Portada » Filosofía » Teoría de la Justicia de Rawls: Un Enfoque Contractualista
Introducción
John Rawls argumenta que una idea de justicia alcanza validez universal e incondicional cuando se construye a partir de acuerdos entre personas racionales, en condiciones de libertad e igualdad. Además de la racionalidad, igualdad y libertad de las personas, la imparcialidad es crucial para desarrollar una teoría de la justicia. Solo bajo condiciones imparciales se pueden obtener resultados imparciales, y por lo tanto, una teoría de la justicia universalmente válida.
En su teoría contractualista, Rawls introduce la posición original como una situación hipotética que garantiza la imparcialidad. Esta situación se caracteriza por el velo de la ignorancia, que impide a los participantes conocer sus circunstancias particulares, como su posición social, talentos o concepciones del bien. Al desconocer su futuro, los individuos eligen principios de justicia que no favorecen o perjudican a nadie en particular, asegurando así un tratamiento equitativo de todas las concepciones del bien. Los principios que emergen del velo de la ignorancia se consideran justos precisamente porque no están diseñados para beneficiar o desfavorecer a nadie en concreto.
Rawls concibe la sociedad como una asociación de personas que reconocen y en su mayoría aceptan reglas de conducta obligatorias. Esta cooperación social, basada en normas compartidas, busca promover el bien común. Se trata de una empresa cooperativa que permite obtener ventajas mutuas en un contexto de conflicto e identidad de intereses. El conflicto surge de la competencia por recursos limitados, mientras que la identidad de intereses reconoce que la cooperación mejora la vida de todos. La justicia es el fundamento de la sociedad. Las instituciones sociales distribuyen derechos y deberes, determinando las ventajas de la cooperación social. Estas instituciones definen los derechos y deberes fundamentales, influyendo en las perspectivas de vida de las personas. En una sociedad con diferentes posiciones sociales y expectativas de vida, la teoría de la justicia social debe abordar la distribución de derechos y deberes entre los ciudadanos. Una teoría de un estado ideal de cosas proporciona un marco para evaluar las instituciones existentes. Rawls utiliza un marco contractual donde los principios de justicia surgen de un acuerdo entre personas libres y racionales en una situación inicial de igualdad.
Los dos principios de justicia que Rawls propone son:
El primer principio tiene prioridad sobre el segundo, y dentro del segundo principio, la justa igualdad de oportunidades tiene prioridad sobre el principio de diferencia. Las desigualdades económicas deben basarse en la justa igualdad de oportunidades. El principio de diferencia expresa un sentido de amistad cívica y solidaridad moral, incluyendo la igualdad en la estimación social y excluyendo privilegios o servilismos. Implica no buscar mayores ventajas a menos que beneficien a los menos favorecidos.
El primer principio se ocupa de la distribución de la libertad, buscando su igualdad y maximización. Las libertades básicas incluyen:
Estas libertades son esenciales para cualquier plan de vida y para el autorespeto. Nadie en la posición original renunciaría a ellas. La prioridad de la libertad implica que nadie aceptaría una libertad desigual o menor a cambio de beneficios económicos.
Según el segundo principio, una vez garantizadas las libertades básicas y la justa igualdad de oportunidades, se justifican desigualdades en la distribución de otros bienes primarios (riqueza, autoridad, ingresos) si benefician a los menos favorecidos. Es decir, si estas desigualdades generan mayor bienestar para los menos favorecidos que una distribución igualitaria.