Portada » Historia » Que materia prima utiliza la industria textil
1.Contexto
A principios del S. XIX surgen economistas teóricos, y con ellos comienza el desarrollo del Liberalismo económico, que defiende la no intervención del Estado en economía.
El más importante fue Adam Smith, que escribió “Las riquezas de las naciones”. Sus ideas básicas eran:
· La ley de la oferta y la demanda, basado en el beneficio ilimitado
· Propone el Capitalismo libre, cualquiera puede tener la propiedad de los medios de producción.
· Desarrollo del concepto de Valor, se distingue Valor de uso y Valor de cambio. Para el Liberalismo económico el importante es el de cambio
2.La población en el S.XIX
– Existencia de una España dual (en sociedad y en economía en la que persiste el Antiguo Régimen y surgen elementos del Nuevo Régimen)
– La evolución se da con mucha lentitud. El descenso de la mortalidad se produce gracias a la Revolución Industrial y tuvo como consecuencia un fuerte crecimiento demográfico.
– Durante el S. XIX se dieron crisis de subsistencia típicas del subdesarrollo.
– La mortalidad infantil se mantiene alta.
– La natalidad del 35 al 40 por mil es también alta, por tanto el crecimiento vegetativo se mantiene equilibrado
– Distribución de la población:
· Hasta el S. XVIII, la población se concentra en las mesetas. A finales del S. XIX el centro se despuebla, excepto Madrid, y la periferia aumenta su densidad de población.
– A lo largo del S. XIX se pasa de una sociedad estamental a una de clases. Surge la burguesía y el proletariado. Desaparecen los privilegios.
3.Desarrollo industrial
La Revolución Industrial llega a España a la vez que a Europa, pero se fue dando un retraso en el desarrollo industrial convirtiéndola en la penúltima potencia europea en industrializarse
a) Causas del retraso
1. Escaso papel de la agricultura:
1.1. Mientras en Inglaterra la nobleza hizo cambios en la agricultura para mejorar la producción (Revolución Agrícola) e invertir los beneficios en la industria; en España no tuvo lugar esta revolución.
1.2. La agricultura debía ofrecer un triple papel que no tuvo en España:
· Ofrecer alimentos y materias primas.
· Ofrecer mano de obra barata y capital.
· Ofrecer un mercado interior
2. El inexistente papel de la burguesía:
2.1. En España la burguesía no lidera la Revolución Industrial, porque no existe, salvo en Cataluña, desde la expulsión de los judíos.
2.2. La poca burguesía existente invirtió en aspectos más seguros, desamortización, olvidándose de la industria
3. La dependencia del extranjero:
– Dependencia financiera: Ante la escasa inversión española, el capital viene del extranjero, Franceses, Ingleses y Belgas, que invierten en el ferrocarril pero no en sectores industriales como el textil.
– Dependencia tecnológica: En España no se invierte en investigación, por lo que hay que importar la tecnología. Al tener un alto coste, se prefiere no invertir y obtener beneficios.
4. Otros factores:
– Déficit de materias primas, solo algodón e hierro, y fuentes de energías, carbón de poca calidad.
– Retraso del sistema financiero.
– Ausencia de leyes que ayuden al desarrollo industrial.
– Falta de planificación e incoherencia de los partidos políticos.
b) Sectores
Origen del modelo español: Esta basado en la producción de electricidad (energía hidráulica), que hizo posible la mecanización industrial, la disminución de los costes de producción y con ello, un descenso de los precios y una mayor demanda.
La electrificación se produjo en dos etapas, primero la poblaciones y después la industria.
Se produjeron grandes diferencias regionales.
b.1) Textil
Es el primer sector español por lo que tiene tradición y mano de obra cualificada.
Los productos españoles tenían reconocimiento.
Este sector tuvo su centro en Cataluña.
– Industria algodonera:
·Basada en la introducción del telar mecánico y en la investigación para su mejora, así como de la maquina de vapor.
· Ademas intervienen en el desarrollo hombres como, Batlló o Güell.
· Se produjo una mayor inversión y mejora la calidad de las telas a lo largo del periodo.
– Industria lanera:
· Esta industria mejoró gracias a la introducción de la maquina situándose a la cabeza de la producción nacional
· La consecuencia negativa es la desaparición de otras industrias textiles como la sedara granadina.
