Portada » Lengua y literatura » Romanticismo, Realismo y Naturalismo en la Literatura Española del Siglo XIX
El Romanticismo se inicia con la derrota de Napoleón en 1815 y la restauración de las monarquías absolutas. La Santa Alianza, mediante el principio de mutuo auxilio, invade España en 1823 para derrocar el régimen liberal que había triunfado en 1820. Este sistema político se mantuvo hasta 1830, cuando en Francia se produce una revolución que derroca al rey Carlos X e instaura la monarquía liberal y burguesa de Luis Felipe. La Revolución de 1830 dio impulso a las corrientes liberales. La cultura romántica, al exaltar el idealismo y rechazar la mentalidad capitalista, se distancia de las transformaciones sociales y económicas.
El Romanticismo es un movimiento cultural complejo y amplio. Como expresión de una intensa crisis social, presenta actitudes contradictorias. En una sociedad cada vez más materialista y tecnificada, algunos románticos añoran la sociedad medieval y el Antiguo Régimen, mientras que otros optan por el progreso y el liberalismo radical. Se caracteriza por:
El desarrollo del Prerromanticismo en las últimas décadas del siglo XVIII se vio frenado: primero por la Guerra de la Independencia y después por el restablecimiento del absolutismo por Fernando VII, quien perseguía a los liberales y reprimía la vida cultural. Durante su reinado, muchos intelectuales se exiliaron a Francia o Inglaterra. El Romanticismo no pudo triunfar en España hasta la muerte del rey y la consiguiente rehabilitación de los liberales. De esta manera, se produjo una coincidencia entre la implantación del liberalismo y el triunfo del Romanticismo. La primera obra romántica fue La conjuración de Venecia, de Francisco Martínez de la Rosa. La pieza trata de la lucha de los defensores de la libertad contra un tirano. El Romanticismo español duró una década (1834-1844). A partir de 1844 y hasta 1868 se desarrolla el Posromanticismo, en el que la literatura va evolucionando hacia el Realismo.
El Realismo tiene su origen en el movimiento revolucionario de 1848. La monarquía de Luis Felipe es derrocada y sustituida por un régimen republicano. En la segunda mitad del siglo se produce el abandono del espíritu revolucionario por parte de la burguesía, que busca estabilidad y moderación. El crecimiento de la industria aumenta la población en las grandes ciudades. Inglaterra y Francia se expanden en África y Asia. España vivirá todos estos fenómenos sociales con retraso. La revolución de 1868 pretendió impulsar un proceso democrático, pero fracasó, y en 1875 se restableció la monarquía borbónica, iniciando el período de la Restauración. El lento desarrollo económico y la modernización dan lugar al surgimiento de la novela realista española.
En el siglo XIX, la investigación científica experimenta grandes progresos. La teoría de la evolución de Darwin, que explica la evolución de la vida en la Tierra, es fundamental. En 1871, Darwin publica El origen del hombre, donde considera a los primates antepasados del ser humano. En el campo técnico, aparecen el telégrafo, la aspirina, el barco de vapor, el acero… Estos avances proporcionan prestigio a la ciencia. El pensamiento científico influye en las ciencias humanas. Karl Marx, con el marxismo, estudió en El Capital la historia del capitalismo y los conflictos sociales, la lucha de clases. La revolución proletaria daría lugar a un sistema social sin clases. El marxismo se convierte en la ideología del movimiento obrero.
La burguesía sustituye el ideario romántico por una mentalidad realista. La realidad social se describe tal y como es. Características:
Se expresa por medio de la novela, el género más apto para describir la realidad social. El escritor realista se limita a describir el mundo de la burguesía y de la clase media.
En el último tercio del siglo XIX se desarrolla en Francia el Naturalismo, creado por Émile Zola, quien, inspirado en los métodos de las ciencias experimentales, pretende que el novelista actúe como un científico. Se trata de estudiar a los personajes y describirlos con exactitud científica, mostrando que su conducta está determinada por su herencia genética y el ambiente social en que viven. La novela intenta convertirse en un documento con valor sociológico. El escritor naturalista imita el método científico. Utiliza descripciones muy detalladas y explica el comportamiento de los personajes apoyándose en la psicología y la medicina. Los personajes están marcados por taras físicas y psíquicas de carácter hereditario.
La poesía lírica es el género más apto para la expresión de los sentimientos. Triunfó en:
La poesía romántica se divide en dos clases:
A mediados del siglo XIX, la poesía romántica muestra síntomas de agotamiento. La reacción contra el sentimentalismo romántico se produce desde posiciones diversas:
A partir de la Oda a la Pàtria, de Bonaventura Carles Aribau, el catalán volvió a ser utilizado en la literatura culta. Jacint Verdaguer, el poeta más importante, trató temas intimistas. Su poesía épica más famosa son L’Atlàntida y Canigó.
