Portada » Filosofía » Relación Nietzsche y Ortega
Desde un punto de vista global, el pensamiento de Nietzsche rechaza toda la filosofía anterior por considerarla “historia de un error”, como la consecuencia de una mala lectura de la realidad en la que Apolo, la razón, se impuso a Dioniso.Cabe, no obstante, marcar de forma más precisa algunas semejanzas y diferencias entre
Como semejanzas destacamos:
a) la falta de sentido del mundo, el absurdo del mundob) acentúan la primacía de la voluntad frente al entendimiento, la voluntad controla el entendimiento y el inconsciente.
g) La importancia de la voluntad como algo irracional, ajena a todo conocimiento o racionalidad, pasión, instinto y como punto de partida para explicar la vida (distinta a la mera facultad de elegir guiada por el entendimiento)
h) Rechazan la idea de un “yo” unitario como esencia del ser humano, ya sea “pensante”, como Descartes, o “trascendental” como Kant; el yo es algo compuesto (Sch.) o un mero error de la gramática (Niet.).
Como principales diferencias podríamos destacar:
a) Quizás la más importante consista en la concepción de la voluntad:
Mientras para Schopenhauer es una voluntad regida por el egoísmo, una voluntad insaciable que convierte al hombre en “el animal más indigente”, en un permanente sufrimiento, y por lo tanto, si queremos superar ese sufrimiento habrá que renunciar a todo deseo, anular la propia voluntad individualista, incluso la voluntad de vivir; en cambio Nietzsche, pretende potenciar la voluntad, se trata de una voluntad “de poder”, de ser más y mejor.
b) Aunque ambos reivindican el valor del arte como camino par expresar la vida y la voluntad, mientras Schopenhauer ve en el arte una verdad “superior” a la de la razón, para Nietzsche es una mentira que nos ayuda a hacer que el mundo sea más soportable. En Nietzsche, lo importante del arte es la creatividad.
c) Ambos impulsan una nueva ética, pero mientras en Schopenhauer la ética y el arte son una vía para superar el “egoísmo” y potenciar la “compasión” invitándonos a la resignación, la “transvaloración” moral que Nietzsche propone impulsa valores como el egoísmo, rechazando la compasión.
1. Puede que a primera vista nos dé la sensación de que el raciovitalismo de Ortega nada tiene que ver con la filosofía kantiana, marcada por el análisis de una razón “pura”, al margen de la historia y la vida. Sin embargo, sí podemos encontrar una semejanza de fondo:
La filosofía de Ortega se deja llevar por el optimismo filosófico de poder encontrar una solución a los problemas, una vía intermedia a las oposiciones aparentemente insuperables. Pues bien, si por algo destaca la filosofía kantiana es precisamente por ser una filosofía “de síntesis”, por aspirar a conciliar perspectivas filosóficas alejadas. Si al raciovitalismo deOrtega conjuga idealismo y Racionalismo;
El criticismo kantiano intenta armonizar el Empirismo con el Racionalismo.
2. Una segunda semejanza podríamos encontrarla en la valoración de la filosofía que realizan ambos autores. Esa razón vital que es el hombre no puede dejar de plantearse algunas preguntas, que precisamente están relacionadas con su libertad, con su capacidad para anticipar el futuro y proyectarse en el mismo.
La filosofía es algo necesariodirá Ortega, en consonancia con la actitud kantiana hacia las preguntas de la metafísica.
Ésta no es posible como ciencia, dirá el autor alemán, pero permanecerá siempre como una tendencia inevitable del ser humano.
3. Y para terminar con las semejanzas, cabe referirse a la importancia de la orteguiana “razón histórica”: razón vital enmarcada en la historia. Pues bien, podríamos señalar a Kant como uno de los primeros autores en proponer la “historicidad” de la razón, en
tomar conciencia del presente histórico en el que vive, de la herencia recibida del pasado y del legado que se puede dejar al futuro. Los escritos kantianos sobre la historia no pretendían sino “estar a la altura de su tiempo”, o, utilizando otra expresión de Ortega, resolver la “tarea de la filosofía”. Tanto en la filosofía kantiana como en ¿Qué es filosofía? de Ortega muestran un interés por el tema de su tiempo: la “Ilustración”, o España (problema)-Europa(solución), aportando igualmente respuestas novedosas y creadoras.
