Técnicas y Estrategias en la Mediación

Caucus

En ocasiones, para desbloquear o facilitar el proceso, es necesario realizar reuniones por separado o caucus (reunión privada e individual entre una de las partes y la persona mediadora, que acontece una vez iniciado el proceso de mediación). Es una buena medida para que una parte que no se encuentra cómoda en la negociación pueda expresarse libremente sin la influencia de la parte contraria. De esta forma, se libera tensión, se verbalizan deseos con mayor libertad y se favorece la reflexión. El caucus lo podrá solicitar una de las partes, pero también la persona mediadora cuando lo considere adecuado.

Pausas

La persona mediadora deberá identificar aquellos momentos en los que es necesario establecer pausas para favorecer los procesos de reflexión. Estos espacios, sobre todo en los momentos de toma de decisiones, son necesarios para que cada una de las partes piensen y se aclaren en relación a todos los temas que se están tratando.

Técnica de Externalización

Consiste en poner el problema fuera del individuo, aislándolo como una entidad separada. El objetivo es afrontar el problema sin que la persona se sienta culpabilizada. El proceso de externalización se realiza en cinco fases:

• Se define el problema como algo externo a la persona.
• Se le da un nombre al problema, sin culpabilizar a ninguna de las partes.
• Se separa el problema de las personas, de modo que quede como algo externo a ellas.
• Se analiza el problema (ahora aislado y separado de las personas) como algo a lo que es necesario combatir.
• Finalmente, se internaliza el protagonismo de la persona en la búsqueda de soluciones.

La técnica de externalización ayuda a las personas a distanciarse emocionalmente del problema y a entenderlo. Esto les permite afrontarlo en todas sus consecuencias e implicarse en la resolución del mismo.

Reestructuración Cognitiva

A menudo, los conflictos generan una percepción distorsionada de la imagen de la parte contraria y un alejamiento de una visión racional del conflicto (distorsiones cognitivas o pensamientos no adaptativos). Existen multitud de pensamientos no adaptativos, pero los más frecuentes son:

• Tener la convicción inflexible de estar en posesión de la verdad, sin ninguna base real que lo avale.
• Que la parte contraria es su enemigo y que le quiere mal. La persona se considera una víctima y le atribuye al otro la responsabilidad de todo lo malo que le pasa.
• Desvalorizar por completo a la parte contraria (a nivel humano, profesional, físico…).
• Centrarse en los aspectos negativos de la situación.
• Interpretar cualquier hecho o situación de manera extrema.
• Extraer conclusiones generales a partir de hechos aislados o pequeños detalles, o aplicar conclusiones a hechos que no están relacionados entre sí.
• Exagerar o infravalorar las consecuencias de algún suceso, según quien lo protagonice.

Premediación

Se realiza para crear condiciones que faciliten el acceso a la mediación. Hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Hablar con las partes por separado para determinar si la mediación es apropiada para el caso, es decir, que las partes expresen su aceptación a resolver su problema con la intervención de un mediador y que manifiesten su voluntad de colaborar en el proceso.
• Hacer la propia configuración general del conflicto, a grandes rasgos.
• Determinar si son necesarias otras actuaciones previas a la mediación: nuevas entrevistas individuales, hablar con otras personas relacionadas con el conflicto que sean determinantes para su resolución (no para esclarecer los hechos o buscar la verdad), consultar documentos que puedan afectar al acuerdo, etc.
• Descargar las emociones asociadas al conflicto para que puedan ir a la mediación con menos tensión y para generar confianza en las partes.
• Consensuar con las partes las condiciones a seguir en el proceso: lugar, momento y duración de las sesiones; confirmar los mediadores que intervendrán.

Presentación y Reglas del Juego

Se realiza para crear confianza en el proceso. Para el mediador implica:

• Realizar las presentaciones personales, los objetivos, las expectativas y su propio papel.
• Explicar brevemente cómo va a ser el proceso.
• Recordar la importancia de la confidencialidad y de la sinceridad.
• Se informará sobre los compromisos que se adquieren y la validez de los acuerdos alcanzados, pero recordando que no están obligados a llegar a ningún acuerdo.
• Explicar el papel del mediador enfatizando que su tarea es ayudar con los procedimientos; los participantes son los responsables del contenido.
• Cerciorarse de que, sea cual sea el motivo por el que hayan llegado a la mediación cada una de las partes (de forma voluntaria, por sugerencia o por prescripción legal), ambas están dispuestas a darle una oportunidad al proceso.
• Determinar la distribución de los asientos evitando que los contrincantes no se sienten en lugares opuestos.
• Disponer de materiales adecuados para hacer un esquema o para anotar aspectos importantes del problema.
• Decidir el número y duración de las sesiones a emplear.
• Consensuar si se fuma o no, uso de móviles, etc.
• Ponerse de acuerdo con las dos partes para que usen mensajes facilitadores (“mensajes yo”). Pedirles que comiencen las frases con: “Según mi experiencia…”, “Desde mi punto de vista…”, “Mi opinión es que…”, de manera que todas las afirmaciones sean vistas desde un contexto o perspectiva personal, y que no sean presentadas como hechos indiscutibles o generalizaciones.
• Pedir a los participantes que hablen del problema que tienen evitando acusar o interpretar la conducta de la otra parte.
• Identificar las áreas generales en las cuales las partes quieren lograr un acuerdo, ya sean referidas al pasado o, principalmente, al futuro.
• Cerciorarse de que las partes participen por igual.

Ampliación del Campo de Negociación

En muchos casos, es posible ampliar el horizonte de negociación (zona de posible acuerdo), explorando nuevas posibilidades a través de algunas estrategias como las siguientes:

• Plantear escenarios hipotéticos mediante preguntas como: «¿En qué circunstancias podrías estar de acuerdo…?», «¿Cómo se resolvería esta situación si…?»
• La lluvia de ideas.

Qué Hacer si No se Llega a un Acuerdo

Si las partes no son capaces de llegar a un acuerdo y la negociación amenaza con romperse, cada parte debe plantearse cuáles son las alternativas fuera de la negociación:

• Mejor alternativa a un acuerdo negociado: es la mejor solución que cada parte tiene fuera de la negociación.
• Peor alternativa a un acuerdo negociado: determina cuáles pueden ser las peores consecuencias fuera de la negociación.

Es conveniente que cada parte considere cuál es su mejor alternativa y cuál es su peor alternativa para saber hasta dónde le conviene llegar para procurar un acuerdo o si es preferible salir de la negociación.