Dos tipos de fuentes. Texto: fragmento de la Ley de Bases para la Reforma Agraria, es una fuente primaria o histórica. Tablas: fuente secundaria o historiográfica, elaborada a partir de los datos recogidos posteriormente por varios historiadores, sobre resultados de la Ley.
NATURALEZA
Texto: jurídica, al tratarse de un fragmento de la propia ley. Tablas: económica pues son cifras que permiten un estudio de resultados.
AUTOR
Texto: Las Cortes españolas como representantes de la soberanía popular que aprueban esta ley a propuesta del gobierno de la II República. Tablas: los historiadores que recopilan y publican el libro de historia.
DESTINATARIO
Texto: Público, a toda la nación. Tablas: Público, a toda la comunidad interesada en la historia de España y público en general.
FINALIDAD
Texto: realizar una reforma agraria que acabara con los problemas del campo español. Tablas: exponer las circunstancias y los resultados de la Reforma Agraria de la II República.
CONTEXTO HISTÓRICO
Situarlo en el periodo de la II República, concretamente durante el primer bienio en el que gobierna una coalición de republicanos y socialistas, aunque las tablas hacen referencia también a la aplicación de esta ley durante el gobierno del Frente Popular (febrero del 36).
En este periodo, el gobierno presidido por el republicano Manuel Azaña acometerá un gran programa de reformas en todos los ámbitos (religioso, militar, educativo, laboral, administrativo, territorial…) La Ley de Reforma Agraria será quizá uno de los proyectos más ambiciosos.
El extracto de la Ley incluye tres de sus artículos que informan que tierras van a ser expropiadas con ayuda del IRA (Instituto para la Reforma Agraria):
Las que sean ofrecidas por sus propietarios voluntariamente, no sin antes pasar por un exhaustivo examen del IRA.
Aquellas tierras que no fueron compradas para ser cultivadas sino con fines especulativos o para percibir su renta.
Aquellas tierras que se considere que no se aprovechan bien (incultas o mal cultivadas) y que tras esta expropiación van a conseguir un mayor grado de rendimiento y de forma permanente.
Con respecto a las tablas, se nos muestran los resultados de las expropiaciones y asentamientos campesinos durante las dos fases de la Reforma, pues hubo una paralización de ésta reforma en el bienio conservador.
La primera corresponde al periodo del primer gobierno de Azaña (1932-33). La segunda al periodo del Frente Popular. En estos datos se puede observar la gran diferencia que se dio, siendo mucho más intensa y rápida la expropiación y asentamiento en el segundo periodo que curiosamente fue de sólo cinco meses.
La Reforma agraria se considera el proyecto de mayor envergadura que realizó la República. El problema de la tierra en España venía de lejos. Se había modernizado ligeramente pero en 1931 todavía un 45% de la población se dedicaba al campo y la producción agrícola representaba la mitad de la producción total del país, España seguía siendo básicamente agrícola.
Además su estructura de la propiedad era compleja y predominaban los extremos: minifundios en el norte y latifundismo en el sur. Pese a los tímidos intentos reformistas del siglo XIX (reformas liberales- desamortizaciones-) casi nada había cambiado. La escasez de tierras y el mal reparto de estas había generado una protesta campesina siempre contestada con la represión.
Era una cuestión compleja pues cualquier intento de reparto de la tierra iba a suscitar la oposición de los grandes propietarios, entre los que había muchos burgueses que habían adquirido propiedades en el siglo XIX gracias a las reformas liberales. Cualquier reforma sería percibida por estos como una revolución y un ataque directo.
Finalmente en septiembre del 32, resultó ser un proceso lento y complicado en el que se vieron dos posturas enfrentadas:
La de los republicanos que querían respetar la propiedad privada y a los cultivadores directos y, en caso de expropiación, indemnizar a los afectados.
La de los socialistas que quería más expropiaciones y menos indemnizaciones.
Finalmente triunfaría, después de intensos debates y de intentos de obstrucción por parte de los grandes propietarios la postura más moderada de los republicanos.
Aprobada la Ley se creó el IRA que debería encargarse de todo el proceso y se le asignó un presupuesto de 50 millones de pesetas (la mitad de lo que se designaba a la Guardia Civil).
La Reforma se aplicó con muchas limitaciones y se expropiaron muchas menos hectáreas y se dieron menos asentamientos de los previstos.
¿Por qué? Por la propia complejidad del proceso, por la escasez de presupuesto, por los obstáculos puestos por los propietarios…
Los resultados de esta primera etapa no fueron de gran envergadura porque se expropiaron menos hectáreas y se asentaron menos campesinos de los previstos, unas 12.000 familias. Esta primera fase reformista acabó cuando, en el otoño 1933, el gobierno republicano-socialista, desgastado, dimitió y el presidente, Alcalá Zamora, convocó elecciones para el 18 de noviembre. Con el triunfo de la coalición de partidos de derechas (CEDA) más el Partido Radical (Lerroux), comenzó el denominado Bienio Conservador (1933-35) y se contrarrestaron todos los programas reformistas y, por supuesto, el de la Reforma Agraria.
La segunda fase de la Reforma Agraria se reemprendió a partir del mes de febrero de 1936 cuando el nuevo gobierno del Frente Popular, esta vez formado sólo por republicanos, acometió de nuevo el proceso con mucha más intensidad: Nuevamente, y ya en un clima social mucho más deteriorado, los campesinos se adelantaron a las medidas legales y ocuparon las tierras.
La Reforma Agraria fue el proyecto que más debates suscitó, junto con el de la reforma religiosa, y uno de los que contó con más oposición en el Congreso de Diputados, Se aprobó sin apoyo mayoritario y se puso en marcha de manera igualitaria en toda España.