Portada » Tecnología » Purga del material de laboratorio
Los riesgos físicos se refieren, entre otros, a las quemaduras térmicas, a las congelaciones locales y a los traumatismos, en particular, a los cortes.
Los riesgos físicos más habituales en el laboratorio de análisis son los siguientes:
2.- Las quemaduras térmicas, por el uso de baños calientes, sea por rotura del recipiente, por desprendimiento de vapores, o de humos en los baños de aceite, entre otros.
3.-Las congelaciones durante el uso de baños fríos. Al estar a temperaturas tan bajas pueden llegar a causar lesiones por frío al trabajador.
4.-Las explosiones o la dispersión de aerosoles contaminantes al usar las centrifugadoras o las contusiones por contacto con sus partes móviles.
5.-Las quemaduras durante el uso de estufas, al tocar alguna superficie caliente o por el sobrecalentamiento del aparato, con emisión de gases o de vapores calientes o con incendios o explosiones.
6.-Las quemaduras al manipular el contenido del autoclave o si el aparato explota y proyecta violentamente su contenido.
7.-Peligro de incendio ( en el pelo, por ejemplo) Llevar el pelo recogido y ropa adecuada, y en el caso de incendio, llevar la zona a agua rápidamente y mantener durante 10 minutos al menos.
Como consejo general para minimizar riesgos físicos, los equipos y los materiales que uses deben cumplir la legislación referida a su construcción, a su instalación y a su funcionamiento. Con todo, recuerda que el cumplimiento de las normas reduce los riesgos, pero no los elimina, así que debes añadir tu prudencia a esa observancia.
Los accidentes no son sucesos fortuitos, imprevisibles e inevitables: algunos factores aumentan el riesgo de que ocurran y, por tanto, controlando esos factores podemos reducir el riesgo. Por esta razón se han establecido unas normas, llamadas procedimientos de trabajo, que maximizan la protección individual y colectiva. Ya hemos explicado que deben estar recogidas en el manual de seguridad.
No obstante, puesto que la aplicación de estas medidas no elimina todo el riesgo, debe estar previsto como actuar si se produce un accidente. Y el primer consejo es acudir a la ficha de seguridad de los productos químicos implicados para revisar los consejos de actuación en caso de accidente y concretar las pautas de acción que se requieran.
Un recurso general es el teléfono de emergencia, 112, un teléfono gratuito y único para todo el país de emergencias sanitarias, policiales, de salvamente y de extinción de incendios, que atiende las 24 horas del día. Sus profesionales atienden en diferentes idiomas y conocen los recursos existentes en cada zona para asistir a las emergencias requeridas. Otro teléfono importante es el del Centro Nacional de Información Toxicológica (915 620 420), también disponible 24 horas al día todos los días del año.
Describiremos a continuación los accidentes más habituales en el laboratorio y explicaremos someramente cómo actuar en cada caso.
· Cortes o pinchazos. Los pinchazos y los cortes accidentales son el accidente más corriente con riesgo biológico. Deberás actuar de la manera siguiente:
– Si la hemorragia es poco abundante, la prioridad es lavar la herida bajo el chorro de agua corriente. Después desinféctala con povidona yodada al 10% o con clorhexidina al 0.05 %.
– Si la hemorragia es más abundante, deberás pararla presionando sobre ella con un paño cuanto más limpio mejor. Será imprescindible la revisión médica de la herida, como mínimo.
– Si sospechas que la herida puede estar contaminada con un producto particular del laboratorio de análisis, sigue el protocolo de actuación para esos casos.
· Contacto de un producto químico corrosivo con la piel o con los ojos. Es necesario lavar inmediatamente con agua corriente (mantener bajo el grifo) durante 10 ó 15 minutos el área contaminada. Si la zona afectada son los ojos, debe utilizarse el lavaojos, cuidando de mantener los párpados separados.
Cuando la zona afectada es amplia, debe quitarse la ropa y los objetos contaminados y poner a la persona afectada debajo de una ducha de seguridad. Después deberá trasladarse a un centro sanitario para que reciba atención médica. En muchos casos será útil llevar la ficha de seguridad del producto.
Además de atender a la persona lesionada, es importante que alguien recoja inmediatamente el producto químico derramado, evitando que dañe las instalaciones. Deberán seguirse también aquí los procedimientos especificados en la ficha de seguridad del producto.
· Quemaduras.
– Lavad abundantemente con agua fría la zona quemada para enfriarla.
– No le quitéis la ropa si está pegada a la piel ni reventéis las ampollas.
– No apliquéis ninguna pomada, crema o desinfectante.
– Tapad la zona afectada con paños limpios y llevad a la víctima a un centro sanitario.
· Intoxicación digestiva.
Según los casos, lo más urgente será neutralizar químicamente el tóxico o evitar su absorción por el organismo. Lee en la ficha de seguridad cómo has de llevar a cabo esos primeros auxilios y qué antídotos serán útiles en cada situación, aunque también puedes llamar a información Toxicológica. Algunas actuaciones en esta situación son las siguientes:
– Para evitar la absorción del tóxico se emplean carbón activado o agua albuminosa.
