Portada » Español » Que es generación novecentista y quien es su máximo representante
La crisis de la Restauración
El fin del sistema de alternancia: la Constitución de 1876 trajo un sistema de alternancia pacífica que entró en crisis en la segunda década del Siglo XX. El asesinato de Canalejas en 1912 tronco el espíritu regeneracionista y abríó un periodo de estabilidad quedaría fin a la monarquía borbónica.
Esta desarticulación tuvo que ver con la aparición de nuevos líderes políticos, como Maura, Dato o Romanones, incapaces de garantizar la pervivencia del sistema. También fue fundamental en este sentido la modernización del país, pues la urbanización progresiva redujo el control de los caciques rurales sobre los resultados electorales, que había sido un aspecto clave en el sistema de alternancia. Con el estallido en 1914 de la Primera Guerra Mundial se acrecentaron las diferencias entre los conservadores, que se declararon Germánófilos, y los liberales, que se decantaron por los aliados.
La crisis de 1917: por su posición neutral, España se encargó de la producción que no podían asumir los países en conflicto durante la guerra, lo que dio lugar a cierta prosperidad económica. Sin embargo, desde 1917 se produjo una profunda crisis debido al deterioro económico, que se reflejó en el conato de rebelión de los militares, en la crisis del sistema político a raíz del catalanismo y en la huelga revolucionaria que se extendíó hasta 1920, inspirada por la reciente Revolución Rusa.
El asesinato en 1921 del presidente Dato Marcos el momento de máxima tensión, en una sociedad dominada por la violencia política y los enfrentamientos entre huelguistas y patronos. Además, la presencia colonial en Marruecos despertó un creciente rechazo, debido a las bajas y a los intereses que motivaban la empresa imperialista.
Novecentismo: O generación de 1914 fue un movimiento situado entre el Modernismo, la generación del 98 y las vanguardias.
Carácterísticas: los novecentista se propusieron un arte nuevo que no imita de la naturaleza ni reflejase las emociones, de difícil comprensión para el gran público, cuyos rasgos esenciales son:
Ideas reformistas y europeistas. Desde este movimiento, auspiciado por intelectuales universitarios, se trata de analizar los problemas objetiva irracionalmente. Estos jóvenes ejercieron su influencia a través de la prensa escrita, la Universidad e instituciones educativas como la residencia de estudiantes.
Propuestas reformadas. Su intento de resolver el problema de españa, que ya había preocupado a los autores noventayochistas, se materializó en reformas sociales y políticas que reaccionaban contra medidas del pasado.
Idea del arte puro. Defendían un arte de base intelectual, que rechazaba el sentimiento ánimo de raíz ROMántica y estaba dirigido a una minoría cultivada para entenderlo. Su propuesta consiste en producir placer estético, mediante obras muy meditadas que huyen de la improvisación.
Novela: – Ramón Pérez de Ayala: el destello de este intelectual asturiano destaca por un lirismo sensorial que se interesa por reproducir las paradojas de pensamiento de sus personajes. Sus primeras obras, aún próximas a los modelos de la generación del 98, comparte un componente autobiográfico y tienen el mismo protagonista: Alberto Díaz de Guzmán.
Más adelante evoluciónó hacia una narrativa más lírica y de crítica social, como hacen las novelas cortas Prometeo hoyos de domingo.
Finalmente sus novelas se volvieron más intelectuales, pues la acción se desdibuja va para dar paso a la exposición de actitudes vitales y de ideas acerca de cuestiones estéticas, morales o políticas. En su novela más importante coma Belarmino y Apolonio, dos zapateros dan su opinión acerca de diferentes asuntos, a partir de visiones distintas del mundo. Se incluyen en esta última etapa los trabajos de urbano y Simona y Tigre Juan.
Además de su obra novelística, Pérez de Ayala destaca por una extensa obra ensayística y por fundar, junto con Antonio Machado, José Ortega y Gasset y el médico Gregorio Marañón, la agrupación de intelectuales al servicio de la república, con la intención de proponer soluciones a los problemas del país.
Gabriel Miró: en el estilo de este escritor alicantino se manifiesta la influencia del Modernismo, por su estilo lírico y formalista, pero también de la generación del 98, por su actitud crítica y reflexiva.
Sus novelas más conocidas son nuestro Padre San Daniel y su continuación, el obispo leproso, que destacan por las descripciones, sensoriales y evocadoras, y por el predominio de la representación de los estados de ánimo de los personajes. Además incorpora una visión crítica que revela cómo el ambiente provinciano coma opresivo e hipócrita de Oleza destruye la inocencia y el amor del protagonista. Se presenta un pequeño mundo dominado por la tradición, en la que solo el paso del tiempo introduce pequeños cambios.
