Portada » Español » Que es el nivel culto de la lengua
Carácterístico de la clase intelectual; su versión escrita es la que se emplea como modelo de norma lingüística. –
forma habitual de hablar de la gente culta. –
lenguajes especializados que implican un conocimiento intelectual.
habla no marcada de las personas que no pertenecen a los grupos considerados cultos desde la perspectiva intelectual.
habla claramente marcada negativamente perteneciente a los grupos aludidos en el apartado anterior.
código específico de los grupos marginales de la clase no culta.
las referidas al registro de lengua, relacionadas con los distintos contextos situacionales de comunicación.
el empleado en situaciones que así lo requieren (conferencias, discursos, clases de 2º de bachillerato…).
el empleado en situaciones de comunicación neutras.
el empleado en situaciones de comunicación distendidas: conversaciones con amigos, familiares y, en general, íntimos.
Las actividades que desempeña cada individuo dentro de la sociedad determinan su inclusión en un determinado estrato de la sociedad más o menos definido. Las carácterísticas y la composición de esos grupos dependen de criterios sociológicos: capacidad económica, religión, la cultura… Todos estos factores pueden influir en el uso de la lengua. Es muy habitual buscar una relación inmediata entre la posición económica de los hablantes y el uso de la lengua.
Los hablantes adquieren el lenguaje en distintas fases: en la infancia, a través de las relaciones familiares, se forma un conocimiento restringido del código reducido de elementos lingüísticos, muy ligado a la oralidad; más tarde, la educación académica aporta al hablante un código diferente, más elaborado y estructurado, más rico en elementos lingüísticos diversos y variados y ligado a la escritura. De esto se infiere que:
a) El nivel de lengua de un hablante no depende directamente de su posición económica, sino de su formación lingüística.
b) El código elaborado no ha de concebirse como un nivel de lengua estático; puede alcanzarse en distintos grados, dependiendo de la duración y del aprovechamiento de la formación escolar, ydel interés posterior del hablante.
c) no sustituye por completo al código restringido formado en los primeros años, sino que se superpone a él.
d) En determinados casos, lo que funciona como código restringido puede ser una variedad dialectal.
Tendencia a la relajación articulatoria, tanto de grupos consonánticos cultos, como de consonantes en posición final o intervocálica, sobre todo en participios, [aregláo]. Con frecuencia, esta pérdida de consonantes da lugar a contracciones de las dos vocales que quedan en contacto [pá] (=para), que son sentidas ya como vulgares.
– considerable limitación de vocabulario activo: los vocablos que el hablante utiliza son pocos y se trata de términos de uso común, de significado muy genérico o de carácter polisémico:
palabras-baúl (cosa, gente) empleo constante de referencias deícticas (-Dame eso que hay ahí
),y al empleo de indefinidos como sustitutos (Entonces vi a uno
). Es frecuente el uso impropio de palabras cuyo significado se desconoce o se confunde: Es adepto a las drogas. El léxico es, poco preciso, por lo que la expresión es escasa en matices, que el hablante ha de realizar mediante otros recursos: la intensidad en la entonación, la expresividad gestual, el valor afectivo -positivo o negativo- con el que se cargan ciertos elementos lingüísticos (-Mira qué cosita; -Yo no me hablo con ése), la reiteración (Se quedó blanco, blanco, que parecía que se iba a desmayar). En este mismo sentido, es muy significativo el uso frecuente de un léxico grosero (tacos)
.
– domina la misma simplicidad que en el léxico; las oraciones breves, simples y con frecuencia no acabadas.
Se recurre a las muletillas que suspenden el discurso y dejan que sea el oyente el que suponga su continuación, y en la frecuencia con la que aparecen anacolutos (cambios de construcción en mitad de un enunciado). En la enunciación de ideas complejas, la coordinación y la yuxtaposición predominan sobre la subordinación. Las relaciones lógicas entre las ideas quedan con frecuencia implícitas y ha de ser el oyente el que las infiera a partir del contexto.
– toda incorrección fonética, morfosintáctica o léxica que está asentada en la gramática interna del hablante y que, por tanto, éste comete sin conciencia inmediata de su carácter contrario a la norma.
El lenguaje de la mujer presenta particularidades más acusadas en aquellas comunidades en las que la diferenciación social entre hombres y mujeres es mayor. En la sociedad occidental parece que las mujeres se acercan a la manera de hablar más correcta y prestigiosa de la comunidad, evitando en mayor medida que los hombres las expresiones vulgares y actuando en la conversación para propiciar la participación de los demás en el diálogo.
El papel que las distintas generaciones desempeñan en la sociedad, se reflejan en el léxico empleado, en la mayor o menor aceptación de la norma. Las jergas juveniles responden generalmente a un deseo de los grupos jóvenes de diferenciación respecto de las generaciones mayores; se muestran menos conservadores en sus usos lingüísticos y más receptivos con las creaciones recientes. El lenguaje de las generaciones mayores manifiesta un mayor conservadurismo, empleo de palabras que para los restantes grupos de edad resultan desconocidos, como ocurre, por ejemplo, con las expresiones de origen rural o con las frases proverbiales.
Los grupos de inmigrantes pueden llegar a constituir variedades sociales, cuyo distanciamiento de la lengua de la comunidad dependerá de las barreras sociales que se establezcan entre ellos. En el dominio del inglés o del francés se han creado variedades (el «inglés negro» en Estados Unidos; el francés de algunos barrios situados en las afueras de París, muy mezclado con el árabe) cuya comprensión resulta muy difícil a las personas ajenas a estos grupos de inmigrantes.
