Nacíó en Andes, cerca de Mantua, al norte de Italia. Hizo sus estudios en Cremona, después en Milán y los terminó en Roma, siguiendo según la costumbre, los cursos de retórica y filosofía. Poco dotado
para la elocuencia, se interésó sobre todo por la poesía y frecuentó los círculos literarios de la capital, en los que la moda era el alejandrinismo.
Su vida apacible desde su infancia se vio alterada por las guerras civiles y sus consecuencias. Virgilio se encontró despojado de sus bienes y gracias a amigos influyentes tuvo acceso al emperador Octavio Augusto. Este contacto le permitíó resarcirse de la pérdida de sus tierras en el Norte con
compensaciones en Roma y en el sur de Italia. En su nueva villa de la Campania pudo entregarse con toda tranquilidad a las letras y a la poesía hasta su muerte.Su gran obra la Eneida es una epopeya en doce libros, compuesta entre el 29 y 19 a.C.
En los seis primeros narra el viaje errante de Eneas desde Troya y su llegada a diversas tierras: Tracia, Creta, Epiro, Libia, Sicilia y Campania.
En los seis últimos narra los empeños de paz y guerra a su llegada al Lacio hasta que los troyanos consiguen fijar su sede en la ciudad del rey latino.
Virgilio combina elementos históricos anteriores a la fundación de Roma y Cartago con el pasado histórico de Italia, con los hechos de la guerra de Troya, con otros de la época que vive el poeta, de los siglos inmediatamente anteriores y aun de los que depara el futuro.
Desde un punto de vista literario, Virgilio combinaba en su obra diversos elementos que satisfacían a la población ilustrada de Roma. La obra imita, en los seis primeros libros, que narran los viajes de AENEAS por el Mediterráneo, a la Odisea de Homero, autor popular en Roma por ser el libro de texto de las escuelas, y en los seis últimos que relatan el asentamiento de Eneas en la península Itálica, a la Ilíada.
El Tema de la obra había sido elegido cuidadosamente. La fundación de Roma por Eneas era un motivo de orgullo nacional; poetas, como Nevio y Ennio habían popularizado la leyenda, y la “gens Iulia”, una de las llamadas familias “troyanas”, que ostentaba el poder en Roma, pretendía descender
de Julo, el hijo de Aeneas. Era, pues, una intención política impuesta por Augusto: la Eneida es el poema de la restauración moral y religiosa buscada por Augusto, de la exaltación del pasado, de las virtudes tradicionales romanas, que han de servir de modelo para los contemporáneos.Pero Virgilio no subordina su proyecto a este fin; le interesan los ideales del arte; la personalidad virgiliana consigue un equilibrio entre los fines circunstanciales impuestos desde fuera y su fuerza creadora que le impulsa a plasmar en el poema valores artísticos universales. La Eneida es una epopeya erudita, no podía tener el carácter de las epopeyas: Ilíada y Odisea, de Homero. Las obras homéricas pertenecen al principio de una literatura y recogen la tradición de los
cantos épicos populares. Son obras que reflejan los gustos y las creencias de una sociedad primitiva y ruda. La sociedad de Augusto, en cambio, es demasiado refinada como para conocer el sentimiento épico de las edades primitivas.La mitología, que como sistema de creencias era un componente imprescindible en la épica primitiva, se conserva aquí como elemento poético convencional, inevitable en una obra de este género. En consecuencia, la Eneida es una epopeya erudita.
Aún así, la Eneida conserva las demás carácterísticas de este género poético:
Bellos relatos de aventuras.
Grandeza heroica de los personajes y de los intereses políticos en juego.
Glorificación de la nacíón.
La composición literaria gira alrededor de la idea de la grandeza romana. Pero cada libro, de los doce, es un relato de aventuras que suscita inmediatamente nuestro interés. En esta trama se insertan auténticas tragedias como la de Dido y Eneas en los dos primeros libros y hermosas descripciones y por último la versificación, en hexámetros, contiene efectos de ritmo y sonoridad inigualables.Interesante, finalmente, citar a algunos personajes que forman una galería rica y variada:
a. Mecencio, cuya brutalidad se humaniza gracias al dolor paterno por la muerte de su hijo Lauso.
b. Dido, primera pintura auténtica del amor en la literatura antigua.
c. Eneas, que se transforma y enriquece a medida que conoce su destino y crecen sus deberes y responsabilidades. A través de este héroe, de bondad compasiva con los desgraciados y los vencidos, de piedad melancólica por los males de la humanidad, se deja ver el alma misma del más delicado y más moderno poeta de la antigüedad.Aeneas es el héroe nacional romano, pues encarna las virtudes de las que se enorgullecían los primeros romanos: Valor, Sensatez y Respeto a los mayores y acatamiento de la voluntad divina.
En el calificativo “pius” con el que Virgilio designa a Eneas se encierran estos significados.