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La Guerra de Granada, que tenía como fin conquistar el reino nazarí, se desarrolló entre los años 1481 y 1492.
El fin del reino de Granada fue un eficaz instrumento de propaganda política y religiosa para los monarcas, ya que acabaron con la presencia de reinos islámicos en la Península Ibérica.
Sin embargo, la campaña contra el reino nazarí no se desarrolló de una forma planificada, sino que fue, en gran medida, improvisada. Las operaciones castellanas se vieron favorecidas por ¡a Guerra Civil entre los pretendientes al trono nazarí. Este conflicto fue alentado por los Reyes Católicos, que compraron el apoyo de uno de ellos, Boabdil.
La Guerra de Granada combinó además elementos medievales (Cruzada contra el infiel, tropas heterogéneas, financiación) con elementos modernos (dirección de la corona, gran número de tropas, uso de la infantería y de la artillería).
La Guerra de Granada fue el acontecimiento más relevante para sus contemporáneos. Se desarrolló en tres fases:
La ocupación de la localidad granadina de Alhama la llevó a cabo, por propia iniciativa, un noble. Esta fortaleza se encontraba en el corazón estratégico del reino nazarí, a medio camino entre Granada y Málaga, por lo que interrumpía la comunicación entre ambas ciudades. Las dificultades de avituallamiento requirieron la intervención directa de los Reyes Católicos. Estos reforzaron la conquista realizada mediante el asedio de plazas fuertes y la tala y destrucción de cosechas en las vegas granadinas.Las luchas internas dividieron el reino nazarí en tres sectores en torno a Málaga, Granada y Almería, lo que facilitó la tarea a los cristianos.
La ciudad de Málaga fue ocupada tras ser aislada y sufrir un durísimo asedio. La población musulmana fue sometida a la esclavitud. Desde el punto de vista militar, esta operación resultó decisiva.
El resto de las plazas del reino nazarí se entregaron sin apenas ofrecer resistencia, con la excepción de Baza (1489). Granada, tras varias negociaciones, capituló a cambio de un trato de favor para sus dirigentes. Se firmaron capitulaciones públicas con Boabdil, el último rey nazarí, aunque es muy probable que este negociara unas condiciones secretas que le favorecieran.
Boabdil permitíó la entrada de tropas castellanas para que ocuparan la Alhambra y evitaran un motín de los propios musulmanes.
La ciudad, finalmente, se entregó el 1452, al día siguiente de la entrada de las tropas castellanas.
El antiguo reino nazarí de Granada pasó a formar parte del reino de Castilla.
Desde el Siglo XIII, Navarra se había mantenido como un reino independiente debido a la falta de entendimiento entre Castilla y Aragón para repartírselo. En este tiempo el territorio navarro estuvo gobernado por diferentes dinastías, casi siempre vasallas y, por tanto, protegidas de los reyes de Francia.
Con los Reyes Católicos, sin embargo, Castilla y Aragón estaban unidas y no deseaban un reino controlado por Francia al sur de los Pirineos.
En el año 1512, los sucesos se precipitaron: el rey de Francia pretendíó casar a su hija con el heredero de Navarra, y Fernando de Aragón dio orden de invadir el reino.
La incorporación de parte de Navarra a la corona de Castilla se hizo efectiva el año 1515, aunque se mantuvo como entidad autónoma con Cortes y leyes propias.
Tras controlar Granada y Navarra, los Reyes Católicos, en el Siglo XVI dominaron prácticamente el territorio de lo que hoy es España,
En este contexto, Portugal rechazó los proyectos del genovés Cristóbal Colón.
La corte castellana, sin embargo, consideró que una ruta hacia el oeste podía eliminar Las restricciones atlánticas impuestas a Castilla por los acuerdos de Alcacovas.
Con financiación Genovesa y tras firmar con Colón las Capitulaciones de Santa Fe en Abril de 1492, se pudo organizar el primer viaje
En su empeño por llegar a las islas de las especias por el oeste, Colón organizó cuatro viajes entre los años 1492 y 1504.
Estaba convencido de la esfericidad de la Tierra pero equivocado sobre su tamaño real, pues la imaginaba más pequeña. Como plataforma para sus viajes utilizó ia costa sudoeste española (Huelva, Cádiz) y las Islas Canarias.
Llegó a la isla de San Salvador, el 12 de Octubre de 1492. Exploró las Antillas: islas Juana (hoy Cuba) y La Española (actualmente ocupada por República Dominicana v Haití).
En los tres viajes posteriores, Colón descubríó Puerto Rico, Jamaica, ¡a desembocadura del Orinoco (es decir el continente propiamente dicho) y la costa de América Central.
