El Realismo literario del siglo XIX

Características del Realismo

Las características del Realismo son las siguientes:

1. Observación y descripción precisa de la realidad. Los escritores se documentan sobre el terreno y observan.
2. Ambientación contemporánea. Sitúan la acción en el momento en que viven, no en épocas pasadas como el Romanticismo (evasión espacio-temporal).
3. Frecuente crítica social o política (escritores conservadores y progresistas critican cosas diferentes).
4. El género predilecto fue la novela, con las siguientes características:
   • La historia es verosímil, parece verdad.
   • Hay dos tipos de novela: la psicológica (con un completo análisis de un personaje individual) y la de ambientación social (con protagonista colectivo, donde aparece perfectamente descrita una clase social, proletariado o burguesía).
   • Narrador omnisciente en 3ª persona. Sabe todo, hasta los pensamientos y sentimientos, interviene en la obra dirigiéndose al lector… Es un dios que gobierna su creación.
   • Didactismo: las novelas tienden a enseñar una lección moral o social.
   • Estructura lineal del relato, aunque a veces hay flash-back (se cuenta un episodio del pasado).
   • Descripciones minuciosas de ambientes, personajes… A veces predomina sobre la narración. También hay muchos diálogos con lenguaje conversacional. Se adecua el lenguaje al personaje.
   • Estilo: lenguaje natural, sobrio, sencillo. Rechazan la pomposa retórica romántica. El ideal es la claridad y la exactitud, igual que los científicos.

Benito Pérez Galdós (1843-1920)

Se le considera uno de los mejores novelistas del siglo XIX en España y un narrador capital en la historia de la literatura en lengua española, después de Cervantes. Este escritor canario que vino a estudiar a Madrid, supo reflejar como nadie sus ambientes y sus gentes. Se declaró desde su juventud progresista y fue elegido diputado con los republicanos. También fue académico, fracasó su candidatura al Nobel y al final de su vida se quedó ciego y vivió con grandes dificultades económicas.

Obra de Galdós

Dentro de la narrativa galdosiana es útil distinguir entre sus Episodios Nacionales y el resto de su obra. Esta última podemos dividirla en tres etapas:

1. Novelas de tesis: Ataca la intransigencia política, el fanatismo religioso y al clero. Sus personajes son tipos, es decir, meros encarnadores de ideas. Destacan: La Fontana de Oro, Doña Perfecta y Marianela.
2. Novelas contemporáneas: 24 novelas en las que Galdós refleja el Madrid de su época donde aparecen todas las clases sociales, fundamentalmente la burguesía. En estas novelas los personajes son complejos, llenos de matices. Comienzan con La Desheredada, magnífica obra influida por las ideas naturalistas de Zola. Fortunata y Jacinta es la obra más importante de este período. Cuenta los amores de Juanito Santa Cruz, señorito de clase media con dos mujeres: su rica esposa Jacinta y su amante Fortunata de clase baja. Otra obra es Miau, que narra la pequeña epopeya del cesante que se alimenta de la esperanza, mientras detrás de él su inconsciente familia trata de mantener las apariencias de la «gente bien».
3. Novelas espirituales o simbólicas: En su última etapa, cuando el realismo entra en crisis, ensaya nuevos cauces de expresión. Tristana, Misericordia, Nazarín… Son novelas más centradas en el ser humano y en el sentido de la vida que pretende encontrar en el amor y la caridad evangélica. En Misericordia desciende a las capas ínfimas de la sociedad, presenta la mendicidad profesional, la vagancia, la picaresca, los inmigrantes…

Episodios Nacionales

Los Episodios Nacionales son un conjunto de 46 novelas históricas distribuidas en cinco series de 10 episodios cada una excepto la última que quedó inacabada con sólo 6. Pretenden reconstruir en forma novelada la historia del s. XIX. Galdós mezcla la realidad histórica y sucesos de ficción. Los más conocidos son: Trafalgar, El dos de mayo…

Estilo de Galdós

Las obras de Galdós aparecen ambientadas en su mayoría en Madrid y son una amplia visión de conjunto de la sociedad de su tiempo. Las clases medias son las que ocupan el primer plano, aparecen también aristócratas arruinados, burgueses enriquecidos, prestamistas, funcionarios en activo o “cesantes”, las clases populares que bullen por la ciudad, hasta los más humildes y desgraciados que sólo aspiran a sobrevivir en un mundo hostil. Esta sensación de vida en acción hace que reflexionemos sobre la condición humana: las ambiciones, el dolor, los sueños no cumplidos, el amor… y todo visto bajo la mirada de Galdós, dura y sarcástica en ocasiones, tierna y humana en otras, y siempre irónica.

Características estilísticas:

• Pintor de ambientes.
• Pintor de almas: sus personajes poseen una verdad que solo puede conferir un gran conocimiento del corazón humano. Utiliza la técnica del retrato, a base de pinceladas sueltas sobre los rasgos físicos o morales, la indumentaria, los gestos. Pero, sobre todo, Galdós domina el arte de caracterizar a sus personajes por su lenguaje, poniendo en cada uno rasgos diferenciadores de habla. Se esfuerza por reproducir fielmente la lengua real con muletillas, frases hechas, vulgarismos…
• Su estilo es sencillo, antirretórico, opuesto a la hinchazón romántica. Valle-Inclán le puso el mote de «Don Benito el Garbancero» por la sencillez y cotidianeidad de su prosa.
• Su técnica y estilo son de una sorprendente modernidad. Destaca su frecuente utilización del monólogo interior, que consiste en la reproducción de los pensamientos de un personaje, imitando su fluir natural y hasta desordenado.
• La intención crítica aparece en todas sus obras. Pero, salvo en algunas obras primerizas, no adopta la forma de «tesis». Su gran arma es la ironía, de la que Galdós es maestro. En esto, como en otras características de su arte, su gran modelo fue Cervantes.

Otros autores realistas

• Pedro Antonio de Alarcón: Defiende la moral tradicionalista. El sombrero de tres picos es una novelita que narra de forma divertida y picarona los intentos de un corregidor para seducir a una guapa molinera.
• Juan Valera: Sus narraciones tratan problemas de amor y es especialista en la psicología femenina. En Pepita Jiménez aparece el estilo epistolar. Se relatan los amores entre un joven seminarista y Pepita Jiménez, joven prometida de su padre. Al final, él se sale del seminario y terminará casándose con ella.
• José Mª Pereda: Es representante del Realismo regionalista. Se centra en las virtudes de la vida rural y de la montaña santanderina, así como la defensa de los valores tradicionalistas y católicos. En Peñas Arriba, Marcelo se enamora de este paisaje y de la sencilla vida de sus gentes.
• Emilia Pardo Bazán: En su novelística aparece la sórdida vida rural de Galicia. En Los pazos de Ulloa y La madre naturaleza se relata la degeneración y ruina de una familia aristocrática sin piedad y se le da enorme importancia a la herencia y al medio.
• Vicente Blasco Ibáñez: Conocido como el Zola español por ser el más naturalista de nuestros escritores, centra sus novelas en la huerta valenciana: Cañas y Barro, Sangre y arena.