Portada » Arte » Retrato ecuestre de marco aurelio
Fue construido para conmemorar la victoria del emperador sobre Majencio en el año 313. En el ático se lee la siguiente inscripción: Al Emperador y César Constantino, el grande, el pío, el afortunado, que por inspiración de Dios, grandeza de espíritu y valor de su ejército, liberó al estado del Tirano y de sus partidarios, el Senado y el Pueblo de Roma dedicaron este arco de triunfoEl arco de triunfo refleja el sentido de la utilización de la arquitectura como testimonio de la grandeza y del poder. El arco reviste tal importancia que se convierte él mismo en monumento. Los arquitectos romanos parten de los monumentos helenísticos, pero mientras que éstos eran concebidos para ser vistos únicamente desde fuera, el arquitecto romano repite dos elementos y los une con un arco, creando un espacio interior por el que se puede realmente pasar.Está construído en mármol y utiliza materiales y piezas de obras anteriores.El arco de Constantino es un monumento de cierta elegancia compositiva, aunque se limita a repetir el tipo ya creado del arco triunfal con tres puertas: una mayor en el centro y dos laterales, con relieves sobre los arcos.Consta de tres partes: podium, arcos enmarcados en pilares y arquitrabe coronado con un ático donde está la dedicatoria.
Nos encontramos ante el único ejemplo conservado de retrato ecuestre realizado en bronce en época romana. Su identificación errónea con el emperador Constantino lo salvó de correr la misma suerte que las esculturas en bronce de otros emperadores que fueron fundidas para reutilizar el metal. En este retrato, el emperador es representado más como un pacificador que como un militar, como un filósofo que como el hombre con mayor poder de su época. El rostro, de mirada serena aunque firme, así como el gesto de levantar la mano transmite la imagen de un hombre que lleva la paz, aunque no la impone a través de las armas, ausentes en la obra. Trata de representar a un hombre que persuade como haría un filósofo más que imponerse por la fuerza como haría un militar. De ahí la representación del emperador siguiendo el modelo de los filósofos estoicos de la época con pelo abundante y rizado y poblada barba, características que se generalizaron a partir del reinado del emperador Adriano, el otro emperador filósofo. Desde el punto de vista plástico, el uso de la barba y el pelo abundante contribuyen a enriquecer el modelado con efectos de luces y sombras, al igual que los numerosos pliegues de túnica y manto, así como la musculatura enérgica del pecho del caballo.Sabemos que la escultura no ha llegado tal como fue concebida originalmente, de manera que a la escultura del emperador y del caballo se añadía una tercera, situada bajo la pata levantada del caballo, que representaba a un bárbaro vencido, y de cuya existencia sabemos gracias a una descripción medieval realizada en el año 1140 por lo que deducimos que, al menos hasta esa fecha, el grupo escultórico se conservó intacto. Esta tercera escultura inexistente completaría la representación del emperador como pacificador del imperio, en una época en el que éste comenzaba a verse seriamente amenazado en su frontera oriental por las incursiones de los pueblos bárbaros a los que tuvo que dedicar gran parte de sus esfuerzos militares este emperador.Nos encontramos, por lo tanto, ante una escultura que presenta una clara finalidad propagandística de manera que recurre a la representación idealizada del emperador. Todo en ella está sabiamente estudiado, el gesto del emperador y la actitud del caballo para transmitir seguridad, grandeza, a la vez que veracidad y nobleza en un emperador que sabe ser enérgico en la guerra como magnánimo en la paz.
Los cambios en la tipología del teatro griego al romano (mayor desarrollo de la escena en detrimento de la orquesta…), tienen que ver con el significado que tienen las representaciones en cada cultura. En Roma, el teatro es un acontecimiento civil, donde se acude a contemplar obras exclusivamente literarias, lo que difiere del sentido religioso que se le concedía en Grecia. Inspirado en el de Pompeyo, el teatro de Mérida constituye uno de los mejores ejemplos conservados de los teatros romanos. La orquesta es semicircular, y tras la escena se levanta un pórtico con columnas corintias y fustes monolíticos que proporcionan un escenario a la representación. Presentaba un diámetro total de 96 m. mientras que el diámetro de la orchestra era de 30 m. El teatro fue donado por Agripa, según epígrafe, en 16-15 a.C.; la escena sería reconstruida a fines del siglo I d. C. o principios del II, recibiendo algunos retoques en 333-337, según inscripción. Podría contener 6.000 espectadores.Se conoce con mucha exactitud su parte decorativa: la cavea estaba revestida de sillares de granito; la orchestra, rodeada por sus gradas y su balteus de mármol blanco, tenia el suelo cubierto con losas cuadradas de mármol azulado, con bandas rojas entre ellas; la frons scaenae mostraba un zócalo de placas rojizas, columnas azuladas, y cornisas, capitales y estatuas blancos. Todos los materiales proceden de canteras próximas.