Portada » Lengua y literatura » Teatro y Novela en España: Evolución desde la Posguerra hasta 1974
El teatro anterior a 1939 se divide en dos corrientes principales: el teatro comercial y el teatro renovador.
Dentro del teatro comercial, encontramos:
En el teatro renovador se encuentran:
Destaca Federico García Lorca, que trata temas como la frustración personal y vital, el amor imposible y condenado a la soledad, el dolor, la muerte, el deseo insatisfecho o la maternidad frustrada. Entre sus obras encontramos teatro vanguardista como El público, farsas como La zapatera prodigiosa y tragedias rurales como La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre y Yerma.
La Guerra Civil supuso un profundo corte en la evolución literaria española: muerte de grandes autores (Unamuno, Antonio Machado y Valle-Inclán); exilio de otros (Ramón J. Sénder, Max Aub y Francisco Ayala); y censura, desigualdades y falta de libertad.
Encontramos la novela testimonial y existencial que incluye relatos generalmente de tono negativo, con una notable reducción del tiempo y el espacio y el predominio de la primera persona y el monólogo, y la novela del exilio con la recreación del pasado, la experiencia de la guerra y el dolor por el presente.
Destacan autores como Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte (novela tremendista que muestra y exagera los aspectos más negativos de la realidad), Carmen Laforet con Nada (novela existencial que refleja el estancamiento y la pobreza de la España de posguerra) y Miguel Delibes con La sombra del ciprés es alargada (muestra la angustia existencial frente a la muerte).
Los autores del exilio que destacan son Ramón J. Sénder con Réquiem por un campesino castellano (profunda reflexión sobre la Guerra Civil), Max Aub con El laberinto mágico y Francisco Ayala con Muertes de perros (crítica de las dictaduras).
Aparece la novela social. Los autores son simpatizantes de partidos de izquierdas. Los temas son la oposición entre el mundo rural y urbano, la emigración y el enfrentamiento entre la burguesía y la clase trabajadora. El estilo es sobrio y objetivo. Aparecen dos tendencias: el realismo objetivista y el realismo crítico.
Destacan Camilo José Cela con La colmena (muestra las miserías de Madrid con un argumento roto en escenas que son las celdas de esa colmena), Miguel Delibes con Las ratas (muestra el ambiente urbano y critica la miseria de los pueblos sometidos al latifundismo), Carmen Martín Gaite con Entre visillos y Alfonso Grosso con La zanja.
Hubo una revolución de la novela. Coincide con el desarrollo económico y social de España. No se abandona el contenido social. Hubo una experimentación influenciada por la traducción de autores extranjeros (Kafka, Faulkner…) y el “Boom Hispanoamericano”. Esto llevó a la fragmentación de la novela, la ruptura de la línea cronológica, el perspectivismo, el estilo indirecto libre y el monólogo interior. Destacan autores como Miguel Delibes con Cinco horas con Mario, Torrente Ballester con La saga/fuga de J.B. y Juan Goytisolo con Señas de identidad.