, el conflicto entre usar respuestas previas para situaciones nuevas y adquirir nuevas respuestas. El desarrollo intelectual es la adaptación a nuevas situaciones.
El niño posee lenguaje y comprende el significado de los objetos. La capacidad de tratar objetos como símbolos es crucial en esta etapa. Sin embargo, el niño no tiene una representación mental completa de categorías ni conciencia de características comunes. Muestra egocentrismo, dificultad para ponerse en el lugar de los demás.
El condicionamiento clásico ocurre antes de la conducta. Pavlov, estudiando la salivación en perros, observó que segregaban saliva al ver la comida. Diseñó un experimento para aislar al perro y medir su salivación. Descubrió que un estímulo neutro (pitido) asociado repetidamente a la comida provocaba salivación incluso en ausencia de la comida. Esto se denomina condicionamiento clásico.
El condicionamiento operante ocurre después de la conducta. Relaciona estímulos neutros con respuestas voluntarias. Una conducta recompensada (reforzada) tiene más probabilidad de repetirse, mientras que una castigada tiene menos. Skinner usó una «caja de Skinner» para estudiar este fenómeno.
Consecuencia que aumenta la probabilidad de una conducta. Puede ser un objeto, alabanza, atención, etc.
La inmediatez del refuerzo aumenta su eficacia.