Las jergas son las variedades lingüísticas propias de los diferentes grupos profesionales: el habla de los abogados, políticos. Las jergas suelen tener un léxico específico, al que denominamos tecnolecto.
variedades propias de grupos sociales marginales, en los que la cohesión, la solidaridad y el secretismo es mayor que en los grupos profesionales a que acabamos de hacer referencia. Se trata de grupos de personas que viven al margen de la sociedad y desarrollan una lengua propia para evitar que su manera de hablar sea comprendida fuera del grupo. Aparecen casi repentinamente y desaparecen con la misma rapidez con que se crearon. Las primeras lenguas secretas existentes en español se remontan al lenguaje de Germánías, nombre con el que se designa la jerga que utilizaban los delincuentes en el Siglo de Oro español. Entre las lenguas marginales actuales destacan las siguientes:
argot de la cárcel (estar al loro o marrón) –
argot juvenil de grupos urbanos marginales. –
argot de traficantes y consumidores de drogas. –
argot que utilizan los maleantes o delincuentes para entenderse entre sí. –
lengua de los mercheros o marchantes, grupo social de vida nómada que se dedica habitualmente a la venta ambulante.
Es propio de las personas instruidas y de gran nivel cultural. Sus carácterísticas son:
Afecta a todos las estructuras de la lengua (fónico, morfosintáctico y léxico-semántico).
Léxico rico y preciso que abarca a las ciencias o la cultura en todos sus ámbitos.
Es capaz de expresar con mayor profundidad y precisión los conceptos abstractos.
Recoge el peso de la tradición literaria y puede compartir con ella su belleza formal.
Es la más apropiada para todo tipo de actividades intelectuales.
Esta variedad lingüística se sitúa en un nivel medio pero formal de la lengua. Adopta las exigencias normativas del idioma, aunque es menos rígida y meticulosa que la variedad culta. Sirve de modelo tanto en la comunicación oral como en la escrita.
Respeta la norma léxica y gramatical que supone el uso correcto del idioma, siguiendo las instrucciones de la Real Academia Española. Se adapta a los cambios que puedan ser introducidos y se difunde a través de los medios de comunicación.
Se sitúa en un nivel medio de competencia lingüística y se usa en el ámbito de la vida cotidiana.
Entre sus peculiaridades señálamos:
Uso frecuente de interjecciones, exclamaciones, expresiones irónicas, interpelaciones al oyente, etc. – ¡Mujer, eso sí que no se hace, te lo digo yo!.
Oraciones inacabadas o suspendidas, oraciones sincopadas, falta de precisión léxica, frases cortas y muy expresivas, elementos que remiten al contexto extralingüístico (deícticos), muletillas, frases hechas, palabras para dar continuidad a la conversación, etc. – ¡Bueno, pues… como te iba diciendo!
¡Ya me dirás! ¡Tú tienes la última palabra!
-Lenguaje proverbial o refranes ligados a la filosofía popular: En boca cerrada no entran moscas.
Es utilizado por las capas más modestas y peor escolarizadas de la sociedad. Es un sistema pobre, con una gramática sencilla y un léxico reducido.
Se caracteriza por la alteración constante de la norma y el uso de vulgarismos, palabras incorrectas o errores lingüísticos.
Llamamos situación comunicativa al conjunto de circunstancias extralingüísticas en las que se desarrolla el acto dehabla.
el grado de influencia de factores como edad, sexo, ideología… de quienes intervienen en el acto de habla determina el carácter innovador o conservador del lenguaje empleado, la presencia de afectividad…
grado de proximidad o distanciamiento afectivo entre emisor y receptor. De esta forma, el lenguaje puede ser informal (confianza, familiaridad) o formal (respeto, posiciones jerárquicas).
constituye el asunto sobre el que versa la comunicación. Puede estar establecido de antemano o, por el contrario, variar e improvisarse en el transcurso del acto comunicativo.
el hecho de entablar un proceso de comunicación puede obedecer a múltiples finalidades: informativa, explicativa.
unas veces el mensaje circula en una sola dirección o, por el contrario, es bilateral y se da entonces la alternancia comunicativa con intercambio de turnos.
laboral, profesional, familiar.
El uso individual que de la lengua hace el hablante, en virtud de la situación comunicativa en que se encuentre, recibe el nombre de registro idiomático.
Cada situación comunicativa requiere un registro idiomático propio. La adecuación del discurso, es decir, la elección del registro adecuado a la situación comunicativa, depende de la competencia lingüística del hablante:cuanto mayor sea el grado de instrucción de una persona y mayor el nivel de conocimiento de la lengua. De ahí que la caracterización que hagamos de cada registro venga dada por la mayor densidad y fijeza de los indicadores que conforman la situación comunicativa. De acuerdo con el uso más generalizado de la lengua, podemos distinguir dos tipos de registros:
utilizado en ámbitos especializados (científico, literario). El registro culto es el registro formal por excelencia; se caracteriza por utilizar un lenguaje cuidado en todos los planos: fónico, morfosintáctico y léxico.
utilizado en ámbitos familiares o amistosos, en los que predomina una comunicación directa, espontánea e interpersonal; encontramos el registro sostenido, para situaciones de comunicación neutras, y el registro coloquial, cuyos rasgos más marcados son:
Tendencia al relajamiento en la articulación de los sonidos. –
contempla las distintas formas con que una persona se dirige a otra en función de las relaciones de solidaridad o jerarquía existentes entre ellas.
expresión de la subjetividad o afectividad del hablante se refleja de modo particular en los siguientes aspectos: gran riqueza en la expresión de la modalidad de los enunciados; organización subjetiva del mensaje con una propensión a la condensación sintáctica y al uso de las interjecciones; énfasis.