Ensayo: – José Ortega y Gasset: es importante filósofo madrileño ocupó un papel fundamental como difusor de las preocupaciones novecentista, no sólo mediante su labor como profesor y ensayista, sino también como fundador de diferentes instituciones y publicaciones, como las revistas España y Revista de Occidente. Los temas novecentista y aparecen tratados de diferentes puntos de vista:
La regeneración de españa. Este problema fue ampliamente analizado en España invertebrada dónde Ortega y Gasset asegura que solo podría superarse mediante la europeización de los ciudadanos, en detrimento del casticismo paralizador.
El nuevo arte puro. En su obra La deshumanización del arte, Ortega y Gasset observó que con esta deshumanización la vida permanece como la única realidad trascendente, y el arte, como juego cuya misión es producir objetos estéticos, libre de cualquier finalidad y sin sentimentalismos. Sin embargo, el arte deshumanizado da origen a obras poco accesibles destinadas a una minoría capaz de comprender las.
Crítica literaria. Ortega y Gasset a menudo ofrecía su visión sobre aspectos como a los géneros literarios, la novela o el análisis de obras concretas.
Su estilo se caracteriza por la claridad y elegancia, parte de la recurrencia de originales metáforas, que utilizaba para ilustrar sus ideas.
Eugenio d’Ors: el escritor y crítico barcelonés Eugenio d’Ors fue, junto Ortega y Gasset, uno de los más activos impulsores de las novedades estéticas de su época y también el ideólogo del noucentisme, movimiento modernizador de la cultura y la política en Cataluña.
Una parte importante de su obra se publicó una nueva forma de ensayo periodístico, llamado piosa, que consistía en una breve reflexión centrada en el ambiente cultural y político de la época. Sus causas fueron recopiladas en libros, Glossary y Nuevo Glosario.
Su estilo es plástico y claro y el tema principal de su obra es la crítica cultural idearte, a partir de estrictos planteamientos clasicistas. El arte que defendía este pensador es racional, deshumanizado, libre de efusión sentimental, de lo inconsciente y lo inefable, un arte entroncado con la tradición, fruto de la elaboración y la estilización.
Su pensamiento fue difundido en obras como La bien plantada, La muerte de Isidro Nonell, Aprendizaje y heroísmo, Grandeza y servidumbre de la inteligencia, La filosofía del hombre que trabaja y juega o Tres horas en el Museo del Prado.
Juan Ramón Jiménez: desarrolló una obra poética personal, que llevar yo el Nobel de Literatura en 1956. Apenas participó en la agitada vida literaria de la época, pero establecíó una amistad duradera con escritores como Valle Inclán y Rubén darío.
Su dinerario creador consistíó en una búsqueda constante de la poesía desnuda, esencial, asentada en un personal pensamiento estético y ético. Además se perciben sus creaciones ya atracción por lo popular y la importancia de sus experiencias vitales.
En sus reflexiones, dejó constancia de que para ella pues ya no representaba solo una forma de vencer la infección del mundo, sino el camino de conocimiento de uno mismo y de la realidad como hay también una vía de elevación espiritual.
Obra poética: en su extensa obra poética se pueden distinguir las siguientes etapas:
Poesía sensitiva. Comienza su andadura poética bajo la influencia del Modernismo, tanto por los elementos sensoriales como por el uso de la alegoría y los símbolos, como yo Toño y la tarde. Sin embargo, el propio Juan Ramón consideraba el Modernismo como una actitud ante la creación poética más que una cuestión de escuelas literarias. Al final de esta etapa se advierten rasgos de su obra posterior, como el desasosiego, la búsqueda del ideal y una concepción poética que aúna instinto y conciencia.
Afán de conocimiento de la realidad. La segunda etapa que se caracteriza por una expresión desnuda y pura, que despunta ya en estío, unida a una mayor conceptualización de temas como el amor. En Diario de un poeta recién casado aparece una triple visión de la idea de viaje.
Necesidad de conciencia interior. En esta etapa alcanza su idea de poesía esencial, con obras escritas ya en el exilio, como la estación total y animal de fondo. En ellas fusiónó su experiencia vital con yo trascendental, a través del simbolismo intimista. Se trata de una poesía construida con imágenes irracionales y formalmente desnuda de rima y estrofa.
Prosa Poética: la producción de la prosa poética de Juan Ramón Jiménez no es muy extensa, pero incluye una de sus obras más conocidas Platero y yo. Es una serie de estampas líricas en las que el yo poético tiene como interlocutor a un pequeño asno. Aunque se hizo por primera vez como llevo infantil, contiene interesantes críticas contra el progreso basado solo en lo material, sin tener en cuenta la educación del espíritu, y a favor de la necesidad de cultivar la sensibilidad del pueblo, sin que pierda lo que tiene de espontáneo y auténtico.