Si lo relacionamos con Ortega, podríamos afirmar que tanto Nietzsche como Ortega comparten algunos aspectos como, la necesidad de ampliar los puntos de mira o perspectivismo, la insuficiencia de las filosofías anteriores
–Realismo y vitalismo- o el enfoque vitalista de su pensamiento…Sin embargo mantienen importantes diferencias:
1. La vida que caracteriza la filosofía de Nietzsche es duramente criticada por Ortega. No se trata sólo de que el hombre sea un proyecto, y por tanto debamos considerar también su dimensión de futuro (no olvidemos que Nietzsche sólo valora el presente), su hacerse, sino de algo aún más importante:
Ortega rechaza el vitalismo de Nietzsche porque en el fondo sería una afirmación completa del irracionalismo
Si nos dejáramos llevar por el vitalismo de Nietzsche, dejaríamos de ser proyecto, es decir, dejaríamos de ser humanos, renunciando a la razón, una de nuestras carácterísticas constitutivas. Así, frente al vitalismo propone el raciovitalismo.
2. Y si diferente es su valoración de la vida, también se distanciarán en sus perspectivas sobre la razón humana. Para Nietzsche la razón es la gran engañadora, la traidora de los valores originarios. La razón falsea la vida, hace que nos olvidemos de vivir, y por tanto debe ser rechazada, ignorada. Debemos recuperar el instinto de vida para ponerlo por encima del pensamiento.Ortega rechazaría esto completamente.
Renunciar a la razón sería renunciar a ser proyecto, renunciar a planear nuestras vidas sobre un futuro, ya sea inmediato o más lejano. Y esta dimensión futuriza de la vida es precisamente lo más carácterístico del ser humano, lo que nos separa del resto de especies.
3. Una consecuencia de ambas diferencia es la valoración de la filosofía:
Nietzsche es, a este respecto, el gran crítico de la civilización occidental.
Toda verdad es subjetiva, nos dice el autor
alemán, y la filosofía es sólo un síntoma más de decadencia, de debilidad. Frente a eso, Ortega afirma la necesidad de la filosofía, una actividad inherentemente humana. Renunciar a la filosofía es renunciar a preguntarnos, a cuestionar el mundo, y eso significaría dejar de ser hombres
. La radicalidad y la ultimidad de la filosofía son indispensables, y forman parte de la forma en la que el hombre vive en el mundo.
1. Si para Platón existen valores morales universales y eternos, uno de los objetivos de la filosofía de Nietzsche es desterrar esta idea para siempre del campo de la filosofía.
El concepto platónico de Idea, entendida como una realidad exterior e independiente, perfecta, universal e inmutable, carece de sentido para Nietzsche, que lo consideraría como un consuelo metafísico y un gran error que desvirtúa el mundo presente-sensible, única realidad existente.
Si la ética platónica es
fundamentalmente una ética racionalista, en la que las pasiones y el deseo han de ser sometidas al control de la razón, la perspectiva nietzscheana es precisamente la inversa: la vida no es razón, pensamiento o abstracción, sino que fundamentalmente es deseo, impulso, voluntad.
La ética de la razón de Platón es la contraria a la ética de la voluntad de Nietzsche.
3. En tercer lugar, circunscribíéndonos al terreno moral, cabe decir que el modelo de ser humano que nos proponen ambos autores es diametralmente opuesto.
Nada tiene que ver el hombre “sabio”, “prudente” o “justo” que se desprende de la propuesta platónica con el superhombre que perfila Nietzsche en sus obras. Si el primero asume ciertas pautas morales de comportamiento y vive, hasta cierto punto, para los demás, el superhombre nietzscheano no asume más directriz que la que él se da a sí mismo, y la palabra “sacrificio” o “renuncia” no tiene ningún sentido para el superhombre, lo único que cabe es “fidelidad”, sí, pero a la tierra, aprovechar el aquí y ahora única realidad.