Sin embargo, Colón no encontró las ansiadas especias ni un paso para llegar a ellas y murió en 1506 convencido de haber llegado a Asía. De ahí el nombre de las Indias que se dio a los nuevos territorios y el de «indios» a sus habitantes. Esto explica en buena medida por qué América no lleva su nombre (que procede de Américo Vespucio, florentino que alcanzó una gran popularidad gracias a sus mapas).
Tras el primer viaje de Colón, los Reyes Católicos obtuvieron las bulas Inter caetera, dictadas por el papa Alejandro VI. Estos documentos otorgaban a Castilla el domi¬nio de las tierras que estuvieran al oeste de una línea imaginaria, trazada en el sentido de los meridianos, a cien leguas de las Islas Azores. Portugal protestó ante la expansión de Castilla y ambos reinos llegaron a un acuerdo mediante el Tratado de Tordesillas Castilla se quedaría con las tierras situadas en la zona occidental y Portugal con las del este (que incluían parte de Brasil).
Los Reyes Catóíicos autorizaron las exploraciones privadas de las Indias, a partir del año 1499. A cambio, los monarcas se reservaron la quinta parte de los beneficios obtenidos.
Este tipo de expediciones, caracterizadas por su insuficiente planificación y la nula intervención de la corona, fueron habituales en los primeros años del Siglo XVI.
Las exploraciones recorrieron la costa desde el Río de la Plata hasta Florida, con escasos resultados económicos y sin encontrar el ansiado paso por el oeste hacia las islas de las especias.
Vasco Núñez de Balboa, tras atravesar el istmo de Panamá, descubríó el océano Pacífico (conocido como mar del Sur), confirmando así que un continente entero se interpónía entre Europa y las islas de las especias.
Isabel y Fernando intentaron lograr la unidad religiosa de todos sus súbditos y reinos promoviendo el catolicismo y abandonando la convivencia y tolerancia religiosa (más o menos precaria) carácterística de los reinos medievales.
La creación de una nueva Inquisición (centrada en la persecución de los falsos conversos) y la expulsión de las minorías religiosas.
Las medidas tenían un doble objetivo:
Combatir la relajación moral e intelectual de los eclesiásticos. La mayor parte del alto clero procedía de la nobleza y no había renunciado a la riqueza, al lujo, al absentismo (ausencia de la sede que gobernaban) y al nepotismo (concesión de cargos a parientes e incluso a hijos naturales). El bajo clero, además, presentaba una formación intelectual deficiente.
Aumentar el control dela corona sobre la Iglesia, en especial sobre las altas jerarquías, enfrentándose al papado.
Logros obtenidos en la reforma del clero:
Derecho de presentación: Los Reyes Católicos obtuvieron el privilegio de presentar candidatos a obispo para que el Papa eligiese a uno de ellos. Este derecho lo afianzarían después los sucesores de los Reyes Católicos.
Patronato regio: Era el derecho de los monarcas a nombrar obispos en determinados territorios; Granada, Canarias o las Indias (América).
Las universidades para seleccionar a los candidatos a obispo fueron las de Salamanca, Lérida, la Complutense. Esta fue creada por Francisco Jiménez de Cisneros, brazo derecho de los monarcas en la reforma eclesiástica.
Las reformas llevadas a cabo por Isabel y Fernando también pretendían lograr que todos sus súbditos profesaran una misma fe.
Se establecíó Inquisición, que fue la única institución que se impuso en todos los reinos, incluyendo Canarias, y las Indias.
En Aragón ya funcionaba la Inquisición, pero se había quedado obsoleto, Isabel y Fernando decidieron crearlo en Castilla, donde no existía, para perseguir a los falsos conversos, es decir a los «cristianos nuevos», de cuya sinceridad religiosa se dudaba. El primer Tribunal de la Inquisición, lo dirigíó el dominico Tomás de Torquemada.
Aunque fue una institución eclesiástica, la Inquisición dependía de forma directa de los soberanos. Estos tribunales continuaron funcionando hasta el Siglo XIX
Judíos: Para culminar el proceso de unificación religiosa, Isabel y Fernando decretaron en Marzo del año 1492 la expulsión de todos los judíos de Castilla y Aragón que no accedieran a bautizarse en el plazo de cuatro meses.
Se ha cifrado en unos cien mil los judíos que abandonaron Castilla y Aragón con destino a Navarra y Portugal, de donde también fueron expulsados.
Los judíos que salieron de la Península, llamados sefardíes.
Mudéjares: Este grupo fue expulsado primero de Granada, ciudad en la que se habían sublevado.
En 1502 la expulsión se amplió a toda Castilla (25000 mudéjares).
En la Corona de Aragón, donde los mudéjares eran más numerosos (100000), la expulsión se produjo en 1526. Los que se bautizaron, que fueron la mayoría (a diferencia de los judíos), pasaron a denominarse moriscos, y con el tiempo también serían expulsados (Siglo XVII).