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El Cesto de los Tesoros es un recurso didáctico para bebés de 6 a 12 meses. Es un juego de exploración libre, que consiste en una cesta con objetos variados, de uso común y cotidiano, de diferentes materiales, pesos y texturas para que los niños experimenten libremente.
Los pasos que llevaremos a cabo para realizar el cesto son:
(Se espera contenido sobre beneficios, pero no está presente en el original. Se mantiene la sección vacía para no eliminar contenido).
Se realizará una evaluación tanto de la actividad (preferencias, actitudes, instrumentos de registro…) como del proceso (espacio, tiempo, materiales…).
El Juego Heurístico, también llamado juego no estructurado, es el tipo de juego en el cual los niños utilizan materiales que no tienen una finalidad concreta, para jugar libremente, sin seguir ninguna regla de juego pautada por adultos o por instrucciones de juegos y juguetes.
Sociales, cognitivas, perceptivas y corporales.
Preparar y facilitar los materiales, observar y recoger.
Se evalúa el progreso de los niños y la tarea educativa.
Denominamos “zonas” a los espacios fijos en que dividimos el aula y en los que se van ofreciendo propuestas que damos el nombre de “rincones”. Esta distribución espacial proporciona una mejor estructuración de los materiales, una mayor organización y variedad de las propuestas, así como un entorno físico rico de estímulos, oportunidades y posibilidades de acción.
Igual que la del juego heurístico.
Espacio de juego, donde se ofrece de forma planificada una serie de elementos a los niños/as, pedagógicamente elegidos y presentados.
Favorecen múltiples situaciones de aprendizaje.
Es una actividad abierta sin tiempo establecido.
Los niños juegan libremente y el educador observa:
Son propuestas de actividades con la intención de provocar, incitar, invitar a los pequeños a la exploración, el descubrimiento y la acción.
Actividad no dirigida en la que el niño tiene la libertad de jugar con los objetos como él considere.
No tiene un objetivo concreto, no es planteada como una actividad para trabajar los objetos de la casa o los colores.
Es una invitación a jugar libremente y como docentes podemos observar el momento en el que se encuentran nuestros alumnos a nivel de aprendizaje, juego simbólico, creatividad, desarrollo evolutivo, entre otros aspectos.
Es una actividad abierta. Al no existir un objetivo concreto, no existe un resultado esperado ni válido.
No tiene un tiempo establecido. El docente no decide cuánto durará la provocación, sino que será el propio niño quien decida cuándo empieza y cuándo acaba.
No es una actividad obligatoria, se respeta si un niño no quiere participar.
Beneficios:
Uso en el aula: Los niños pueden apilar, encajar y tirar los bloques, fomentando la exploración y el aprendizaje a través del juego.
Beneficios:
Uso en el aula: Los niños pueden explorar libremente cómo encajar las piezas en los espacios correspondientes, fomentando la paciencia y el razonamiento lógico.
El Cesto de los Tesoros es una actividad de exploración sensorial diseñada para bebés a partir de los 6 meses y niños pequeños de hasta 2 años. Consiste en una cesta con objetos de diferentes materiales, formas, texturas y colores que los niños pueden manipular libremente, favoreciendo su desarrollo sensorial y cognitivo.
Esta provocación está diseñada para niños de 2 a 3 años y el objetivo principal es fomentar la exploración sensorial y la curiosidad a través de elementos naturales. Se trata de una invitación abierta al descubrimiento mediante el juego libre con materiales de la naturaleza.
Para prepararla, se necesitan bandejas o cestas con diversos elementos naturales, como hojas secas y frescas, piñas, flores, ramitas pequeñas, piedras lisas y un recipiente con arena o tierra.
Es muy importante la disposición de los materiales para captar la atención de los niños. Yo la pondría en el suelo sobre una alfombra, agrupándolos por textura o color para que resulten visualmente atractivos. Es importante dejar suficiente espacio para que los niños puedan moverse libremente y explorar los objetos a su ritmo.
Para iniciar la actividad, intentaría llamar la atención de los niños y una vez conseguido, dejaría que los niños manipulen los elementos libremente, sintiendo sus texturas, explorando sus olores y observando sus formas.
Esta experiencia proporciona múltiples beneficios, ya que estimula la exploración sensorial, enriquece el lenguaje descriptivo, desarrolla la motricidad fina y fomenta la curiosidad por la naturaleza.
Este tipo de provocaciones se podría también realizar en casa con materiales que interesen a los niños.