· Encontró dificultades en su crecimiento:
1. Estructura de pequeña y mediana empresa frente a los monopolios ingleses.
2. Competencia exterior. (Holanda)
3. Falta de mercado nacional.
3.1 La perdida de las colonias hizo necesaria la protección del estado.
El desarrollo del sector textil, no obstante, permitió el impulso de otros sectores como el químico o el metalúrgico.
b.2) Siderúrgico
– En Europa y en España este sector sustituyó en importancia al sector textil.
– Se basaba en el hierro como materia prima, y el carbón como materia prima (huya).
– Aparece el convertidor de Bessemer, que quita las impurezas del hierro y nace hace el acero.
– Se requiere la huya por la corta energía pero en España era de poca calidad y la industria pierde competitividad.
– Etapas:
1. Andalucía: Los primeros altos hornos se situaron en Malaga en 1830, familia Larios, y perdura hasta mitad de siglo, la dificultad principal es la importación de carbón, pero ademas esta la Guerra Carlista que impide el desarrollo del sector
2. Asturias: El sector se traslada a las cuencas asturianas hasta el ultimo tercio de siglo.
3. País Vasco: La industria se traslada a Vizcaia por la abundancia de hierro, y la cercanía del carbón ingles de calidad.
Los altos hornos se centraron en Bilbao, impulsados por capitales locales.
La principal competitividad exterior y de legislación proteccionista
La consecuencia de este sector fue el desarrollo eléctrico.
El momento más álgido fue gracias a la primera Guerra Mundial.
c) Andalucía
En Andalucía había unas condiciones extraordinarias para el desarrollo industrial:
1. Crecimiento demográfico alto
2. Mano de obra abundante y barata (campesinos sin cualificar)
3. Riqueza agraria: Capital para la industria.
4. Riqueza minera: Materia prima
5. Relación tecnológica con Inglaterra
La realidad fue totalmente distinta, y la revolución industrial fracasó por varias razones:
1. Los precios se hundieron porque fueron malvendidas las tierras desamortizadas (menos beneficios, menor inversión)
2. Éxodo rural: La mano de obra se fue a otras regiones (Cataluña)
3. Continuas convulsiones sociales, que no son propicias para el desarrollo industrial
4. Andalucía no fue utilizada para desarrollarse por si misma sino como colonia para el desarrollo de otras regiones
A pesar de ello, hubo sectores con cierto desarrollo:
1. Sector minero
– Manuel Agustín de Heredia fundó los primeros altos hornos españoles, en El Pedroso, Sevilla, y también en Malaga capital.
– Se produjo un desarrollo del capitalismo financiero unido al industrial, que dio lugar a la creación del Banco de Malaga (1856)
2. Sector algodonero
– Se desarrolló en Sevilla y Malaga.
– Encontró dificultades que no supo superar:
· Contrabando
· La competencia exterior
· Ferrocarril subdesarrollado
3. Sector ferroviario
– Las primeras concesiones para construir lineas férreas fueron en Andalucía. Sin embargo esta fueron pronto privatizadas y quedaron desconectadas, debido al objetivo colonial.
4. Desamortizaciones
La desamortización se produjo de manera discontinua, siendo impulsada o frenada según el signo político de los gobiernos constituidos.
Desde 1767 (año en que los jesuitas fueron expulsados de España por el gobierno ilustrado durante el reinado de Carlos III) hasta 1924 (cuando Calvo Sotelo derogó definitivamente las leyes sobre la desamortización) pasaron a manos privadas casi 20 millones de hectáreas, el 39% de la superficie del Estado.
Pueden distinguirse una serie de fases en este largo proceso desamortizador:
– Desamortización de Godoy (1798), ministro de Carlos IV.
– Desamortización de José I y de las Cortes de Cádiz (1811-1813)
– Desamortización del Trienio Liberal (1820-1823)
– Desamortización de Mendizábal (1836-1851)
– Desamortización de Madoz (1855-1924)
Una de las primeras desamortizaciones eclesiásticas se llevó a cabo en tiempos de Carlos IV, hacia 1798. El estado obtuvo permiso de la Santa Sede para expropiar y vender los bienes de los jesuitas y de obras pías (hospicios y beneficencias).
Durante la Guerra de Independencia (1808-1814) el gobierno de José I por un lado y las Cortes de Cádiz por otro decretaron nuevas desamortizaciones, que al igual que las que se pusieron en marcha durante el Trienio Liberal (1820-1823), no tuvieron casi ninguna repercusión debido a la reposición del absolutismo monárquico.