Rosalía de Castro, nacida en Santiago de Compostela, escribía en gallego (Cantares gallegos y Follas novas, que supusieron el renacimiento de la poesía tradicional gallega) y en castellano (En las orillas del Sar, que constituye un enlace entre la poesía becqueriana y la modernista). Su estilo es sencillo y directo. Creó nuevas estrofas, basadas en la asonancia. Fusiona los sentimientos personales con la descripción del paisaje.
En sus poemas líricos, Espronceda trata la defensa de los marginados (Canción del pirata, El mendigo, El reo de muerte) o sus ideales políticos (Al dos de mayo). También expresa la lamentación por la juventud perdida (A una estrella, A Jarifa en una orgía). Su estilo poético se caracteriza por un verso rítmico y sonoro, con contrastes violentos e innovaciones sorprendentes. Su musicalidad lo ha hecho muy famoso. En cuanto a sus poemas narrativos, destaca El estudiante de Salamanca, ambientada en el siglo XVII y protagonizada por Félix de Montemar, un personaje donjuanesco. Félix seduce y abandona a Elvira, que muere de dolor. Una noche, Félix vislumbra a una dama vestida de blanco que pasea por las calles. La va persiguiendo hasta que, horrorizado, descubre que es el esqueleto de doña Elvira. El fantasma lo arrastra a los infiernos en un torbellino. La obra consta de 1704 versos, divididos en cuatro partes desiguales. Se utilizan romances, octavillas, octavas reales, serventesios, décimas, con un estilo efectista y grandilocuente. El diablo mundo es una mezcla de distintos géneros. El tono oscila bruscamente entre lo sublime y filosófico y lo grotesco y vulgar. Su intención ideológica es mostrar a un hombre bueno que se convierte en egoísta y malvado por influencia de la sociedad. Adán es un sabio que rejuvenece y se convierte en un joven con alma infantil. Pronto irá descubriendo la maldad humana, aleccionado por un viejo delincuente. La segunda parte, el Canto a Teresa, recuerda las apasionadas relaciones que mantuvo con su amada.
Bécquer nació en Sevilla. Sus Rimas son una serie de poemas cortos, divididos en cuatro apartados temáticos: la poesía y la inspiración poética, el amor ilusionado, el fracaso amoroso y el desengaño, la soledad y la muerte. Su estilo es sencillo, creando estrofas nuevas con rima asonante. Trata temas íntimos, influido por la lírica romántica alemana y las canciones populares andaluzas. Su influencia posterior fue enorme. En sus obras en prosa, las Leyendas, encontramos relatos fantásticos ambientados en la Edad Media. Expresa, mediante una prosa cuidada, sus obsesiones íntimas. Son conocidas El monte de las ánimas, Los ojos verdes, etc.
Ambientada en épocas pasadas, especialmente en la Edad Media. Su creador fue Walter Scott, conocido por Ivanhoe, que narra las luchas entre sajones y normandos en la Inglaterra del siglo XII. En España no se produjeron obras de gran calidad. El señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco, es la más destacada, narrando una historia de amor ambientada en medio de los conflictos que condujeron a la disolución de la Orden de los Templarios en el siglo XVI.
Trata de la sociedad contemporánea, describiendo costumbres populares, personajes y oficios típicos del país. Critica las tendencias modernas y evoca la nostalgia de los usos antiguos. El principal costumbrista fue Ramón Mesonero Romanos, con sus Escenas matritenses.
La Fontana de Oro, de Galdós, se considera la primera obra realista, publicada en 1870. Describe la profunda transformación de la sociedad española durante la Restauración. Los defensores de las ideas progresistas chocan con los tradicionalistas. Este conflicto ideológico se refleja en la narrativa. La Generación del 68 está formada por un conjunto de novelistas que publican entre 1874 y 1884: José María de Pereda (Peñas arriba), Juan Valera (Pepita Jiménez), Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas “Clarín”, Emilia Pardo Bazán. El Realismo español marca una tendencia regionalista.
A partir de 1882, el Naturalismo se desarrolla en España. Los sectores conservadores lo consideraban inmoral y opuesto al catolicismo. Emilia Pardo Bazán lo defendió en La cuestión palpitante. Destacan Leopoldo Alas “Clarín”, con La Regenta; y Benito Pérez Galdós, con La desheredada.
Como reacción antinaturalista, los grandes escritores ponen el acento en la psicología de los personajes y en sus problemas morales y espirituales.