– No debe provocarse el vómito al accidentado cuando presenta convulsiones, está inconsciente o ha ingerido un producto corrosivo o volátil.
– Si la víctima está inconsciente, se la debe colocar en la posición lateral de seguridad y cubrir con una manta.
– En cualquier caso será imprescindible el traslado inmediato de la víctima a un centro médico.
· Intoxicación por inhalación de productos tóxicos
La atmósfera de un laboratorio puede ser tóxica o explosiva después de un accidente como la rotura de un frasco, el vertido de un reactivo, la fuga de un gas, etc.
– Protegerse del tóxico con una mascarilla apropiada antes de aproximarse a la víctima.
– Abrir todas las ventanas.
– Poner en marcha la cabina de seguridad con la pantalla totalmente abierta.
– Trasladar a la víctima a un sitio seguro y con aire limpio.
– Requerir asistencia médica de manera inmediata.
– Verificar si ha perdido la conciencia y si respira.
– Practicar, si es necesario, reanimación cardiorrespiratoria.
Si la contaminación es grave, activar el plan de emergencia, evacuar al personal, avisar al equipo de intervención y prohibir la entrada al local hasta que la seguridad se reestablezca.
Si el gas dispersado es inflamable, habrá que cerrar la llave de paso y apagar los equipos cercanos que pueden producir chispas. Si la fuga de gas inflamable ya ha producido llamas, aunque se haya podido apagar el fuego se debe avisar a los bomberos para que verifiquen que ya no hay riesgo. No deben manipularse las bombonas de gas que hubieran quedado afectadas.
En el laboratorio se manipulan gran cantidad de sustancias químicas potencialmente peligrosas. En función de sus riesgos podemos hablar de sustancias:
Tóxicas: Las que ingeridas o aplicadas causan la muerte o daños graves.
Nocivas. Las que ingeridas o aplicadas provocan lesiones de menor gravedad.
Corrosivas: Son aquellas que provocan el desgaste gradual de diversos materiales.
Irritantes: Dan lugar a reacciones locales en mucosas y piel.
Explosivas. En ciertas condiciones estos productos presentan un específico peligro de explosión.
Comburentes. Favorecen la inflamación de las materias combustibles o mantienen los incendios impidiendo la extinción.
Inflamable.
Carcinógenas: Todas aquellas que pueden producir cáncer a partir de un nivel específico de exposición y con un período de incubación, en ocasiones muy largo.
Sospechosas de ser carcinógenas: Sustancias cuyo carácter carcinógeno no está probado, pero con una estructura química similar a algún carcinógeno conocido.
Teratógenas: Se dice de aquellas que causan alteraciones fetales o muerte de embriones.
Mutágenas: Sustancias que provocan aberraciones químicas irreversibles en el DNA cromosómico.
No se trabajará NUNCA solo en el laboratorio o taller (BAJO NINGÚN CONCEPTO ).
Se mantendrá el máximo orden y limpieza posibles dentro del laboratorio o del taller (tanto a nivel de comportamiento personal, como a nivel material). La siguiente relación siempre se verifica:
DESORDEN = POCA SEGURIDAD.
Las estanterías y armarios no deben estar expuestos directamente a la luz del sol, ni cerca de radiadores, llamas o fuentes de calor.
Los componentes químicos peligrosos no deben colocarse en estanterías elevadas.
Todos los frascos deben estar etiquetados y con los códigos de precaución adecuados.
No deben acumularse cantidades elevadas de compuestos peligrosos dentro del laboratorio.
Al diluir ácidos fuertes, añadir siempre ácido al agua, nunca al revés. La adición debe hacerse lentamente.
No deben dejarse los frascos abiertos ni abandonados sobre las mesas de trabajo. Una vez utilizados, cerrar y guardar.
Hay que tener en precaución con sustancias incompatibles.
No acercar los inflamables a las llamas.
Utilizar siempre vitrinas de gases para todas aquellas operaciones en las que se manipula sustancias muy tóxicas, carcinógenas, teratógenas, mutágenas y alergenas, o para aquellas operaciones que generen vapores o que incluyan manipulación de sustancias volátiles. (cámara de extracción de gases)
Abrir las botellas con cuidado, sobre todo si tienen etiquetas de compuestos peligrosos. Comenzar aflojando el tapón, esperar unos segundos y abrir del todo con precaución. No acercar la nariz a la boca del frasco. En caso de duda, abrir en cabina de gases.
Los recipientes < vacíos=»»>> han de manejarse con precaución, ya que pueden quedar residuos desecados que reaccionen con lo que añadimos. No deben existir recipientes vacíos abandonados. Tienen que estar en una zona de material limpio o en una de material sucio.
