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Sacramento de las iglesias cristianas que consiste en consagrar el pan y el vino (memorial de la muerte y resurrección de Jesús) y en su distribución entre los fieles.También conocida como una Ceremonia religiosa de la iglesia católica en la que se celebra el sacramento de la eucaristía y se hace el memorial de la muerte y la resurrección de Jesús; consta de una primera parte en la que se leen las lecturas bíblicas del día y el sacerdote hace la homilía y una segunda parte en la tiene lugar la consagración del pan y del vino y se reparte la comunión.
La primera etapa está la experiencia directa (vida de Jesús) de los discípulos que vivieron con Jesús y fueron sus testigos presenciales. Jesús los había enviado no a escribir, sino a predicar lo que habían visto y oído. Esta etapa se llevó a cabo entre los años 1 y 30, cuando es condenado y crucificado por los romanos.
La segunda etapa comprende la fase de predicación (transmisión oral) que se llevó a cabo después de la muerte y la resurrección de Jesús hasta el año
65 aproximadamente, antes de la destrucción de Jerusalén (año 70). A Jesús se lo proclamó como Cristo y Mesías, el Señor, el Salvador, el Hijo de Dios, iluminando su persona y su obra a la luz del Antiguo Testamento. Van surgiendo pequeñas comunidades.
La tercera etapa se dio cuando las comunidades cristianas empezaron a preocuparse en establecer por escrito (se escriben algunos textos) los recuerdos y enseñanzas de Jesús, que ya conocían. Unos discípulos que no habían visto ni oído a Jesús se dedicaron a esta tarea, sobre la base de los testimonios que habían dejado los apóstoles.
La cuarta etapa, se llega finalmente a la redacción propiamente dicha de los evangelios (se escriben los evangelios), tal como los conocemos: el evangelio de Marcos alrededor del año 65, los de Mateo y Lucas entre los años 80 y 90, el de Juan alrededor del año 100. Las redacciones conservan los rasgos y géneros literarios de los anuncios orales. Al escribirlos tienen en cuenta los problemas y necesidades de las comunidades a las que se dirigen.
Jorge Mario Bergoglio, electo Sumo Pontífice el 13 de Marzo del 2013, nacíó en la capital Argentina el 17 de Diciembre de 1936 . Se diplomo como técnico químico y eligió luego el camino del sacerdocio, entrando en el seminario diocesano de Villa Devoto. El 11 de Marzo de 1958 pasó al noviciado de la Compañía de Jesús. Completó los estudios de humanidades en Chile y en 1963, al regresar a Argéntina, se licenció en filosofía en el Colegio San José, de San Miguel. El 13 de Diciembre de 1969 recibíó la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano. Prosiguió la preparación en la Compañía de 1970 a 1971 en Alcalá de Henares (España), y el 22 de Abril de 1973 emitíó la profesión perpetua. De nuevo en Argéntina, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología, consultor de la provincia de la Compañía de Jesús y también rector del Colegio. El31 de Julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina, tarea que desempeñó durante seis años. Después reanudó el trabajo en el campo universitario y entre 1980 y 1986 es de nuevo rector del colegio de San José, además de párroco en San Miguel. En Marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral. Es el cardenal Antonio Quarracino quien le llama como su estrecho colaborador en Buenos Aires. Así, el 20 de Mayo de 1992, Juan Pablo II le nombra obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de Junio recibe en la catedral la ordenación episcopal de manos del purpurado. Como lema elige Miserando atque eligendo “lo miró con misericordia y lo eligió” y en el escudo incluye el cristograma IHS, símbolo de la Compañía de Jesús. El 3 de Junio de 1997 fue promovido como arzobispo coadjutor de Buenos Aires.Antes de nueve meses, a la muerte del cardenal Quarracino, le sucede, el 28 de Febrero de 1998, como arzobispo, primado de Argéntina. El 6 de Noviembre sucesivo fue nombrado también Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en el país y desprovistos de Ordinario del propio rito.En Octubre de 2001 es nombrado relator general adjunto para la décima asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos, dedicada al ministerio episcopal, encargo recibido en el último momento en sustitución del cardenal Edward Michael Egan, arzobispo de Nueva York, de presencia necesaria en su país a causa de los ataques terroristas del 11 de Septiembre.El primer papa latinoamericano y también el primero jesuita. Jorge Mario Bergoglio ha sido elegido este 13 de Marzo de 2013 nuevo Papa .
