Portada » Lengua y literatura » Qué modelo de estado se impuso en la zona sublevada
2.3. El gobierno de Largo Caballero (septiembre de 1936 a mayo de 1937)
A finales del verano de 1936, los milicianos no conseguían detener el avance de los sublevados. De este modo Francisco Largo Caballero constituyó un nuevo gobierno formado por republicanos socialistas y comunistas. Entraron en el gabinete cuatro ministros anarcosindicalistas. Al mismo tiempo, el gobierno de la República decidió trasladarse a Valencia ante el inminente ataque sobre Madrid por parte de los sublevados. El proyecto de Largo Caballero era crear una gran alianza antifascista frente a los sublevados: recomponer el poder del Estado eliminado juntas y dirigir la guerra militarizando las milicias y creando el Ejército Popular sobre la base de las Brigadas Mixtas.Una serie de fracasos militares volvieron a abrir el enfrentamiento entre las fuerzas republicanas. Un sector, formado por los republicanos, los comunistas y parte de los socialistas, era partidario de poner orden en la retaguardia, reforzar los vínculos con las clases medias y reconstruir un Estado fuerte concentrado en el esfuerzo bélico. Otro sector, compuesto por los anarquistas y los comunistas del POUM, insistía en afianzar las transformaciones revolucionarias como el medio para conseguir una verdadera movilización popular contra el fascismo.Los problemas que debilitaron el gobierno de Largo Caballero estallaron en Barcelona (Hechos de Mayo). La lucha se desencadenó abiertamente cuando las fuerzas del gobierno de la Generalitat intentaron desalojar a los anarquistas del edificio de Telefónica que habían ocupado y desde donde controlaban las comunicaciones. Los hechos derivaron en un enfrentamiento entre militante de la CNT y el POUM y militantes del PSUC o la UGT, que respaldaban al gobierno.
2.4. El gobierno de Negrín (mayo de 1937 a marzo de 1939)
Los hechos de mayo restaron influencia a los anarquistas y fortalecieron las posiciones comunistas. De acuerdo con las directrices soviéticas de perseguir a los trotskistas como enemigos de la revolución, los comunistas españoles exigieron la disolución del POUM y la detención de sus líderes. Largo Caballero se negó, pero el propio partido socialista se mostró partidario de encontrar un acuerdo con los comunistas. Largo Caballero dimitió y el presidente de la República, Manuel Azaña, encargó la formación de un nuevo gobierno al socialista Juan Negrín. El POUM fue declarado ilegal y sus militantes, detenidos. Andréu Nin, su máximo dirigente, fue sacado de la cárcel y asesinado por agentes de la policía política soviética.Formaron parte del nuevo gobierno los partidos del Frente Popular, aunque daban su respaldo tácitamente. Indalecio Prieto asumió el Ministerio de la Guerra y el nuevo gabinete basó su política en la prioridad del esfuerzo militar. Para ello se reforzó el poder central, donde se integraron todas las milicias en el Ejercito Popular y s estableció un control sobre la producción industrial y agraria. Asimismo, se disolvió el Consejo de Aragón, dominado por los anarquistas. La sede del gobierno se trasladó de Valencia a Barcelona donde se refugiaría también el gobierno vasco. Ante la dificultad de frenar el avance de las tropas franquistas, sin cejar en la persistencia del esfuerzo militar, intentó buscar una salida negociada a la guerra. Para ello Negrín propuso su célebre programa de los Trece Puntos en los que proponía el cese de la lucha armada, la permanencia de la República y la apertura de un proceso de elecciones democráticas. El bando franquista no lo aceptó.A partir de marzo de 1938, la vida era ya sumamente difícil en el territorio republicano. Faltaban alimentos y abastecimientos básicos y entre la población empezaba a extenderse el cansancio de la guerra. Una parte de las fuerzas políticas empezó a pensar en la imposibilidad de la victoria. En septiembre de 1938, la República recibió un duro revés, cuando se firmó el Pacto de Munich, por el que Gran Bretaña y Francia reconocían la ocupación de los Sudetes por Hitler y se plegaban al expansionismo nazi. Negrín insistía en la necesidad de la resistencia militar, con la esperanza de que el inicio del previsible conflicto en Europa entre las potencias democráticas y las fascistas aligerara sustancialmente la presencia alemana e italiana en España. Por ello se acuñó el lema ¡Resistir es vencer!La pérdida de Cataluña significó el exilio para los gobiernos de la República así como para todos sus parlamentarios. Gran Bretaña y Francia reconocieron el gobierno de Franco y Manuel Azaña presentó en París su dimisión como presidente de la República. A pesar de los esfuerzo de Negrín por continuar la guerra, la República tenía los días contados.
