Portada » Filosofía » René Descartes: Biografía, Filosofía y Legado
El texto proporciona una introducción al pensamiento y la vida de René Descartes, destacando su papel como el primer gran filósofo de la Edad Moderna y el padre del Racionalismo. Nacido en Francia en 1596, Descartes recibió una educación jesuita y se licenció en Derecho antes de establecerse en Holanda en 1629, donde pasó el resto de su vida. En 1649, se trasladó a Estocolmo por invitación de la reina Cristina de Suecia, donde murió en 1650.
En el siglo XVI, la Reforma Protestante liderada por Martín Lutero desafió las creencias de la Iglesia Católica. A diferencia del optimismo del Renacimiento, la teología de Lutero resaltaba la debilidad humana y la necesidad de la gracia divina para salvarse. Esta visión pesimista se vio reflejada en el arte barroco, que prefería lo excesivo y desmedido sobre la armonía del Renacimiento. Además, la revolución científica liderada por Copérnico y Galileo cuestionó la idea de que la Tierra era el centro del universo, lo que influyó en Descartes mientras buscaba una explicación lógica y matemática para entender el mundo.
Descartes fue un innovador en la época moderna. Su obra principal, «El Discurso del Método», no solo trató temas científicos, sino que también ofreció una historia personal y estableció reglas para el pensamiento racional. Aunque se considera único en su época, Descartes también se inspiró en filosofías anteriores, como el escepticismo y el agustinismo, que se revivieron con la reforma de Lutero. Su mayor contribución fue su método de duda y su énfasis en la razón para alcanzar la verdad. Su famoso «Pienso, luego existo» refleja su enfoque en la mente humana como punto de partida para el conocimiento. Además, su trabajo en geometría analítica, inspirado por una observación casual, tuvo un gran impacto en las matemáticas y la física.
Descartes propuso un método riguroso para alcanzar verdades firmes e indudables en su «Discurso del Método». Este método se basa en la razón y se divide en cuatro etapas:
Según Descartes, la razón puede emplear la intuición y la deducción para captar conocimientos, donde la intuición proporciona verdades evidentes y la deducción conlleva un proceso más complejo. Descartes también defendió la unidad de las ciencias, argumentando que todas son aspectos de una única realidad y pueden ser estudiadas con un mismo método.
El énfasis de Descartes en el sujeto como punto de partida para la reflexión filosófica marcó un cambio fundamental en el pensamiento. Su duda metódica cuestionó todas las creencias basadas en la experiencia sensorial y la tradición. Al proponer el «Cogito, ergo sum» (Pienso, luego existo) como verdad indudable, Descartes estableció la existencia del yo como un principio absoluto y el fundamento del conocimiento. Su desconfianza en los sentidos y en la capacidad de la razón humana para cometer errores llevó a la hipótesis del genio maligno, planteando la posibilidad de que todo fuera una ilusión.
Descartes demostró la existencia de Dios a través de la idea innata de un ser infinito y perfecto. Argumentó que la idea de Dios no podía ser adventicia ni facticia, y que solo podía haber sido colocada en la mente por un ser infinito. Dios, como ser perfecto, garantiza la verdad y la realidad del mundo exterior. También explicó el origen del error como un fallo de la voluntad al aceptar ideas oscuras y confusas.
En cuanto a la metafísica cartesiana, Descartes identificó tres tipos de sustancias:
Esta distinción dio lugar al dualismo antropológico, que separa el cuerpo (materia) y el alma (mente). Según Descartes, el alma es inmaterial, libre e inmortal, mientras que el cuerpo está sujeto a las leyes físicas y al determinismo. La interacción entre cuerpo y alma plantea un desafío filosófico importante en la obra de Descartes.
La relación entre Descartes y Ortega y Gasset muestra similitudes y diferencias en términos de razón, sujeto, conocimiento y duda.
En resumen, la relación entre Descartes y Ortega y Gasset revela una confrontación entre la razón abstracta y la razón vital, el sujeto universal y el sujeto concreto, el conocimiento absoluto y el conocimiento perspectivista, y la duda metodológica y la duda vital.