Cuando un cristiano no se desconcierta o encierra en medio de la crisis, sino que trata de ser fiel en ella a su fe, y a la vez salir renovado, como entreviendo una nueva etapa, abríéndose al futuro, es que entiende la fe como una vocación de progreso. Cuando esa crisis se llama Revolución francesa, y ese cristiano es un sacerdote de Burdeos, llamado Guillermo José Chaminade, tenemos ante nosotros una creación eclesial original y compleja: la «Familia Marianista», basada en uno de los primeros movimientos modernos de apostolado seglar (La Congregación de la Inmaculada. 1800), y en dos congregaciones religiosas: las «Hijas de María Inmaculada» (1816), y la «Compañía de María» (1817). Chaminade se comporta paradójicamente, en medio de la revolución, no como un nostálgico de lo que se está perdiendo, sino como un profeta de lo que está llegando, de lo que Dios quiere. Acertadamente dijo de él Juan XXIII, cuando declaró sus virtudes heroicas: «Con toda justicia se le considera como un pionero y un precursor». Chaminade intuye los signos de los tiempos, el cambio social y de valores que provoca la Revolución, y responde cristianamente: da un sí a la Libertad como apertura y encarnación, como estilo de tolerancia y respeto a la conciencia personal, con sentido de adaptación; da un sí a la Igualdad creando una congregación religiosa en la que laicos y sacerdotes trabajan unidos con los mismos derechos y deberes, en un proyecto común y complementario; da un sí a la Fraternidad, impulsando la creación de verdaderas comunidades de fe, vida y misión, de seglares, de religiosas y religiosos, imprimiendo en ellas el sello de la sencillez, la cordialidad, el espíritu de familia. Toda su espiritualidad se puede resumir en el misterio de la Encarnación: vivir de la fe, como María, para acoger como Ella, la Palabra que viene a nuestras vidas, que toma carne. El «espíritu de María», su estilo evangélico de caminar, nos impulsa a formar en nosotros la persona de Jesucristo, y nos lleva siempre a escucharle, a creer en El, y a actuar haciendo vida su palabra: «Haced lo que El os diga». Encarnación misionera en nuestro mundo de hoy.
Los marianistas ahora, Guillermo José Chaminade y Adela de Trenquelléon, fundadores de la Familia marianista, dejaron tras de sí una estela profunda en la comunidad eclesial. El río de vida que ellos recorrieron llegó al mar, pero desde ahí se expandíó su carisma por el mundo. Su espíritu continúa vivo en muchos hombres y mujeres, que en más de treinta países del mundo forman parte de los dos Institutos religiosos, la Compañía de María y las hijas de María, y de las Comunidades Laicas Marianistas, movimiento seglar heredero de la Congregación de la Inmaculada. Queriendo tener a Cristo como centro de la vida, quieren vivir de la fe, formados por María, y comprometidos en una comunidad de misión. Ese es el carisma marianista, don de Dios a la Iglesia, y testimonio de que hoy como ayer también es posible vivir en toda su profundidad y alegría el Evangelio de Jesús.
Había nacido Jakob (Santiago) Gapp en Wattens (Tirol austríaco) el 26 de Julio de 1897. De una familia obrera pobre y cristiana, era el último de siete hijos. Sacrificándose, le dieron todos los estudios posibles. En 1914 estalla la “guerra europea”, o Mundial I, como la llamamos ahora. En 1915 Italia ataca a Austria, y Jakob con sus 18 años va al frente de batalla. Es herido y condecorado con una medalla al valor. Al final de la contienda, derrotada su patria, es hecho prisionero. Sufre nueve meses de cautiverio antes de regresar a casa en 1919. Son meses amargos en los que la utopía marxista, ese bolchevismo que parecía haber hecho en Rusia la revolución social definitiva, seduce su alma generosa y llena de deseos de justicia. Desolación de su madre al ver a su “pequeño” alejado de Dios y de la Iglesia. Como una nueva Mónica, consigue del Señor su conversión. En el mes de Mayo de 1939 pasa a España. La Guerra Civil ha terminado y los marianistas, que tienen que volver a poner en marcha sus obras, dan la bienvenida a varios religiosos austríacos. Para hacerse más cercano, traduce su nombre y se hace llamar padre Santiago. Será profesor y capellán en los colegios de San Sebastián y Valencia. Sufre con las noticias que le llegan de Austria, siente la nostalgia de la patria ausente y entregada a una sistemática descristianización. Nueve meses de cárcel en Berlín: No lo enviaron a ningún campo de concentración. Le hicieron un juicio exhaustivo. Unas respuestas claras y valientes. El mismo Dr. Neuhaus quedó impresionado. Declaró largamente en la Causa de Beatificación. Y nos dice que el texto de los interrogatorios, firmado libremente por Gapp, fue a parar al despacho de Himmler, el jefe supremo de la Gestapo, que exclamó: “Con un millón de hombres como Gapp, pero de nuestra ideología, dominaremos el mundo”.
