Portada » Ciencias sociales » Sociedad, Desigualdad y Conflicto: Un análisis socioeconómico
La diferenciación social hace referencia a las características variables por las cuales no existen dos personas iguales. Las personas se diferencian entre sí por múltiples características: edad, sexo, altura, peso, etc. Estas son diferencias natales; algunas son congénitas, con las que han nacido, o que se definen a partir del nacimiento, como la edad, y otras hereditarias, recibidas de los padres. Los individuos también difieren entre sí por sus gustos, estilo de vida, lugar de nacimiento, etc. Por ejemplo, en el caso de dos amigos, una mujer y un hombre, hay diferencia en el sexo, la edad, el lugar en el que viven, etc.
La desigualdad social se refiere a una noción valorativa, construida socialmente, según la cual una persona es considerada socialmente inferior o superior a otra. La pertenencia a un grupo o etnia en un contexto temporal, espacial o social. Por lo tanto, hace referencia a las diferencias que se expresan valorativamente en la sociedad, como de aceptación o rechazo. Por ejemplo, no es igual la situación de un ciudadano común que la de un político, que puede tener un nivel económico más elevado.
Las diferentes modalidades de la división social del trabajo que se han presentado a lo largo de la historia dieron lugar a la elaboración, por parte de los científicos sociales, de una tipología de sociedades. Los científicos sociales han caracterizado cuatro sistemas de estratificación que se corresponden, como tipos ideales, según la caracterización de Weber, con diferentes tipos de sociedades existentes en la historia de la humanidad: el sistema esclavista, los estamentos, las castas y las clases sociales.
Las personas ocupan diferentes posiciones a las que se denomina estatus, que, por un lado, varían de acuerdo a la edad, el sexo, el estado civil, la profesión, etc., y, por otro, dependen de la situación social en la que participan en cada circunstancia de sus vidas. También a cada estatus corresponde un conjunto de conductas denominadas rol (en el caso de una profesora, su rol es tomar exámenes, corregirlos, etc.). Estatus y rol forman una unidad: el estatus hace referencia a la posición y el rol a la gama de conductas esperadas para cada estatus.
La palabra rol se refiere a unidades de conducta que: 1) por su recurrencia, resaltan como regularidades, y 2) están orientadas hacia la conducta de otros actores. Los roles son interpersonales, están orientados hacia y por las conductas de otros. Estos otros, que esperan cosas de nosotros, también están desempeñando roles. Gran parte de nuestra conducta social se realiza con el fin de cumplir con las expectativas de otros.
Se denomina institución social al conjunto de estatus-rol ordenados jerárquicamente, organizados e interrelacionados, que conforman una red de relaciones. Toda institución social cumple determinadas funciones importantes para la sociedad. Por ejemplo, los hospitales están organizados en torno al cuidado de la salud.
Un orden institucional está integrado por el conjunto de instituciones que cumplen con los mismos fines o sirven a funciones similares.
Las premisas de toda la historia humana son las acciones y las condiciones concretas con las que se encuentran las personas. Las acciones que las personas realizan están condicionadas por el contexto natural, social, temporal y espacial en el que se desarrolla su existencia. Como dicen Marx y Engels en La ideología alemana, las formas en que los hombres satisfacen sus necesidades, cómo producen y qué relaciones establecen con su medio, pueden comprobarse directamente mediante la investigación empírica. Marx y Engels habían llegado a conclusiones similares sobre los efectos del Estado y el papel del proletariado en los movimientos de cambio social. En 1848, Marx y Engels publicaron El manifiesto comunista. Marx fue testigo del desarrollo del capitalismo: vio cómo este sistema transformaba a una minoría de burgueses en capitalistas y a una gran parte de la población en obreros industriales, dando origen al proletariado urbano. Marx empleó el término conflicto de clase para referirse al conflicto que enfrenta a las clases sociales, centrado en la distribución de los recursos económicos y políticos de la sociedad. El conflicto entre las clases no es, entonces, algo novedoso, algo que haya traído el capitalismo.
Para Marx, la historia de la humanidad es la historia de cómo las personas satisfacen sus necesidades, las relaciones que establecen con otras personas, con los instrumentos de trabajo y con lo producido, con los productos de su trabajo. Marx observa que la historia de la humanidad es una historia de enfrentamientos entre grupos antagónicos; denomina a este enfrentamiento lucha de clases.
Una idea central en el pensamiento de Marx es la idea del conflicto social, que se refiere a los conflictos que enfrentan a distintos segmentos de la sociedad por los recursos disponibles. Para Marx, el conflicto social es, en su forma básica, el conflicto que enfrenta a las clases sociales entre sí: a los propietarios de los bienes económicos y a los trabajadores. En términos de Marx, el sistema económico transforma a una minoría de la población en capitalistas. El objetivo de un capitalista es la obtención de beneficios económicos, lo que se consigue vendiendo un producto a un precio mayor que el costo de producción. Por otro lado, el capitalismo transforma a la mayoría de la población en trabajadores industriales, a los que llamó proletarios, personas que venden su fuerza de trabajo a los capitalistas, trabajando para ellos en sus fábricas. Las sociedades se componen de instituciones sociales, definidas como las esferas más significativas de la vida social, encargadas de satisfacer las necesidades básicas de las personas. En su análisis de la sociedad, Marx pensaba que la economía, las instituciones económicas, influían en gran medida en otras esferas de la vida social. Otras instituciones sociales, como la familia, el sistema político o la religión, construidas sobre la base económica, forman lo que Marx llamó la superestructura. La forma y el funcionamiento de estas otras instituciones están gobernados por lo que ocurre en la esfera económica. Marx rechaza la visión del mundo del capitalismo como falsa conciencia, que es todo tipo de explicación o justificación de los problemas sociales como individuales y no como problemas originados en el mismo funcionamiento de la sociedad.
Marx empleó el término conflicto de clase para referirse al conflicto que enfrenta a las clases sociales, centrado en la distribución de los recursos económicos y políticos de la sociedad. El conflicto entre las clases no es, entonces, algo novedoso, algo que haya traído el capitalismo.
El trabajador, como no es propietario de los instrumentos de trabajo ni del capital, no percibe como propio lo que ha producido y por lo cual recibe un salario. El producto de su trabajo no le pertenece, le es enajenado porque vendió su fuerza de trabajo por la paga que les permitirá vivir a él y a su familia. Los hombres alienados no se ven como personas libres, sino como objetos que los capitalistas usan cuando los necesitan y de los que se desprenden cuando no los necesitan.