Portada » Economía » Sistema Financiero Español: Entidades de Crédito, Regulación y Supervisión
El sistema financiero es un conjunto ordenado de instituciones, mercados, instrumentos financieros y técnicas operativas, cuyo objetivo principal es garantizar los medios de pago, fomentar el ahorro y canalizar los recursos hacia una asignación eficiente. Facilita la conexión entre agentes económicos (empresas, particulares y administraciones) mediante activos financieros, que son instrumentos o contratos utilizados en estas transacciones.
Los activos financieros poseen tres características fundamentales:
El Derecho del Sistema Financiero comprende el conjunto de normas públicas y privadas que regulan la constitución, organización y actividad de las entidades financieras. Este marco normativo rige:
Los objetivos principales de este derecho son proteger a los depositantes y velar por la eficacia y estabilidad del sistema financiero.
Los principales actores del sistema financiero son:
Las entidades de crédito desempeñan la actividad de intermediación financiera mediante la captación de depósitos y la concesión de créditos. Aunque tradicionalmente esta actividad se identificaba con la banca, hoy día incluye a otras instituciones como cajas de ahorros, cooperativas de crédito y el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Las entidades de crédito se clasifican según varios criterios:
Todas las entidades de crédito están sujetas a estrictos controles debido a su importancia económica y social. Es esencial garantizar la seguridad de los depósitos, y el sistema financiero influye directamente en la estabilidad económica del país.
Razones principales para la supervisión:
La autorización para operar como entidad de crédito requiere cumplir estrictos requisitos legales. Dicha autorización, otorgada por el Banco Central Europeo a propuesta del Banco de España, incluye la evaluación de los estatutos, actividades previstas, socios fundadores, consejo de administración y la obligación de realizar un depósito inicial equivalente al 20% del capital social.
Las cajas de ahorros son entidades de crédito que destacan por su carácter fundacional y su finalidad social, según la Ley 26/2013, de 27 de diciembre, y normativa autonómica, como la Ley del Principado de Asturias 2/2000, de 23 de junio. Su naturaleza mixta las convierte en una figura única dentro del sistema financiero.
Aunque poseen características de fundaciones (ausencia de socios y no distribución de beneficios), operan también como empresas. Los beneficios se destinan a aumentar su patrimonio fundacional, cumpliendo un ánimo de lucro objetivo. Tienen un marcado carácter social, orientando su actividad financiera hacia clientes minoristas y pequeñas y medianas empresas (pymes).
Debido a su doble naturaleza, las Cajas de Ahorros deben inscribirse en el Registro Mercantil y están sujetas a la normativa empresarial, incluyendo contabilidad mercantil y contratos. También están sometidas al mismo nivel de control y supervisión públicos que otras entidades de crédito.
Su estructura organizativa es compleja y se compone de:
Las cooperativas de crédito son entidades de crédito con estructura cooperativa o mutualista, diseñadas para satisfacer las necesidades financieras de sus socios y, en ocasiones, de terceros. Destacan las Cajas Rurales, cuyo objetivo principal es prestar servicios financieros en el medio rural.
Están sujetas a una regulación compleja debido a conflictos de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Según el artículo 149.1.6ª y 11ª de la Constitución Española, la legislación mercantil y la ordenación del crédito, banca y seguros son competencias exclusivas del Estado. El artículo 149.3 CE permite a las Comunidades Autónomas desarrollar normativas específicas sobre cooperativas (Ley 4/2010, de 29 de junio, en Asturias). A nivel estatal, están reguladas por la Ley 13/1989, de 26 de mayo, y su reglamento (Real Decreto 84/1993, de 22 de enero).
El número de socios es ilimitado, y su responsabilidad se limita al valor de sus aportaciones. Para operar, requieren autorización administrativa previa, asegurando el cumplimiento de las mismas exigencias regulatorias que otras entidades.
Las cooperativas de crédito combinan los principios de cooperación y mutualidad con los estándares de las entidades de crédito, siendo fundamentales para atender a sus socios y a sectores específicos, como el rural.
El Banco de España, fundado en 1874, se transformó en 1962 en una fundación de derecho público. Es la autoridad rectora y supervisora de las entidades de crédito en España y forma parte del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), presidido por el Banco Central Europeo (BCE). El BCE asumió en 2014 competencias de supervisión y formula y ejecuta la política monetaria de la Unión Europea. El Banco de España está regulado por la Ley 13/1994, de Autonomía del Banco de España, modificada por la Ley 12/1998.
El Banco de España ejerce un papel crucial en la regulación y supervisión del sistema financiero español, garantizando su buen funcionamiento y alineación con los objetivos del SEBC y el BCE.