Las desamortizaciones posteriores serán las más importantes de todas, debido a la importancia de los bienes a los que afectaron y a la transcendencia que tuvieron. Nos referimos a la desamortización deMendizábal (1835) y a la desamortización de Madoz (1855). Las analizaremos a continuación con un poco más de detenimiento:
3.1. Desamortización de Mendizábal (1836)
También denominada eclesiástica, debido al importante volumen de bienes pertenecientes a la Iglesia a los que afectó.
Mendizábal actuó durante el Bienio Progresista (1835-1837), primero como primer ministro, más tarde como ministro de Hacienda. Es la época de la I Guerra Carlista, conflicto en el que se estaba decidiendo la continuidad de Isabel II en el trono, y con ello la continuidad del nuevo estado liberal.
Con el objeto de poder financiar la guerra, así como para poder respaldar las futuras peticiones de préstamos a instituciones extranjeras con las que financiar los proyectos de desarrollo liberales, era necesario disminuir la deuda pública existente. Estos fueron motivos suficientes que permitieron legitimar la publicación del Decreto desamortizador de febrero de 1836 impulsado por Mendizábal, a través del que se ponían en venta todos los bienes del clero regular (frailes y monjas). Al año siguiente, en 1837, otra ley amplió los bienes afectados a los del clero secular. Sin embargo, la caída de los progresistas imposibilitó su aplicación hasta 1841, durante la Regencia de Espartero.
Como consecuencia de la desamortización se desarrolló en España una nueva clase propietaria, unaburguesía agraria, que identificaría sus intereses con el mantenimiento y la estabilidad del nuevo régimen liberal. Por otra parte, la desamortización trajo consigo la ruptura de las relaciones diplomáticas con Roma.
En las ventas, aparte de metálico se admitían los títulos de deuda pública por su valor nominal. Esto benefició en gran medida a los compradores, ya que los títulos de deuda se encontraban muy depreciados en el mercado.
Como consecuencia del gran tamaño de los lotes sacados a subasta sólo los más pudientes pudieron participar en las compras. El campesinado no pudo participar en las subastas debido a su incapacidad económica.
3.2. Desamortización de Madoz (1855)
A través de la Ley de Desamortización general, de 1 de mayo de 1855, se pusieron en venta los bienes eclesiásticos que no habían sido afectados en la etapa desamortizadora anterior, así como los bienes de los pueblos, los denominados bienes de propios, con cuyo arrendamiento se sufragaban los gastos de los concejos, y los bienes comunales o baldíos, que eran aprovechados libremente por los vecinos, constituyendo una parte bastante importante de las economías domésticas campesinas.
Salvo en contadas excepciones, sólo se aceptó el pago en metálico. Al pagarse los bienes por su valor real, la burguesía no mostró tanto interés como en la desamortización anterior. Además, y especialmente a partir de 1870, comenzaron a aparecer en España nuevas opciones de inversión que ofrecían intereses más altos a la burguesía.
El campesinado participó en mayor medida en las compras, al menos esto es así en las zonas centro ynorte peninsular. En el sur, el gran tamaño de las fincas sacadas a subasta continuó impidiendo al pequeño campesino acceder a las subastas.
4. CONSECUENCIAS DEL PROCESO DESAMORTIZADOR
– La tierra no quedó repartida de manera equitativa entre la sociedad. El objetivo no era llevar a cabo una reforma agraria, sino recaudar dinero para respaldar los planes del estado.
– La superficie de cultivo aumentó, al tiempo que lo hizo la productividad.
– Propició el surgimiento de un proletariado agrícola compuesto por más de dos millones de jornaleros sometidos a unas condiciones de trabajo y vida muy duras.
– Nació una nueva burguesía agrícola que tratará de emular el estilo de vida y los comportamientos propios de la vieja nobleza.
– El tipo de propiedad existente en cada región quedó acentuada, es decir, el latifundismo en la zona centro-sur y el minifundismo en la zona norte peninsula
Las transformaciones sociales y económicas en la España del SXIX
I. Contexto
II.Población del S.XIX
III. Desarrollo industrial
a) Causas
b) Sectores
-Textil
-Siderurgico
c) Andalucia
IV. Desamortizaciones
V. Bibliografia. VVAA, España: S. XIX(1834-98), Grupo Cronos, Biblioteca Básica de Historia Anaya.
VVAA,La España de Isabel II, Cuadernos de historia 16, nº260, Espadas