Al vaciar cualquier resto de reactivo por la pila, debe dejarse correr el agua abundantemente para evitar que queden residuos en la cañería.
No reinvertir un exceso de reactivo o producto a su frasco de origen, puesto que todo el contenido puede contaminase. Por consiguiente, las cantidades de reactivos que se saquen de los frascos no deben exceder de las necesarias para los experimentos.
Deber de haber una ducha por cada laboratorio.
Siempre y cuando se vierta por descuido algún producto en una superficie donde posteriormente tengamos que trabajar o no, lo primero que debemos hacer es humedecer una bayeta con agua, a continuación limpiamos la zona con lejía y finalmente con agua.
No admitir ningún producto sin nombre.
Leer detenidamente la etiqueta del producto.
Antes de realizar una práctica estudiar concienzudamente se metodología.
Trabaja con meticulosidad, orden, rigor y limpieza.
Los accidentes biológicos se producen generalmente por:
2. Heridas causadas por animales de laboratorio.
3. Ingesta accidental.
4. Derrames y salpicaduras:
Derrames en la recepción de muestras.
Salpicaduras en cara y ojos.
Salpicaduras y contacto directo.
Salpicaduras en la superficie de trabajo.
Salpicaduras fuera de la zona de trabajo.
5. Aerosoles.
6. Por el aire.
7. Deliberados y de origen desconocido.
* INOCULACIÓN ACCIDENTAL
Como ya se ha comentado, están perfectamente protocolizadas y se han establecido normas de actuación en protocolos específicos de la SEIMC. Igualmente ocurre con las heridas sangrantes.
HERIDAS CAUSADAS POR ANIMALES DE LABORATORIO
Se tratarán como cualquier otra herida. Además, según la especie e historial del animal, se actuará en consecuencia.
INGESTA ACCIDENTAL
Se produce cuando se cometen errores básicos de pipeteo, por comer, beber o fumar en el área de trabajo y al ingerir erróneamente caldos dispensados en envases de refrescos o bebidas. Según el agente biológico de que se trate se acudirá al Servicio de Enfermedades Infecciosas. Se cultivará el líquido o sólido en cuestión para aislar el microorganismo. Como emergencia, se puede utilizar una solución de carbón activado y se decidirá el inicio de tratamiento específico o profiláctico.
DERRAMES Y SALPICADURAS
Es uno de los apartados más importantes por su frecuencia y porque las medidas a tomar son responsabilidad exclusiva del Laboratorio de Microbiología y bajo ningún concepto del personal de limpieza. El procedimiento empleado, bien protocolizado, debe estar contemplado en el Manual de Seguridad. Los derrames y salpicaduras pueden ser de muchos tipos: por pérdida de los diferentes envases, generalmente porque estén mal cerrados (ya que se supone que son los adecuados), por rotura de los mismos, vuelco, etc. y son muy frecuentes en la zona de recepción de muestras. Para actuar correctamente son muy recomendables las Estaciones de Seguridad.
. Primero se eliminan los restos groseros de cristal, plástico, agar, etc., después se lava con abundante agua y un detergente acuoso y a continuación se inicia la desinfección. Hay que tener en cuenta que cualquier sustancia orgánica (agar sangre, restos de peptona, etc.) es extraordinariamente bloqueante de la capacidad oxidativa del hipoclorito sódico y de la capacidad de actuación de los iodóforos; por ello, la norma es primero limpiar y después desinfectar.
. Se empleará un desinfectante preferentemente líquido. Los más útiles en el laboratorio son:
1. Hipoclorito sódico. De elección para suelos, cerámica, etc. No debe usarse en superficies metálicas. Se utiliza a la dilución pertinente para conseguir 50000 p.p.m. de cloro libre. Se vierte haciendo un círculo alrededor del derrame, o mejor sobre papel absorbente, y se deja actuar 20 minutos.
4. Productos detergentes desinfectantes. Agentes como Virkon® (peróxido tamponado con surfactante), de fácil manejo, no corrosivo, no irritante, especialmente activo en presencia de materia orgánica y que cambia de color cuando deja de ser activo.
* DERRAMES EN LA RECEPCIÓN DE MUESTRAS
Son muy frecuentes, casi siempre por estar mal cerrados los diferentes envases. Es preceptivo trabajar con guantes y cerca de una estación de seguridad. En cada caso concreto habrá que decidir si se traslada parte o todo el material a una CSB para que en la misma se pueda intentar recuperar parte del material (por ejemplo, un lote de muestras que se ha contaminado por la rotura o pérdida de una de ellas). Se desinfecta por el mismo procedimiento descrito para las superficies.
SALPICADURAS EN CARA Y OJOS
Si el accidentado no lleva lentillas, lavar con abundante agua durante mucho tiempo y sólo después evacuar al Servicio de Oftalmología con la referencia del agente y con el Supervisor de Seguridad. Si lleva lentillas (lo que está formalmente prohibido), lavar con agua abundante e intentar quitárselas. Si no es posible, recurrir de inmediato al Servicio de Oftalmología.
