Portada » Filosofía » Realidad objetiva descartes
1.2.Alma y Cuerpo (Res Cogitans y Res Extensa)–Descartes divide al hombre en alma y cuerpo, dos tipos de sustancias distintas./Para Descartes, la sustancia(res) es lo concreto existente, y lo propio de la res es la existencia completa: sólo se necesita a ella para existir./Sabiendo esto, Descartes deduce de la primera certeza (el Cógito) que el alma es pensamiento(res cogitans, sustancia pensante). Es una sustancia finita cuyo único atributo es el pensar, identificado con la conciencia (para Descartes las personas no tienen inconsciente)./Ahora bien, como una sustancia finita no necesita de otra para existir, considera que cuerpo y alma son dos sustancias radicalmente diferentes (dualismo cartesiano) y que el alma no necesita al cuerpo para existir./Por tanto, el “yo” no es el cuerpo, algo material que podría no existir. Podemos dudar de las cualidades secundarias (calor, textura…) de nuestro cuerpo, pues son proporcionadas por los sentidos (duda metódica)./Descartes define el cuerpo (cualquier cuerpo) como la res extensa, la extensión es su único atributo, determinado por la física. Cuantifica las cualidades por las que percibimos la res extensa, es decir, sus cualidades primarias: extensión/figura y sus estado de movimiento o reposo (científico moderna)./Las sustancias, según Descartes, las percibimos no por los sentidos sino mentalmente, por lo que las define: “pensamiento y extensión”; además de infinitud, atributo esencial de una tercera sustancia necesaria para la vida, la res infinita, Dios./La conclusión de la metafísica de Descartes es la existencia de tres sustancias: res infinita, res cogitans y res extensa./Por último, para explicar la interacción entre alma y cuerpo, Descartes habla de dos tipos de sensaciones: las extensas,por las que captamos los otros cuerpos (y el nuestro al vernos y oírnos), y las internas, por las que captamos “desde dentro” las sensaciones o cambios de nuestro cuerpo. Por esto dice que el alma se extiende por nuestro cuerpo y conecta con él, conectándose especialmente a la glándula pineal y al cerebro./Descartes admite que los cambios en el cuerpo producen cambios en el alma, y viceversa.
2.1.Demostraciones de la Existencia de Dios–Todo el sistema cartesiano se apoya en la existencia de una sustancia infinita: Dios, que posibilita la certeza a través de la evidencia y dota al hombre de conocimiento que no le induzca al error. Para ello, Descartes necesita demostrar la existencia de Dios como ser perfecto. Debido a la duda metódica, Descartes no puede asegurar la existencia de las cosas corporales aunque sean claras y distintas; sólo podía asegurar la existencia del pensamiento, y como un conocimiento válido sólo es posible si se basa en las ideas innatas, sólo le queda analizar la causa de la idea del ser perfecto, eterno, inmutable, independiente, perfecto y causante de toda la existencia./Descartes trata de responder a la pregunta de si la idea innata de Dios es solamente “objetiva” (la existencia de la idea en nuestra mente como objeto de pensamiento) o si además de objetiva posee una existencia “formal o actual” (la existencia real de un objeto fuera de la mente). Para ello introduce un principio metafísico según el cual la realidad que se encuentra en el efecto no puede ser superior a la realidad de la causa. Por tanto, como Dios es sumamente perfecto y el pensamiento posee ideas con distintos grados de perfección, y la idea de pensamiento se incluye entre ellos, Dios, según Descartes, no proviene del pensamiento. Además, desarrolla otros tres argumentos:/*Debe haber tanta o mayor realidad en la causa eficiente que en el efecto. Luego, la causa de la realidad extra-mental de Dios ha de tener tanta o más realidad que su idea. Y como las personas somos finitas e imperfectas, puesto que dudamos, la idea de un ser perfecto como Dios no puede provenir de seres imperfectos como las personas, sino que la idea de éste ha sido puesta en nosotros por un ser infinito y perfecto: Dios. Por tanto, la causa de esta idea innata sólo puede ser Dios. Es más, para Descartes, la idea de Dios no podría ser materialmente falsa y proceder de la nada porque la concibe con claridad y distinción, encerrando la máxima realidad objetiva y la más verdadera de todas./
2.1/*Podemos deber nuestra existencia a nosotros mismos (lo que es imposible porque nos habríamos dotado la perfección de Dios), a nuestros padres (aunque tampoco, ya que sólo nos han dotado de existencia corporal, no nos han hecho sustancias pensantes), o de un ser menos perfecto que Dios (que también resultaría imposible porque para concedernos la idea de Dios, la causa última de ese ser debería ser Dios). Por esto, Dios existe y es la causa de nuestra existencia./*Este argumento ontológico de la existencia de Dios sostiene que no se puede tener la idea de Dios sin admitir su existencia. La existencia está incluida en su esencia: Dios es el ser que consiste en existir. Descartes sentencia que si algo no existe no puede ser perfecto, entonces, Dios, al ser un ser sumamente perfecto, existe objetiva y formalmente, puesto que existir en la realidad además de en la idea demuestra mayor perfección que existir sólo en el pensamiento./Por tanto, Descartes, con la idea innata de Dios como verdad evidente, clara y distinta, demuestra la existencia de otra sustancia, la más importante, la res infinita./Descartes, con la demostración de la existencia de un Dios veraz y bondadoso, destruye la hipótesis del genio maligno y permite justificar el saber y la ciencia, devolver la confianza en las matemáticas y tomar como verdaderas las cualidades primarias de los cuerpos y las ideas innatas que se presentan con la claridad y distinción suficientes (garantía de la verdad y derrota de la duda). No obstante, Descartes plantea la visión de un Dios constructor de un mundo que una vez creado funciona por sí solo con sus leyes y principios.