3. LA ZONA SUBLEVADA: LA CREACIÓN DE UN ESTADO TOTALITARIO
3.1. Francisco Franco, Generalísimo
La muerte accidental del general Sanjurjo y el hecho de que la inserción no triunfase, plantearon el problema del liderazgo en la dirección militar y se creó la Junta de Defensa Nacional, integrada por militares y presidida por Miguel Cabanellas. La misión de la Junta era gobernar el territorio ocupado y sus primeras medias fueron prohibir la actividad de todos los partidos políticos, suspender la Constitución y decretar la paralización de la reforma agraria.Para dirigir la guerra destacó Francisco Franco. Su liderazgo dentro del ejército se impuso después de liberar el Alcázar de Toledo y de conseguir que Hitler y Mussolini lo reconocieran como único interlocutor para negociar su apoyo a la sublevación. Finalmente, los militares lo eligieron jefe del Alzamiento. Más adelante se publicó el decreto que lo nombraba Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos.
3.2. La creación del partido único. El gobierno de Burgos
A partir de octubre de 1936, existía un mando militar único e incontestado. Los sublevados habían prohibido todos los partidos políticos que formaban parte del Frente Popular y todos los sindicatos de clase. Sólo actuaban la Falange Española y de las JONS, cuyo jefe era José Antonio Primo de Rivera que había sido fusilado por los republicanos y la Comunión Tradicionalista.Franco desplegó una estrategia de alargamiento de la guerra mediante la cual consolidó su liderazgo militar y consiguió imponerse a las diversas fuerzas que daban apoyo a la insurrección. Inspirándose en el modelo de Estado fascista italiano y alemán, Franco dio a conocer el Decreto de Unificación por el que se creaba un partido único, La Falange Española Tradicionalista y de las JONS, en el que se integrarían todas las demás fuerzas nacionales. Franco sería Jefe Nacional de este partido único concentrando en sus manos otro poder más. El nuevo partido adoptó el uniforme con la camisa azul de Falange y la boina roja de los carlistas y el saludo fascista con el brazo en alto.El proceso de institucionalización del nuevo Estado franquista culminó con la desaparición de la Junta Técnica y la formación del primer gobierno de Franco. En el se concentraba la jefatura del Estado y la presidencia del gobierno y pasó a ser llamado Caudillo de España. El nuevo Estado se inspiraba en el fascismo y defendía un modelo social basado en el conservadurismo y en la preeminencia del catolicismo.El Estado abolió la legislación republicana en materia económica, social y laboral. Se suprimieron las libertades religiosa, política, sindical y de prensa, así como los estatutos de autonomía y se restableció la pena de muerte. Se aprobó la primera de sus Leyes Fundamentales, el Fuero del Trabajo con un único sindicato que agrupaba a empresarios y trabajadores y se prohibieron las huelgas y las reivindicaciones obreras.Por último, se respetaba la importante influencia de la Iglesia Católica, que hizo pública una Pastoral Colectiva de los Obispos. El nuevo Estado era claramente confesional y derogó las leyes del matrimonio civil y del divorcio, estableció el culto religioso en la enseñanza y en el ejército, e instituyó una retribución estatal al clero.
3.3. Una represión institucionalizada
La construcción del Estado franquista fue acompañada de una violencia extrema que formaba parte de las directrices fijadas por los dirigentes de la sublevación y que comportó la aniquilación de los vencidos en los territorios que se ocupaban. Así ocurrió en Málaga y Granada y en ciudades que quedaron en territorio nacional. En ocasiones, personas relevantes fueron asesinadas por lo que significaban como símbolos de la República. Fue el caso de por ejemplo Federico García Lorca.La represión tuvo siempre un carácter sistemático, planificado y fue ejercida por el ejército, la Falange o las autoridades políticas contra cualquier sospechoso de simpatizar con las izquierdas. Su intención era imponer un clima de terror que impidiese toda contestación.
4. LAS OPERACIONES MILITARES
4.1. El avance hacia Madrid (julio-noviembre 1936)
Después de cruzar el Estrecho las tropas de África, al mando del coronel Yagüe tenían como objetivo esencial el avance hacia Madrid para tomar la capital, símbolo del poder republicano. Las tropas sublevadas tomaron Badajoz y consiguieron enlazar en una estrecha franja con la zona sublevada del Norte. Franco convertido en jefe del ejército del sur tras la muerte de Sanjurjo, decidió desviarse para ocupar Toledo y poner fin al cerco del Alcázar, donde resistían unos centenares de militares sublevados con sus familias.La conquista de la capital podía ser inminente. El 29 de octubre se decretó la movilización general para salvar Madrid. Mientras se cavaban zanjas, nacían consignas que se hicieron míticas como No pasarán y Madrid, tumba del fascismoEl gobierno republicano se trasladó a Valencia mientras que la estrategia de la defensa de la capital quedaba en manos del comandante Rojo. Madrid resistió el ataque frontal, gracias a la llegada de las primeras Brigadas Internacionales, de los carros de combate rusos y de una columna anarcosindicalista procedente de Barcelona, al mando del líder sindical Bienaventura Durruti.La resistencia de la ciudad de Madrid concluyó la fase denominada Guerra de columnas en la que las tropas republicanas estaban compuestas por columnas de milicias.