SALPICADURAS Y CONTACTO DIRECTO
Generalmente suele ser el propio accidentado el encargado de su neutralización. Si tiene dudas debe avisar al Supervisor de Seguridad. La actuación jamás se dejará en manos de personal no cualificado (personal de limpieza).
Sobre piel descubierta. Lavado con abundante agua el tiempo que sea necesario. Jamás se intentará neutralizar cáusticos con bases, ya que se genera mucho calor y las consecuencias son peores. Se deberá consultar con el Supervisor de Seguridad para medidas específicas.
Sobre la ropa. Valorar si se debe y puede cambiar o si se requiere ducha de emergencia. Proceder según el producto y la decisión del Supervisor de Seguridad.
* SALPICADURAS EN LA SUPERFICE TRABAJO
1º. Riesgo alto (derrames de gran volumen y que pasan a la bandeja inferior).
A. Desinfección de la CSB.
No parar la cabina, debe continuar trabajando durante todo el proceso.
Con guantes y bata protectora, extender un desinfectante (por ejemplo, Virkon®) en cantidad suficiente para empapar toda la superficie de trabajo e inundar la cubeta inferior.
En estas circunstancias no se recomienda el uso de alcohol ya que, debido al gran volumen que se necesita, puede existir peligro de incendio.
Dejar que actúe el desinfectante antes de recogerlo todo y empezar la limpieza de la cabina.
Depositar todo lo recogido en una bolsa de autoclave, incluidos los guantes utilizados y la bata protectora. Dejar funcionando la CSB durante 10 m más y, a continuación:
B. Limpieza de la CSB.
Con alcohol etílico al 70% retirando todos los restos de desinfectante.
2º-. Riesgo moderado.(Salpicadura que queda limitada a la superficie de trabajo o que ha sido absorbida por el papel secante).
A. Desinfección de la CSB.
Exclusivamente de la zona de trabajo con Virkon®. A continuación se limpia.
B. Limpieza de la CSB.
Con alcohol etílico al 70% retirando todos los restos de Virkon®.
A criterio del responsable, si es necesario, se practicará una descontaminación general de la CSB, incluidos los filtros. Esta acción se realiza en función de la peligrosidad del agente y del volumen del vertido (seguir las normas de descontaminación de la CSB).
Si hay presión negativa respecto a las áreas adyacentes:
Dar la voz de alarma para que nadie más entre en la zona, mantener la puerta cerrada y comenzar el proceso quitándose la ropa usada (desechándola en una bolsa de autoclave) y vistiéndose de acuerdo con la gravedad del accidente. A continuación:
1º. Neutralizar el derrame (toalla absorbente, polvos, papel secante, etc.), limpiar con agua y detergente la zona con el equipo de seguridad, desecharlo a bolsa de autoclave.
2º. Desinfectar la zona de trabajo (superficies metálicas con Virkon® y suelos con hipoclorito sódico) y dejar actuar durante 20 m.
3º. Limpiar la zona de trabajo.
La presión negativa da un margen de unos 30 m. para que la misma ventilación anule el peligro del aerosol formado.
Si no hay presión negativa respecto a las áreas adyacentes:
Dar la voz de alarma, empezar el proceso de vestirse con lo mínimo imprescindible e inmediatamente:
1º. Neutralizar el derrame (toalla absorbente, polvos, papel secante, etc.). Acabar de vestirse adecuadamente.
2º. Desinfectar la zona de trabajo (superficies metálicas con Virkon® y suelos con hipoclorito sódico) y dejar actuar durante 20 m.
3º. Limpiar la zona de trabajo.
Pasillos, suelos
En los pasillos se aplican las mismas medidas que en las zonas que no tienen presión negativa. En el suelo como en la poyata de trabajo y como en las zonas sin presión negativa. Se usan mochos nuevos y técnica de doble cubo, que se desecha al acabar como residuo tipo III.
Tubos rotos dentro de la centrífuga
Se exigirá siempre la presencia del Supervisor de Seguridad. En ocasiones se puede detectar el accidente antes de abrir la centrífuga, si se ha estado presente durante el proceso de centrifugación, por el cambio de ruido en el funcionamiento de la máquina. Como esto no siempre sucede, deberá existir un entrenamiento para cuando se observe el accidente al abrir la centrífuga: cerrar la centrífuga y hacer salir inmediatamente a todo el personal prescindible del área. Vestirse como en el caso de las salpicaduras (el aerosol puede ser importante), cerrar la habitación y:
1º. Desinfectar la centrífuga por fuera.
2º. Esperar 20 m.
3º. Abrir la centrífuga muy suavemente.
4º. Colocar todas las muestras no rotas en una gradilla o recipiente hermético (bolsa de autoclave) y llevarlas a una CSB para manipularlas allí.
5º. Limpiar, sacar los restos con guantes adecuados y meterlos en bolsas de autoclave o de tipo III. Llevar las cubetas o cestillos con Virkon® y el rotor, si es posible, al autoclave.