El 13 de Agosto de 1943, después de recibir la notificación de su ejecución, pidió escribir unas cartas. Se lo concedieron. Escribíó dos: una a su familia y otra al padre Jung, que había sido su superior en Austria y ahora ejercía de superior general de los marianistas.
En la primera carta en resumen escribe saludos a sus familiares y les cuenta porque la está escribiendo (porque su muerte había llegado)
En la segunda carta le dice a su padre sacerdotal de Austria lo que había hecho y le cuanta con detalles su momento de estar junto a Dios (fecha hora lugar de sentencia o ejecución). 13 de Agosto de 1943 en berlín mientras que estaba en la cárcel, los fiscales habían llevado a un sacerdote a la cárcel donde estaba enjaulado santiago. El papa le dice: La Iglesia lo ha declarado MÁRTIR de Cristo. Juan Pablo II lo beatificó en Roma el 24 de Noviembre de 1996, fiesta de Cristo Rey.
Beato Santiago Gapp, ruega por nosotros. Para que, como tú, también nosotros seamos valientes para denunciar las incompatibilidades de las ideas erróneas de nuestro tiempo con nuestra profesión de cristianos.
La primera persecución masiva ocurríó bajo el gobierno de Nerón en el 67 d.C. Fue el sexto emperador de Roma, y se le recuerda como el que incendió a Roma y luego culpó a los cristianos por las muertes y la destrucción causadas por el fuego. Ordenó que algunos cristianos se les cosieran pieles de animales salvajes y fueran arrojados a los perros. A algunos cristianos se les pusieron camisas endurecidas con cera, fueron clavados a ejes, y quemados en sus jardines, para iluminarlos. En vez de disminuir el espíritu del cristianismo, esta persecución aumentó la devoción y la determinación de la cristiandad.
La segunda persecución ocurríó durante el gobierno de Domiciano, en el año 81 d.C. Cualquier cosa mala que sucedía, ya fuera hambruna, pestilencia, o terremotos, él culpaba a los cristianos y ordenaba matarlos.
La tercera persecución primitiva ocurríó durante el gobierno de Trajano, en el año 108 d.C. Los cristianos fueron golpeados, decapitados, y devorados por fieras. Aproximadamente diez mil cristianos fueron ejecutados.
La cuarta persecución tuvo lugar durante el gobierno de Marco Aurelio Antonino en el año 162 d.C.;
la quinta persecución se le acredita a Severo en año 192 d.C. Los cristianos fueron quemados en la estaca, se les vertía alquitrán caliente en las cabezas, fueron decapitados, colocados en agua hirviendo, y destrozados por fieras.
La sexta persecución tuvo lugar durante el gobierno de Máximo, en el año 235 d.C. En este tiempo, numerosos cristianos fueron ejecutados sin un juicio y enterrados indiscriminadamente en montones (fosas comunes), a veces se arrojaban cincuenta o sesenta en una fosa.
La séptima persecución sucedíó durante el gobierno de Decio, en el año 249 d.C. En este tiempo, la principal persona martirizada fue Fabián, el obispo de Roma, quien fue decapitado el 20 de Enero del año 250 d.C.
La octava persecución ocurríó durante el gobierno de Valeriano en el año 257 d.C. Una vez más, se utilizaron todos los tipos de tortura para ridiculizar a los que afirmaban ser cristianos, y para el entretenimiento de los gobernantes y sus invitados.
La novena persecución ocurríó durante el gobierno de Aureliano, en el año 274 d.C., cuando Félix, el obispo de Roma, fue martirizado.
La décima persecución tuvo lugar durante el gobierno de Diocleciano, en el año 303 d.C. A esto se le llamó comúnmente la Era de los Mártires, y en parte, fue ocasionada por el aumento en número y lujo de los cristianos.
Las persecuciones fueron llevadas a cabo en el potro, con azotes, con espadas, puñales, cruces, venenos, y hambrunas