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distribución de población.
Ante espacios de monumental concentración de la población como las monumentales superficies metropolitanas de Madrid y Barcelona, las regiones litorales del Mediterráneo y del Atlántico andaluz, el litoral cantábrico (vasco, cántabro y asturiano) y el gallego; o los valles del Guadalquivir (Sevilla, Córdoba) y del Ebro (Zaragoza), pudimos encontrar superficies de poblamiento bastante débil (zonas de montaña, regiones áridas, superficies rurales, etcétera.) que se hallan primordialmente en el todo el interior de la península.
Actualmente, el elaborado de que el turismo se haya convertido en una de las fuentes primordiales de trabajo dió sitio a un nuevo proceso del litoralización poblacional con trasvase poblacional a partir del interior hacia la costa.
Generalmente, (con la exclusión de Madrid y varias superficies metropolitanas regionales: Sevilla, Zaragoza y Valladolid) tenemos la posibilidad de asegurar que la población se encuentra mayoritariamente en zonas costeras de la península y en los archipiélagos. Esta ubicación periférica poblacional se debería al proceso de litoralización que ha protagonizado la población de España.
los dominios vegetales
La variedad de la vegetación que se crea en España obedece a la pluralidad de componentes físicos que la condicionan:. A) El clima:
Da la diferenciación de los paisajes vegetales españoles en 2 gigantes conjuntos zonales o latitudinales: el de la España Atlántica y el de la España Mediterránea. El elemento climático importante es la copiosidad o escasez de precipitaciones, puesto que la copiosidad de agua beneficia una vegetación adaptada a esta carácterística. Secundariamente además actúa la temperatura, favoreciendo plantas más termófilas o más resistentes al gélido..1. El dominio vegetal de clima atlántico• EL ROBLE: El roble frecuenta aparecer en los pisos inferiores; se diferencian 2 tipos: el carballo más exigente en humedad y propio de suelos silíceos (Lugo, Asturias y Cantabria), y roble albar que requiere menos humedad y es más tolerante con el gélido y la sequía, aguantando además los suelos calizos (Álava, Navarra, Palencia o Burgos y generalmente tierras del interior). de altitud, adaptándose realmente bien a los suelos calizos y no tanto a los silíceos.
• OTRAS ESPECIES: Castaños, olmos, fresnos, arces, tilos, servales, tejos (hoja perenne) y, entre los arbustos: acebos (hoja perenne), avellanos y arándanos. La landa o matorral atlántico: densa vegetación de matorral elevado y cerrado cuyas especies que más abundan y habituales son el brezo, el tojo y la retamab
2. El dominio vegetal de clima mediterráneo Las formaciones vegetales propiedades son el bosque perennifolio y el matorral. Formaciones que se han adaptado a la sequía estival por medio de raíces bastante extendidas para captar el agua y hojas perennes. Las especies mediterráneas más frecuentes y hechas son:La más grande concentración se da en las penillanuras del oeste (Zamora, Salamanca, Cáceres) y entre el Sistema Central y Sierra Morena. Surge en el área mediterránea más húmeda y sobre suelos silíceos: regiones próximas a la costa (provincias de Gerona y Tarragona) y en Extremadura, Montes de Toledo y Sistema Central.
• OTRAS ESPECIES: Enebros habituales y sabinas albares, algarrobos o coníferas como las múltiples especies de pinos. b. El matorral
Es el resultado de la degradación del bosque mediterráneo. Las formaciones propiedades y clásicos son: LA MAQUIA, LA GARRIGA y LA ESTEPA.
Esta vegetación de ribera está formada por especies como chopos, fresnos, sauces, alisos y olmos…, dispuestos en bandas longitudinales a partir del borde del cauce del flujo de agua al exterior. Sus beneficios ecológicos son mitigar la erosión, retener las inundaciones y evaporación, ablandar las temperaturas…
INCIDENCIA Del hombre EN LOS PAISAJES VEGETALES
Esta repartición vegetal, sin embargo se vio bastante alterada por la acción del hombre durante los siglos por procesos de deforestación como la sustitución de los bosques por campos de cultivo, aprovechamiento ganadero u obtención de madera o leña, incendios, extensión de las superficies urbanas y de la actividad turística… (proceso más imputado en la zona mediterránea) y reforestación, que ha alterado de manera decisiva el paisaje vegetal oriundo al sembrar especies diversas de las autóctonas ocasionando graves inconvenientes ecológicos como la proliferación de incendios.
dominios climáticos
Se prolonga por las cornisas cantábrica y atlántica,a partir de Galicia hasta Navarra).
Esta copiosidad de precipitaciones se debería a la acción recurrente de las borrascas del Frente Polar y a la cercanía de las montañas al océano que potencia la acción de las borrascas (lluvias orográficas). Las temperaturas son suaves durante todo el año (media cercana a 15ºC) y la amplitud térmica anual es baja (en torno a 10ºC) –debido a la acción termorreguladora del Atlántico–, con inviernos moderados (ningún mes baja de 6ºC), sin heladas, y veranos frescos (no alcanza los 22ºC).