6º. Desinfectar la centrífuga por dentro con iodóforo o Virkon® y dejar actuar 20 m.
7º. Limpiar la cuba con alcohol etílico al 70%.
Los aerosoles son la causa más frecuente e importante de accidente biológico y su origen es muy variado. Muchas veces pasan inadvertidos, por lo que siempre hay que dar por hecho que existen cuando se producen derrames o salpicaduras.
La mala práctica es la fuente más común de los aerosoles: enfriar asas calientes hundiéndolas en el agar, utilizar centrífugas no herméticas, centrifugar con tubos abiertos o mal cerrados, agitar cultivos con el asa dentro del tubo, pipetear con demasiada fuerza, oler las placas, etc.
Las medidas a tomar para evitar los aerosoles son cambiar los hábitos. Deben anotarse todos los incidentes y decidir con el Supervisor de Seguridad si se toman medidas de profilaxis sobre la supuesta contaminación. En accidentes en los que se presume la formación de aerosol, proceder siempre con protección del aparato respiratorio.
Se producen por fallos en el sistema de aire acondicionado y se detectan por criterios epidemiológicos tales como el número de afectados, la coincidencia en el área de trabajo, etc. Las medidas son difíciles de implementar porque deben incluir necesariamente la revisión del sistema de aire acondicionado.
Los agitadores magnéticos electrónicos descritos en este manual comprenden tres modelos con plato de acero inoxidable y uno más con plato cerámico.
Los agitadores AGIMATICS, N, E y E-C son una serie de agitadores con tecnología analógica para el control de la velocidad y temperatura. Esta tecnología permite establecer los parámetros de funcionamiento de forma precisa y repetible.
Una vez efectuadas las indicaciones del aparato, instalación, accionar el interruptor posterior, poner el recipiente objeto de la agitación sobre el plato del agitador, dejar caer el imán en el interior del recipiente, accionar el interruptor de puesta en marcha >, y ajustar la velocidad mediante el botón >. -Los agitadores magnéticos electrónicos no precisan de calibrado.
* Limpieza: Para la limpieza de las diferentes piezas de los aparatos, recomendamos los siguientes productos: Limpieza de acero inoxidable: alcohol Limpieza de caratulas y plásticos: alcohol con algodón o con un paño no abrasivo.
Es un instrumento controlado por un microprocesador y está preparado para medir pH, mV y temperatura. Compensa manual o automáticamente la lectura de pH en función de la temperatura y reconoce automáticamente los tampones de calibración de pH 7.02, 4.00 y 9.26 (20 ºC).
Conectar la sonda de temperatura (si se dispone de ella).
Pulsar el botón ON/OFF para conectar el instrumento.
Calibrar: Para una correcta medida de pH es interesante, aunque no imprescindible, utilizar agitación tanto para la calibración como para la medida.
Desconexión automática: transcurridos unos 10 minutos el equipo se apaga automáticamente.
Una medida correcta de pH implica una calibración del conjunto instrumento-electrodo.
Llenar los tarros con tampones.
Pulsar el botón de la temperatura para introducir la temperatura de acuerdo con la de los tampones, mediante las teclas subida y bajada.
Nota: si el equipo dispone de compensador automático de temperatura (CAT) no es necesario efectuar este paso.
Pulsar el botón del pH.
Lavar el electrodo con agua destilada. Sumergirlo en el tampón 7.02. Agitar ligeramente. Esperar a que la lectura en pantalla sea estable.
Pulsar el botón de calibración.
Aparece en la pantalla el valor teórico del tampón a la temperatura seleccionada. El símbolo pH es intermitente.
Pulsar de nuevo el botón de calibrado.
Repetir los pasos 4,5 y 6 sumergiendo el electrodo en el tampón pH 4.00 o en el 9.26.
El instrumento reconoce automáticamente el valor del segundo tampón (4.00 ó 9.26).
Lavar el electrodo con agua destilada.
El equipo ha quedado listo para medir pH correctamente.
Frecuencia de calibración
En general se recomienda: En aplicaciones de laboratorio, mínimo una calibración diario. Verificar el calibrado intercalando tampones entre las muestras
Importante:
Calibrar siempre con disoluciones tampón frescas. Los tampones, especialmente los alcalinos, se deterioran con el paso del tiempo, por efecto del calor, la luz y muy fácilmente por contaminación.
Nunca devolver a la botella de tampón la solución utilizada para la calibración. Utilice los tarros pequeños suministrados por CRISON. (Ver folleto de información que se adjunte con las disoluciones tampón CRISON).
Al apagar el instrumento, la última calibración del equipo permanece en memoria.
*Precauciones: No debe utilizarse en medios que contengan disolventes orgánicos (tolueno, cloroformo, etc.…) ya que éstos atacan el cuerpo de plástico.
No flexionar puesto que el interior del electrodo es de vidrio y se rompe.