La inicia Narcís Oller con La papallona, obra novelística de tendencia realista y naturalista.
Periódicos como El Imparcial, El Liberal, El Heraldo de Madrid, etc., cobran gran importancia. La mayor parte de los autores realistas y naturalistas fueron periodistas.
Mariano José de Larra constituye la muestra más importante. El enfrentamiento entre modernidad y tradición creó dos bandos: los pensadores tradicionalistas, como Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés; y los pensadores liberales, como Francisco Giner de los Ríos.
Nació en Madrid. Escribió numerosos artículos periodísticos: artículos de costumbres, que critican la sociedad española de su tiempo, atrasada e inculta; artículos políticos, que atacan con dureza a los carlistas y a los gobiernos liberales; y artículos literarios, con comentarios sobre diversas obras literarias y teatrales. Como crítico se muestra ecléctico en la polémica entre neoclásicos y románticos. Pretende convencer al público, utilizando un estilo directo y sin complicaciones, con un lenguaje muy cuidado. Se sirve de anécdotas y emplea la ironía, como en El día de difuntos de 1836.
Amplia reconstrucción novelada de la historia de España en el siglo XIX. Constan de 46 novelas, agrupadas en cinco series de 10 volúmenes, excepto la última, que tiene 6. La primera serie está protagonizada por Gabriel Araceli, un muchacho que interviene en los principales acontecimientos de la Guerra de la Independencia. La segunda serie comprende los últimos episodios de la Guerra de la Independencia y el reinado de Fernando VII. La tercera serie abarca desde la primera guerra carlista hasta el matrimonio de Isabel II. La cuarta serie comprende el período entre 1846 y 1868, cuando Isabel II es destronada. La quinta serie describe el gobierno provisional y la Restauración.
Tratan la época contemporánea. La Fontana de Oro es su primera obra realista. Todas sus obras de este período tratan del enfrentamiento ideológico que dividía la España de la época. Sus personajes se dividen entre progresistas y tradicionalistas. Marianela narra el trágico idilio entre una chica y un muchacho ciego, que la idealiza mientras desconoce su fealdad.
Las 24 Novelas españolas contemporáneas constituyen un amplio retrato de la sociedad española, donde aparecen todas las clases sociales. Describe a los personajes de manera profunda y compleja, con sus contradicciones. La desheredada trata de una pobre muchacha que enloquece y acaba creyéndose hija de un aristócrata. Fortunata y Jacinta cuenta las relaciones de Juanito Santa Cruz con dos mujeres: Fortunata, su amante de clase baja; y Jacinta, su esposa de clase media. La primera representa el amor apasionado y la segunda el amor sereno y espiritual.
Muestra un creciente interés por los temas morales y espirituales. La incógnita y Realidad marcan un giro en su novela. Destacan también Nazarín y Misericordia.
Nació en Zamora. Su producción literaria incluye numerosos artículos de crítica literaria, dos novelas, varios cuentos y una obra de teatro. Su producción novelística es escasa: La Regenta y Su único hijo. Sus cuentos tienen especial importancia, como Adiós, Cordera!. Su obra maestra es La Regenta.
Después de la muerte de Fernando VII se estrenaron obras de teatro como Macías, de Larra; y Los amantes de Teruel, de Juan Eugenio Hartzenbusch. Dos dramaturgos importantes son el duque de Rivas, cuyo drama rompe con el estilo neoclásico (no sigue las tres unidades, mezcla lo trágico y lo cómico, alterna escenas en prosa y en verso, construye las escenas como cuadros, concediendo gran importancia a los efectos de iluminación y sonido); y José Zorrilla, autor de Don Juan Tenorio.
El Realismo trajo consigo la ambientación contemporánea y la intención moralizante, conocido como alta comedia. Destacan Manuel Tamayo y Baus (Un drama nuevo), Adelardo López de Ayala (El tanto por ciento), José Echegaray (El gran galeoto) y Benito Pérez Galdós (Doña Perfecta).
Se caracteriza por un verso fácil y sonoro, así como por sus temas, enfocados desde una perspectiva patriótica y religiosa. Su obra dramática abarca 30 piezas, entre las que destacan dramas históricos como El puñal del godo y El zapatero y el rey.
Basada en El burlador de Sevilla y El estudiante de Salamanca. Introduce una importante modificación en el argumento clásico: don Juan se enamora sinceramente de doña Inés, una mujer inocente y angelical. Se divide en dos partes: la primera expone la vida libertina de don Juan, la seducción de Inés y su rapto; la segunda, cuando ya ha muerto de pena doña Inés, trata de la transformación que llevará a don Juan a la redención.