En este dominio puede marcar la diferencia una pluralidad: clima oceánico de transición o interior, con precipitaciones inferiores a las de la franja costera y más grande amplitud térmica (entre 12º-15ºC), con inviernos más fríos (bajan de 6ºC), efecto del carácter más o menos montañoso del lote y de la lejanía de la costa, lo cual disminuye la predominación reguladora del océano. EL DOMINIO MEDITERRÁNEO
Este dominio es el más extenso española debido a que comprende el territorio peninsular al sur del área de clima oceánico, además de las Islas Baleares, Ceuta y Melilla. El rasgo climático importante es la fundamental sequía veraniega, efecto del movimiento hacia el norte del anticiclón de las Azores y por la acción del anticiclón continental norteafricano sobre el sur peninsular. Este caso produce inconvenientes de sequía Se alarga por la Meseta, depresión del Ebro y varias regiones del interior andaluz.Las precipitaciones son pocas (entre 300 y 800 mm anuales) e irregulares. No obstante, la alta altitud media y las pocas influencias marinas que alcanzan esta regíón hacen que tenga un carácter o matiz de continentalizado, que se aprecia en especial en las temperaturas. Sus temperaturas se caracterizan por una alta oscilación térmica anual (entre 16º y 20º C) con inviernos fríos y veranos cálidos. B – Clima mediterráneo marítimo.
Las temperaturas incrementan de norte a sur, con medias anuales que oscilan entre los 14º y los 18ºC. Las temperaturas medias (entre 15º y 18ºC) incrementan de Norte a Sur. Se concentran en otoño (borrascas mediterráneas y gota fría) y primavera una vez que son recurrentes las borrascas atlánticas (llegan bastante modificadas).
Este dominio climático muestra una aridez estival fundamental (por la existencia del Anticiclón de las Azores), que se incrementa de Norte a Sur.
Comprende el SE y ciertos enclaves del interior (E. De Zamora y valle medio del Ebro).
Las precipitaciones anuales resultan muy pocas, inferiores a 300 mm anuales, con un enorme conjunto de meses áridos.
Las temperaturas permiten diferenciar entre el sector cálida de la costa del sureste con temperaturas medias anuales alrededor de los 18ºC y las regiones del interior con inviernos fríos. EL CLIMA DE Canarias
En las montañas, las precipitaciones tienen la posibilidad de llegar a los 1000 mm en las vertientes de barlovento expuestas a los vientos alisios.
Poseen un clima subtropical de temperaturas cálidas todo el año –ningún mes baja de 17ºC– (por la predominación de los vientos alisios, del anticiclón de las Azores al Norte, y de la corriente marina gélida de Canarias), con una amplitud térmica bastante limitada -entre 5º y 8ºC-.
migraciones
I Migraciones Exteriores.Esta clase de migraciones fue bastante fundamental en España a partir de mediados del Siglo XIX hasta esta época, con la peculiaridad de que hasta alrededor de 1975 España ha sido un territorio emisor de población, en lo que a partir de aquel instante hasta fundamentalmente nuestros propios días se convirtió en un territorio predominantemente receptor. Migraciones a América: Continuamente había habido un cierto volumen de emigrantes que se dirigían a las colonias de América. Va a ser desde mediados del Siglo XIX una vez que este desplazamiento se realice mucho de mayor relevancia gracias a la creciente presión demográfica de las empobrecidas superficies rurales del norte peninsular y de Canarias, por los fronteras de la agricultura clásico (pequeña propiedad, pocos rendimientos, filoxera…) y además a las políticas activas de atracción de población promovidas por ciertos territorios sudamericanos. Entre 1914 y 1945 se disminuyó mucho el volumen de emigrantes hacia América. Desde los años cincuenta regresó a incrementar el número de emigrantes hacia América, aun cuando jamás alcanzó la cifra previo a 1914 ya que las naciones receptores necesitaban ahora trabajadores cualificados. Desde 1960-1970 el número de emigrantes que escogían América como destino se disminuyó mucho debido al auge de la emigración hacia Europa. Migraciones a Europa: La emigración hacia Europa se venía produciendo de forma discreta a partir de objetivos del Siglo XIX, interpretada por agricultores temporeros que acudían más que nada a Francia en periodos de vendimia. No obstante, va a ser desde 1950 una vez que Europa Occidental se ha convertido en el primordial destino exterior la emigración de España (Francia, Alemania, Bélgica, Suiza). Tenía que ver con territorios que estaban teniendo un fundamental incremento económico que necesitaba mucha mano de obra, aun cuando no fuera cualificada. Dichos territorios no dispónían de mano de obra debido al bajón de la población provocado por la II Guerra Mundial. Los emigrantes que fueron a Europa procedían de casi cada una de las zonas españolas y eran obreros de baja cualificación. Desde inicios de la década de los setenta se disminuye extremadamente la emigración hacia Europa gracias a la crisis energética iniciada en 1973.. II. Migraciones interioresÉxodo rural: Hasta el Siglo XIX resaltan las migraciones interiores temporales en la Meseta y Andalucía (mano de obra para tareas agrícolas). Va a ser desde mediados del Siglo XIX y hasta 1930, desde el proceso de industrialización, una vez que empieza a percibirse el éxodo rural, que proveería como consecuencia el principio del proceso de urbanización. Entre 1930 y 1950 el éxodo rural se estancó gracias a la crisis económica de la década de 1930, la Guerra Civil y la posguerra. No obstante, ya a partir de los años 50, gracias a la política desarrollista del franquismo, el éxodo rural tomará una gigantesca fuerza. La actualidad de relevantes movimientos migratorios interiores producirá relevantes cambios: envejecimiento de las zonas emisoras y rejuvenecimiento de las zonas receptoras, emergen los desiertos demográficos. En muchas regiones del interior peninsular, y produjo secuelas de tipo económico y medioambiental tanto en las zonas emisoras (falta de servicios, pérdida de mano de obra agraria, etcétera.) como en las receptoras (masificación de zonas urbanas, barrios marginales, inconvenientes de tráfico…). desde 1975 las superficies convencionalmente emisoras de población disminuyeron mucho su emigración e inclusive varias se convirtieron en receptoras gracias a la figura del retornado de las regiones industriales.