No dejar la membrana mucho tiempo al aire. Conviene que esté siempre humedecido.
Si se observa alguna burbuja de aire en la zona de la membrana, sacudir el electrodo como un termómetro clínico.
*Limpieza: Frecuentemente el simple lavado con agua destilada es insuficiente y los electrodos se ensucian o recubren de las sustancias medidas, dando respuesta lenta o falsa en las medidas siguientes.
La disolución de limpieza más adecuada es siempre aquella que actúa de modo más selectivo sobre el depósito formado. (Ver folleto de “disoluciones de limpieza”).
El tratamiento más frecuente consiste en dejar el electrodo en disolución limpia electrodos (HCl diluido) Cat. Nº 23-134-02, entre 6 y 24 horas.
Después de cualquier tratamiento, lavar bien el electrodo con agua destilada y dejarlo sumergido en KCl.
Las vitrinas extractoras de gases están provistas de una superficie de trabajo en la que se disponen los materiales y aparatos necesarios en un proceso. Su conexión con el laboratorio es a base de una abertura por la que penetra en el recinto el aire necesario para arrastrar los contaminantes. Esta abertura suele recibir el nombre de frente de la vitrina, y al órgano móvil utilizado para cerrar o modificar la abertura, generalmente con movimiento vertical pero también puede ser horizontal, se le conoce habitualmente como ventana. La vitrina debe permitir la observación del desarrollo del proceso, no obstaculizar el trabajo en su interior, mantener la misma eficacia al trabajar tanto con el frente abierto como cerrado, ser fácil de limpiar, mantener y descontaminar, no provocar ruidos excesivos en su funcionamiento, tener prevista su descarga de modo que no afecte a áreas próximas y, cuando las características o concentración del contaminante extraído lo requieran, disponer de un sistema de depuración. Las vitrinas convencionales mantienen el plano de trabajo a la misma altura que las mesas y poyatas del laboratorio, permitiendo efectuar cómodamente las manipulaciones en su interior.
Los materiales de construcción en principio pueden ser variados, viniendo condicionados por las operaciones a desarrollar. Deben disponer de una serie de servicios como: tomas de corriente, agua, cubeta o pila de desagüe y sifón propio. También pueden contar con bases de corriente especiales, tomas de gas combustible, gas inerte, aire comprimido y vacío, entre otras. Por razones de seguridad, los controles de todos estos servicios deben situarse en el exterior del recinto que ofrece la vitrina y, más concretamente, en su parte frontal. De este modo, se despejan obstáculos en el recinto, permitiendo manipulaciones más seguras y, en el caso de las tomas de corriente eléctricas, se evitan riesgos de explosión.
Las vitrinas de gases deben asegurar un caudal de aire suficiente, variable o constante, que extraiga y evacué los contaminantes químicos fuera del edificio, y además, determinados parámetros de funcionamiento y criterios de uso han de ser acordes a las características de peligrosidad de los productos que se manipulen o se pretendan manipular en ella, siendo igualmente válida la pauta de estudiar la naturaleza de las operaciones que se van/pretendan realizar en ellas: de no ser así, no se puede garantizar que las vitrinas de gases cumplan eficientemente su función preventiva, pudiéndose transmitir una contraproducente falsa sensación de seguridad al operador de las mismas en el laboratorio.
Por ello, en la presente instrucción operativa se pretende ofrecer unas pautas de actuación básica y precisa para asegurar una operación eficaz de las vitrinas de gases:
Compruebe el indicador de caudal para verificar que la vitrina funciona correctamente.
Retire de la vitrina todo el material no relacionado con el experimento.
Los reactivos deben almacenar en el armario.
Limpie inmediatamente cualquier derrame.
Mantenga la guillotina totalmente cerrada cuando no trabaje en el interior de la vitrina.
Siempre que sea posible, utilice la guillotina como pantalla protectora.
Si suena la alarma cierre totalmente la guillotina y pida ayuda.
Es primordial el papel que desempeña el usuario de las vitrinas, dado que puede alterar o no el correcto funcionamiento del dispositivo en función de cómo sea la interacción con la vitrina. Por consiguiente, se propone una serie de recomendaciones que limiten la realización de actos indebidos o imprudentes:
1º) Moverse lentamente cuando se esté trabajando en el frente de la guillotina: los movimientos rápidos pueden alterar e incluso interrumpir el caudal de extracción.
2º) Situar los equipos y operaciones que generen contaminación por lo menos 15 cm por detrás del plano de la guillotina. Esto colabora a dificultar que las emanaciones puedan escapar de la vitrina.
3º) No obstruir los deflectores con los equipos o montajes, utilizando soportes para elevarlos, de tal manera, que se garantice una ranura de paso del aire mínima de 5 cm.
4º) Utilizar los equipos de protección individual complementarios que sean necesarios (gafas, guantes, ropa, etc.). El uso complementario y recomendado de los equipos de protección individual vendrá contemplado en la FDS de cada sustancia química empleada.
