2ª Revolución Industrial

Desde la segunda mitad del siglo XIX la industria tal como se había planteado hasta entonces inicio una profunda crisis por que el ferrocarril dejo de ser el motor de la industrialización ya que se habían trazado una gran cantidad de kilómetros de líneas férreas. Esta crisis se supero al iniciar el último tercio del siglo XIX cuando aparecieron nuevas fuentes de energía: la electricidad y el petróleo. Especialmente del petróleo derivaron nuevas industrias: Industrias mecánicas y de motores al parecer el motor de explosión y a si se creó el automóvil, las aeronaves y avanzó la industria náutica. Precisamente el automóvil será el nuevo motor de la industrialización. También aparecieron industrias químicas: textiles sintéticos, pinturas, plásticos, etc. Surgieron conservantes que permitieron que aparecieran las industrias de conservas y abonos químicos que incrementaron tanto la productividad agraria que el hambre desapareció. En la siderúrgica surgieron aceros más resistentes.

Todo esto se vio acompañado por una nueva revolución en las comunicaciones, se hicieron obras de gran envergadura como el canal de Suez, que unió el mediterráneo y el mar rojo y a principios del siglo XX se crearía el canal de Panamá, uniendo el atlántico y el pacifico. Se invento el tranvía, el metro, la bombilla incandescente, el telégrafo, el teléfono, la bicicleta, la radio, la fotografía y el cine, el gramófono…. todos estos inventos cambiaron la mentalidad acercaron las distancias permitiendo que los alimentos pudieran exportarse entre los continentes lejanos, de repente, la gente podía conocer con rapidez cosas conocidas en lugares muy distantes, y la mentalidad progreso.

Estos cambios debemos sumar los políticos, porque después de la llamada de atención que había significado la revolución 1884 los gobiernos avanzaron en sus políticas sociales y ampliaron el sufragio y ampliaron el sufragio hasta alcanzar el sufragio universal. Las nuevas industrias comprendieron que se necesitaba que el trabajo también avanzara socialmente y que la riqueza no debía concentrarse en pocas manos si no que se expandiría aun más si se trasmitía hacia los grupos más desfavorecidos. El automóvil tuvo una gran importancia en este cambio, a si se establecieron nuevos métodos de trabajo, el Taylorismo y el trabajo en cadena. El primero se basaba en la idea de que los obreros producirían más si se encontraban un ambiente agradable, de sonido, iluminación, ventilación e higiene y se les premiaba incentivando su productividad. El segundo se basaba en cadenas de trabajo de manera que cada obrero se especializaba en una parte concreta de la producción, también se redujo la jornada laboral a 8 horas y se establecieron los diversos servicios sociales de sanidad, jubilación, etc.

Algo muy importante en estos cambios fue la expansión colonial de los grandes imperios a donde pudo acudir la población sobrante de las metrópolis.

También debemos tener en cuenta que la industrialización se expandió a casi todos los países del mundo, si bien muchos de ellos se convirtieron en meros productores de materias primas y compradores de los manufacturados.

Estos cambios debemos sumar los políticos, porque después de la llamada de atención que había significado la revolución 1884 los gobiernos avanzaron en sus políticas sociales y ampliaron el sufragio y ampliaron el sufragio hasta alcanzar el sufragio universal. Las nuevas industrias comprendieron que se necesitaba que el trabajo también avanzara socialmente y que la riqueza no debía concentrarse en pocas manos si no que se expandiría aun más si se trasmitía hacia los grupos más desfavorecidos. El automóvil tuvo una gran importancia en este cambio, a si se establecieron nuevos métodos de trabajo, el Taylorismo y el trabajo en cadena. El primero se basaba en la idea de que los obreros producirían más si se encontraban un ambiente agradable, de sonido, iluminación, ventilación e higiene y se les premiaba incentivando su productividad. El segundo se basaba en cadenas de trabajo de manera que cada obrero se especializaba en una parte concreta de la producción, también se redujo la jornada laboral a 8 horas y se establecieron los diversos servicios sociales de sanidad, jubilación, etc.

Algo muy importante en estos cambios fue la expansión colonial de los grandes imperios a donde pudo acudir la población sobrante de las metrópolis.

También debemos tener en cuenta que la industrialización se expandió a casi todos los países del mundo, si bien muchos de ellos se convirtieron en meros productores de materias primas y compradores de los manufacturados.

Internacionales obreras

Después de la revolución de 1848, se vio la posibilidad de crear una Asociación Internacional del Trabajo (AIT) donde se defendieran los intereses generales de la clase obrera. En esta primera internacional tuvieron una gran importancia las tesis marxistas. Los marxistas se impusieron y terminaron expulsando a los anarquistas, liderados por el ruso Bakuni. Los anarquistas se diferenciaban de los marxistas porque ante todo defendían el carácter del ser humano como libre y le daban más importancia al mundo rural. Consideraban que el Estado debía de desaparecer y que la sociedad debía organizarse tomando como célula las pequeñas aldeas en las que las decisiones se tomaran democráticamente entre sus miembros. El anarquismo por lo tanto, se negaba a constituirse en un partido político que luchara por la conquista del Estado, ya que éste debía desaparecer.

Las tensiones entre anarquistas y marxistas hicieron desaparecer la primera internacional. En 1889, una exposición internacional que tenía como núcleo la Torre Eiffel conmemoraba en París el primer centenario de la R.F. Al calor de estos acontecimientos surgió una segunda internacional que desde el principio negó la entrada a los anarquistas. Sin embargo, se produjo una división entre los socialistas, porque unos permanecieron fieles al marxismo, pero otros renunciaron a él, convirtiéndose en social–
Demócratas. La social-democracia considera que no es necesario destruir la sociedad establecida porque esta ofrece los suficientes medios como para mejorar las condiciones del obrero.