Portada » Economía » Reputación Corporativa y Modelos de Gestión en la Minería: Claves para el Éxito
Un paradigma económico es un conjunto de creencias, valores y técnicas que conforman una red consistente de teorías compartidas por una comunidad (científica, económica, ecológica, política, etc.) en un momento dado. Estos paradigmas son difíciles de cambiar, ya que se basan en creencias arraigadas. El cambio se produce cuando un paradigma deja de funcionar. Ejemplos de paradigmas incluyen el calentamiento global, la creencia en una recesión mundial y el capitalismo.
El modelo contemporáneo de acumulación de riquezas, que sustituye al viejo capitalismo industrial, se conoce por varios nombres:
Un ejemplo de cambio de paradigma es el accidente de los 33 mineros en Chile, que modificó la reputación de la mina San José.
La Reputación Corporativa es el nivel de estima o admiración que los grupos de interés (stakeholders) tienen por una empresa después de compararla con sus competidores. Es el resultado del comportamiento de la empresa a lo largo del tiempo y describe su capacidad para generar valor para dichos grupos. Se considera el activo intangible más relevante para crear confianza y fidelización. De hecho, el 67% del valor de las empresas proviene de activos intangibles como la reputación y el conocimiento del capital humano (Brand Finance, 2004).
Una buena reputación corporativa permite:
Una empresa con baja reputación corporativa se arriesga a lo opuesto: cobertura desfavorable, sobrerregulación, menor fidelización, menor productividad, menor valor, etc.
La reputación se compone de siete drivers principales:
Los tres primeros (gobierno corporativo, calidad de vida laboral y medio ambiente) representan casi el 50% de la reputación de una empresa. Un ejemplo de compañía que monitorea la reputación corporativa es Merco (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa). En su ranking de 2016 en Chile, destacan empresas mineras como:
El negocio minero chileno enfrenta altas y crecientes presiones que aumentan las exigencias sobre su capacidad de gestión.
Un modelo de gestión es un conjunto de prácticas, instrumentos y métodos que la empresa utiliza para administrarse (planificar, organizar, dirigir y controlar). Puede ser la piedra angular para alcanzar el éxito frente a los desafíos de la industria.
Para maximizar el rendimiento de los recursos y obtener el mayor valor posible, el modelo de gestión es fundamental. Debe tener tres atributos esenciales:
Debe tener una mirada holística, estableciendo una comunicación fluida entre las herramientas y reduciendo interferencias. Una visión integral, que reconozca la existencia de un único modelo de gestión, permite mayor difusión y transparencia. Por ejemplo, alinear el sistema de innovación con otras prácticas, como la eficiencia de las operaciones.
Debe ser simplificado para enfocarse en las prioridades de la organización. Se deben estandarizar prácticas y políticas de acuerdo con la estrategia corporativa, utilizando benchmarking, rankings e intercambios entre divisiones o unidades de negocio. La simpleza debe aplicarse a indicadores, procedimientos, bases de datos, etc.
La información debe estar disponible en tiempo real para tomar decisiones oportunas y efectivas. Esto implica considerar, desde el diseño del modelo, la claridad de los requerimientos de los reportes, la simplificación de las fuentes de información y bases de datos, y la definición de indicadores y sus vistas.
La administración de las empresas mineras debe enfocarse en el diseño, implementación y ejecución de un modelo de gestión integral, simple y *on line*. Este modelo debe ser el inductor de una gestión de clase mundial, con el nivel de excelencia necesario para enfrentar los desafíos de la industria.