5º) Limitar la cantidad de producto manipulado y de objetos colocados dentro de la vitrina para perturbar lo menos posible el caudal de extracción.
6º) Durante los trabajos en los que los operadores están manipulando productos, materiales y/o equipos dentro de la vitrina se recomienda una apertura de 50 cm en posición horizontal y de 60 cm en vertical, para vitrinas estándar.
7º) Evitar, siempre que sea posible, la emisión de contaminantes a alta velocidad o desde posiciones elevadas respecto a la superficie de trabajo para limitar el tiempo de persistencia del contaminante en el interior de la vitrina.
8º) Restringir en la medida de lo posible el paso de personas por la zona o área de trabajo frente a la guillotina.
9º) No utilizar la vitrina como armario de almacenamiento de productos químicos o residuos, pues para ello se debería disponer de armarios normalizados, o de recipientes específicos.
10º) Los aparatos eléctricos estarán conectados fuera de la vitrina, y estarán certificados como antideflagrantes cuando vayan a ser utilizados en el interior en procesos en los que participen sustancias volátiles inflamables o que puedan producir explosión.
11º) Si antes de comenzar o durante el trabajo se detecta alguna avería o anomalía en el funcionamiento de la vitrina, especialmente en el caso del caudal de extracción, o bien directamente no se iniciarán, o bien se suspenderán inmediatamente los trabajos y se dejará totalmente cerrada la guillotina, hasta su reparación, precintando con cinta la misma. Esta situación de avería y fuera de servicio complementariamente se señalizará, para evitar riesgos, con una etiqueta.
No precisa
La vitrina debe tener un programa de mantenimiento preventivo con el fin de prolongar su vida útil y mantener la seguridad del operador. Se deben seguir las recomendaciones del fabricante o suministrador y todo el sistema desde la entrada de la vitrina hasta el conducto de salida debe estar sometido a inspecciones periódicas, registrando y anotando la última revisión realizada.
Recomendaciones al finalizar los trabajos.
Una vez finalizadas las operaciones dentro de la vitrina los operadores deberán dejarlas en condición segura y sin que puedan ocasionara riesgos a terceros. Por tanto, se propone adoptar las siguientes medidas o precauciones:
1º) Si se ha acabado la jornada pero no los trabajos en el interior de la vitrina se recomienda señalizar la presencia de peligros de exposición con una etiqueta y mantener bajada la guillotina pero sin cerrarla del todo permitiendo la entrad de aire.
2º) Si por el contrario, se finalizan definitivamente los trabajos se procederá a la limpieza de la vitrina, funcionamiento hasta que se retire totalmente la contaminación generada. Y finalmente dejándola con el frontal de la guillotina cerrado.
Operaciones que se aconsejan realizar semanalmente
Control del funcionamiento del indicador de caudal y de su alarma, en su caso.
Repaso de limpieza al interior de la vitrina.
Operaciones que se aconsejan realizar semestralmente
Limpieza del deflector trasero.
Limpieza general del interior de la cámara del deflector con una solución de detergente diluida.
Inspeccionar los mecanismos de funcionamiento de la guillotina.
La autoclave se utiliza para la esterilización de determinados materiales, consta de las siguientes partes: Grifo de desagüe, volante de cierre, microprocesador, manovacuómetro, interruptor general, protector térmico de la tapa, grifo de desvaporización, válvula de tres posiciones, válvula de seguridad y fusible. Se trata de un mueble exterior de acero inoxidable AISI-304 con depósito y tapa de acero inoxidable AISI-316, junta elástica de silicona en la tapa, purga de aire automática, gobernada por el microprocesador, sistema de seguridad para sobretemperatura y sobrepresión con termostato de seguridad y válvula de seguridad y además tiene calefacción eléctrica por resistencia blindada en la propia cámara.
Se debe situar la autoclave sobre una superficie sólida y estable, no instalarla en locales o zonas de protección especial, donde exista el riesgo de incendio o explosión, no obstruir las rejas de ventilación de la parte posterior y conectar un tubo flexible al terminal posterior de desagüe y llevarlo a un recipiente. Conectar la autoclave a la red eléctrica.
El microprocesador de la autoclave dispone de 10 programas. Los 4 primeros son protegidos y vienen configurados de la fábrica con los parámetros más corrientes utilizados en esterilización. En la pantalla alfanumérica nos indica los parámetros de la esterilización, además de mensajes de aviso de avería.
Para editar datos de un programa es necesario seguir los siguientes pasos:
Conectar la autoclave a la red eléctrica y pulsar el interruptor general, seleccionando seguidamente el programa utilizando las flechas de subir y bajar.
Pulsar la tecla del termómetro y la del reloj para ajustar la esterilización y el tiempo.
Ajustar la fecha y hora dejando pulsado durante 5 segundos la tecla del reloj.
Si es necesario se puede configurar el idioma y el tipo de grados.