agricultura
Agricultura clásico.
Era una agricultura dedicada al autoconsumo y ocupaba a una gigantesca proporción de población, sus técnicas eran clásicos y su producción era poca, referida al mercado interior y comúnmente protegida por aranceles. Actualmente los espacios que han heredado este modelo por no haberse incorporado a la agricultura industrializada, muestran un aumento natural negativo, un envejecimiento poblacional y altas tasas de emigración. Referente a la ganadería, esta es dependiente del medio físico destacando el bovino del norte peninsular que se alimenta en prados y puertos de montaña y la ovina en las rastrojeras de la meseta.
En dichos sitios, se conserva la convivencia de los aprovechamientos agrícolas, ganaderos y forestales en los mismos espacios por herencia de la producción referida al autoconsumo. La agricultura frecuenta ser extensiva, o sea, que el lote no se aprovecha al más alto por utilizar técnicas clásicos.
Agricultura industrializada, mecanizada y modernizada.
Aun cuando requiere menos población para laborar por la especialización y la mecanización, el mantenimiento de la actividad ha causado que la población se haya mantenido acusando menos el éxodo rural, inclusive en ciertos sitios (como en las regiones de cultivo bajo plástico de Almería o Huelva) han atraído inmigración.
En dichos sitios existe una especialización del espacio agrario según las condiciones naturales o la demanda del mercado.
Regadío: En España hay 4 millones de hectáreas de regadío. De acuerdo con el tipo de regadío se distinguen 2 regiones: el litoral mediterráneo de regadío exhaustivo, con monumental aprovechamiento del agua (que es bastante escasa) para la producción hortofrutícola, destacando los cítricos en la Sociedad Valenciana y Andalucía y las hortalizas en las mismas regiones; y las regiones de regadío extensivo del centro que aprovechan el agua de los caudalosos ríos para la producción de plantas forrajeras (como alfalfa o maíz) o cultivos industriales (como el girasol para aceite y biodiésel, la remolacha azucarera o el lúpulo en León) en regiones de Castilla y León, Aragón o el interior de Andalucía.
Ganadería: La ganadería intensa ha incrementado además por las solicitudes del mercado y se frecuenta ubicar en regiones cercanas a los sitios de consumo a modo de granjas. España destaca en la producción de derivados del cerdo con una producción bastante alta en el área de Cataluña.
vertientes
Los ríos peninsulares permanecen distribuidos en 3 vertientes: la cantábrica, la atlántica y la mediterránea con propiedades diferenciadas.
La vertiente cantábrica: ríos cortos debido a que nacen en montañas cercanas a la costa.
La vertiente atlántica: los ríos de la vertiente se adaptan a las propiedades del extenso zócalo herciniano inclinado hacia el Atlántico.
De estas propiedades se debe exceptuar a los ríos gallegos (Tambre, Ulla, Miño o Sil), que son atlánticos por su sitio de desembocadura, empero por sus propiedades y sistema fluvial permanecen más emparentados con los ríos cantábricos, y a las pequeñas cuencas andaluzas del Odiel-Tinto y Guadalete.
La vertiente mediterránea: Distinguimos en medio de las propiedades del Ebro y las del resto. Su caudal es limitado gracias a las reducidas precipitaciones y su sistema es bastante irregular: poseen un imputado estiaje en verano (muy prolongado en los ríos más meridionales) y tienen la posibilidad de tener crecidas catastróficas en otoño por lluvias torrenciales (gota fría). Los primordiales ríos de la vertiente mediterránea son: Ter, Llobregat, Turia, Júcar y Segura.
Acción humana: Como hemos podido ver, la acción humana ha tratado de regular y arreglar los desequilibrios de los ríos en las distintas vertientes y cuencas por medio de embalses.