Portada » Historia » Sociedad, Economía y Cultura en la España de los Siglos XVI y XVII
El siglo XVI marcó un periodo de esplendor y expansión para la Monarquía Hispánica bajo los Austrias Mayores. Este periodo se caracterizó por un notable crecimiento en diversos ámbitos:
En contraste, el siglo XVII fue una época de crisis generalizada en Europa, con mayor impacto en los territorios del sur, incluyendo España, bajo el reinado de los Austrias Menores. Esta crisis se manifestó en varios frentes:
Esta crisis generalizada provocó una crisis de mentalidad y un aumento de las desigualdades sociales, marcando el inicio de una recesión en España en comparación con la Europa del Norte, donde Inglaterra y Holanda comenzaban a liderar los cambios económicos y políticos.
Los Austrias Menores heredaron una situación compleja y delegaron su poder en validos, cuyas decisiones no siempre fueron acertadas para solucionar la crisis.
España participó en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) para recuperar prestigio internacional y proteger el monopolio comercial con América. A pesar de victorias iniciales (Breda, 1625; Nördlingen, 1634), la entrada de Francia en 1635 cambió el curso del conflicto. La derrota en Rocroi (1643) precipitó la Paz de Westfalia (1648), donde España reconoció la independencia de las Provincias Unidas y perdió su hegemonía europea a favor de Francia. La Paz de los Pirineos (1659) confirmó este cambio, con la cesión de Rosellón y Cerdaña a Francia y el matrimonio de la infanta María Teresa con Luis XIV. Tras la muerte de Carlos II (1700) sin descendencia, se desencadenó la Guerra de Sucesión, que llevó a los Borbones al trono español. Los territorios españoles en Europa quedaron reducidos a Flandes, Milanesado, Nápoles, Sicilia y Cerdeña.
Tras la toma de Granada, los Reyes Católicos financiaron el proyecto de Cristóbal Colón de llegar a las Indias por el Atlántico, buscando una nueva ruta hacia Asia. Las Capitulaciones de Santa Fe (1492) sellaron el acuerdo, y Colón partió de Palos, llegando a San Salvador el 12 de octubre de 1492. Realizó tres viajes más, convencido de haber llegado a Asia. Américo Vespucio reconoció las nuevas tierras como América (Indias Occidentales). Las exploraciones continuaron en el siglo XVI: Cabeza de Vaca (Texas y California), Cortés (conquista de los aztecas), Pizarro (conquista de los incas), Orellana (Amazonas), Valdivia (Chile). Bajo Felipe II, se exploró el Pacífico hasta Filipinas.
España creó el Consejo de Indias y la Casa de Contratación de Sevilla para monopolizar el comercio con América. La explotación indígena (encomiendas, mita) y las enfermedades causaron una gran mortandad, lo que llevó a las Leyes de Indias. El territorio se organizó en Virreinatos (Nueva España, Perú). El intercambio entre ambos mundos transformó a España en una potencia mundial y al Atlántico en el nuevo eje económico. Se enviaban manufacturas, vino, aceite y ganado a América, y se importaban materias primas, metales preciosos (Potosí, Zacatecas) y nuevos productos (cacao, patata, tabaco). Se produjo una mezcla racial y cultural, con la expansión del cristianismo, el idioma y la cultura española. Sin embargo, los costes de la colonización generaron dificultades financieras para la monarquía española, incluyendo préstamos y bancarrotas, además de una depreciación monetaria en Europa.