Para la puesta en marcha se abre la tapa de la autoclave girando el volante del cierre hasta levantarla totalmente y se gira el brazo hacia afuera. Se llena el depósito de la autoclave con agua destilada hasta el nivel de la gradilla inferior perforada. Hay que procurar que el agua no rebase por encima de dicha gradilla y se introduce el material a esterilizar en el interior de la autoclave. Después se selecciona el programa y se inicia el proceso de esterilización. La pantalla del microprocesador irá informando en todo momento de la fase en que se encuentra el ciclo de esterilización.
Para parar la autoclave tan sólo hay que poner el interruptor general en posición 0 y se deja enfriar hasta que la aguja del manómetro indique 0, a partir de entonces se puede abrir la autoclave.
Hay que tener en cuenta que el material que se va a esterilizar se debe de distribuir en la autoclave de tal forma que entre ellos queden espacios para que circule el vapor.
Si se observan cortes o desgarros, hay que sustituirla. Poner un poco de grasa al eje roscado del volante de cierre cuando se note rudeza en el giro. Utilizar para la limpieza de la cuba de la autoclave un detergente neutro diluido con agua. No utilizar ácidos, solventes clorosos o soluciones salinas. Para cualquier reparación o manipulación en el interior, desconectarla de la red eléctrica.
Los instrumentos sin empaquetar: utensilios, vidrio y contenedores vacíos se esterilizan a una temperatura de 133ºC durante 10 minutos. Materiales sensibles al calor: caucho, plástico se esterilizan a una temperatura de 121ºC durante 20 minutos al igual que los líquidos y medios de cultivo.
Limpieza de la junta y la parte interna de la tapa.
Utilizar un paño limpio de algodón embebido de una débil solución de agua y vinagre. Secar la superficie y eliminar todo residuo que pueda haber quedado antes de utilizar el autoclave.
Utilizar un paño de algodón humedecido con agua, a la que podrá eventualmente agregarse un poco de detergente neutro. Secar las superficies y eliminar los residuos.
Limpiar la cámara, la rejilla cubreresistencia, y los cestos mediante un paño limpio de algodón embebido en agua al cual se le podrá agregar un poco de detergente neutro. Enjuagar cuidadosamente con agua destilada.
NO UTILIZAR INSTRUMENTOS PUNTIAGUDOS NI CORTANTES PARA ELIMINAR POSIBLES INCRUSTACIONES EN LA CÁMARA DE ESTERILIZACIÓN. EN CASO DE EVIDENTES DEPÓSITOS DEBERÁ CONTROLARSE LA CALIDAD DEL AGUA DESTILADA UTILIZADA.
Desinfección de las superficies externas.
Utilizar alcohol desnaturalizado.
Limpieza/sustitución del filtro de descarga.
Con el uso es probable que residuos de diferentes tipos se acumulen en el filtro, llegando a obstruir el conducto inferior de descarga/llenado. Para limpiar el filtro, abrir la tapa del autoclave, retirar la bandeja perforada, y con ayuda de un destornillador desenroscar el filtro. Limpiar el filtro cuidadosamente bajo un chorro de agua corriente.
Sustitución del filtro bacteriológico.
Eliminar la carga bacteriana del filtro sometiéndolo a un programa de esterilización a 121ºC.
Sustitución del papel de la impresora (en el caso de que la autoclave la tuviese).
Es una balanza de 20 cm x 20 cm x 5 cm de dimensión, se trata de un modelo portátil, tiene la capacidad de medir hasta 120 gramos y una legibilidad de hasta 0,01 gramos. El tamaño del plato es de 11,6 cm de diámetro. El tiempo de respuesta es de 1,5 segundos y tiene diferentes programas:
Conversión de unidades.
Pesada en tanto por ciento.
Formulación total/neto.
Conteo de piezas.
Control y clasificación.
Dosificación que se indica en la gráfica de control.
Se conecta a la red, se pulsa el botón de on/off y se espera hasta que aparezca 0.00 que indica que ya está preparada para medir. Se puede hacer uso de la función de taraje la cual pesa el recipiente y vuelve a 0.00. Si la pulsamos pesa lo que le introducimos al recipiente. Hay que esperar a que el peso no varíe y hay que tener cuidado con las vibraciones puesto que variarían el peso del objeto.
Forma de calibrarlo. Se utilizan pesas adecuadas a cada modelo. El proceso es sencillo, se le indica a la balanza el peso que se le va a aplicar, por ejemplo 100 gramos y se pulsa el botón de la función correspondiente al calibrado y la báscula lo memoriza. Hay modelos que tienen una pesa interna para calibrarlo.
Protegerla de las altas y bajas temperaturas, corrientes de aire y demás condiciones físicas que pueden afectar su resultado. La superficie de la báscula debe estar bien limpia, normalmente se utiliza una brocha para limpiar dicha superficie. Para que sea más exacta las básculas suelen tardar 30 ó 60 minutos hasta que está a punto.