Portada » Biología » Sistema Límbico y Neurotransmisores: Comprendiendo las Emociones y la Razón
El nivel coccígeo puede interpretar ciertos instintos con cierto grado de complejidad. Sin embargo, si el grado de complejidad del estímulo supera su capacidad, este no lo interpreta y lo envía al siguiente nivel. La capacidad de discriminar la complejidad del estímulo varía; por ejemplo, si el coxis puede responder hasta una complejidad de 10 y el estímulo tiene una complejidad de 5, podrá procesarlo. Pero si la complejidad fuera de 15, lo enviaría al siguiente nivel. Los seres humanos somos los únicos seres vivientes en la tierra con 6 capas en el sistema límbico, lo que se relaciona con el nivel de complejidad al que podemos responder.
Podemos entender esto como un arco reflejo: si es bajo, es menos complejo; si es alto, es más complejo. Todo esto tiene afluentes. Antiguamente existía un hipotálamo nulo, después aparece el tálamo y los ganglios basales. El tálamo se convierte en el centro del estímulo y debe haber una respuesta de los ganglios basales. Posteriormente, aparece la corteza, con sus capas granular (células sensitivas), piramidal (células motoras) y plexiforme o molecular (capas superiores que comunican a las otras capas).
Las neuronas de toda la periferia llegan a la corteza, donde se elabora la respuesta. Las capas inferiores se comunican con todos los órganos del cuerpo, mientras que las capas superiores (más externas) se comunican entre sí, entre todos los núcleos de la corteza, lo que se conoce como comunicación horizontal. En las primeras capas se encuentra la respuesta del arco reflejo: estímulo y respuesta, órgano sensitivo, órgano efector, función. Estas capas integran todas las acciones y respuestas con otras sensaciones anteriores, por lo que se les denomina paleocorteza y neocorteza.
La paleocorteza se relaciona con las necesidades del cuerpo, discrimina el estímulo y da una respuesta basada en un principio: agradable o desagradable, me gusta o no me gusta. En cambio, la neocorteza determina si algo es bueno o malo. A la forma de responder en función a me gusta o no me gusta se le llama emoción, mientras que a la forma de responder en función a bueno o malo se le llama razón.
En la fisiología, cada parte de la corteza cerebral tiene una función específica. La pre-rolandica tiene la función sensitiva, la parietal se encarga de la parte auditiva y del lenguaje, y la occipital se ocupa de la parte visual. Toda la información que percibimos se integra en un centro integrador de la imagen corporal, ubicado en la corteza frontal, en la parte pre-frontal. Este centro elabora la respuesta, tanto fisiológica como relacionada con la memoria.
Todo lo que percibe nuestro cuerpo se dirige al centro de la imagen corporal y se envía al centro integrador en la corteza pre-frontal para elaborar la respuesta. El centro integrador de la respuesta interactúa con la memoria, ya que recibe información del estímulo actual y la integra con recuerdos de experiencias previas con ese tipo de estímulo. Es un proceso de retroalimentación.
Los neurotransmisores excitadores son glutamato y aspartato, mientras que los inhibidores son GABA y glicina. El GABA tiene tres tipos de receptores: GABA-A, B y C. El A es ionotropico rápido, el B es ionotropico lento y el C es metabotropico. Cuando hay una respuesta neuronal, existen respuestas inmediatas, mediatas y a largo plazo. La inmediata se da a través del GABA-A, la mediata a través del GABA-C y la de largo plazo a través del GABA-B.
El Glutamato tiene tres tipos de receptores: NMDA, AMPA y KAINATO. El ácido aspártico o aspartato, al ser aminoácidos con carbonos asimétricos, pueden ser dextrógiros o levógiros. Si el aspartato es dextrógiro, se le llama T-Aspartato, y si se le quita un hidrógeno y se le pone un grupo metil, sería N-Metil De Aspartato. La Histamina tiene tres receptores: tipo 1, 2, 3.
El AMPA es el primero de los receptores de glutamato. El NMDA no funciona mientras la membrana post-sináptica no esté despolarizada, ya que está bloqueado por el magnesio. Sin embargo, si el AMPA se une primero y despolariza la membrana, el magnesio se separa y permite la entrada del NMDA. El NMDA es importante para la potenciación a largo plazo o la inhibición a largo plazo, lo que demuestra la plasticidad neuronal.
Si estimulamos constantemente nuestro cerebro, el NMDA comienza a generar mayor membrana neuronal, mayor cantidad de receptores y dendritas, y mayor velocidad de conducción, lo que aumenta la agilidad mental.