Portada » Psicología y Sociología » Psicología Social: Conformismo, Influencia y Dinámicas de Grupo
Conformismo (Sherif): Tendencia de los individuos a alinearse con las conductas y creencias de la mayoría de su grupo, influenciados por normas descriptivas (cómo ser normal) y prescriptivas (cómo actuar en el futuro), construidas a menudo mediante consenso social. Sherif (1935) lo demostró con el efecto autocinético, mostrando que las percepciones individuales varían, pero se unifican bajo la presión grupal.
El conformismo puede ser:
Conformismo (Asch): Las personas ceden a la presión del grupo, incluso con estímulos objetivos. En su experimento, los participantes comparaban líneas y, frente a respuestas incorrectas unánimes de cómplices, el 76% de las veces se conformaron al menos una vez con ellas.
Ejemplo: Un grupo de amigos decide qué película ver. Si todos sugieren una película en particular y nadie objeta, es probable que los demás se conformen con esa elección, incluso si tienen dudas. Sin embargo, si uno de los amigos sugiere una película diferente y defiende su elección, algunos podrían sentirse más seguros de expresar sus propias preferencias.
Estos estudios muestran la fuerte dependencia de las opiniones grupales y el deseo de aprobación social. La presión es generalmente aceptada en contextos emocionales significativos, pero puede ser angustiante en otros, como el trabajo o movimientos políticos.
Tenemos tendencia a buscar referencias para hacer juicios y a validar nuestras opiniones y creencias. En cuanto a los juicios sobre la realidad física, usamos los sentidos o instrumentos, lo que resulta en baja incertidumbre debido a que la información es concreta y observable (datos contrastables). Por otro lado, los juicios sobre la realidad social se caracterizan por la ausencia de patrones claros e instrumentos, lo que genera alta incertidumbre. En estos casos, recurrimos a los demás para obtener validación. La unanimidad en un grupo aumenta su influencia y elimina otras fuentes de validación.
Son poderosas influencias en la conducta y creencias de las personas. La sugestión aumenta en situaciones de angustia, tensión o unanimidad. Las respuestas a la influencia social, según Kelman (1974) pueden ser:
Ejemplo: Imagina que te unes a un nuevo grupo de amigos en el trabajo.
La categorización como miembro de un grupo genera una identidad colectiva, lo que lleva a igualar las conductas y creencias dentro del grupo y a exagerar las diferencias con los grupos externos. Esta tendencia fortalece la influencia entre los miembros (patrón de pensamiento), ya que se espera que las ideas y conductas del grupo se asemejen a las propias. Es dependiente de la saliencia de la categoría, es decir, qué fuerza se le atribuye a una pertenencia frente a otras, organizándolas jerárquicamente conforme deseos de reconocimiento.
Ejemplo: Una persona altamente enfocada en su carrera de futbolista puede optar por no seguir estudiando porque considera que hacerlo podría afectar su éxito profesional. En este caso, su identidad como profesional del futbol es más importante para ella que la identidad como estudiante. Su decisión está influenciada por su grupo de referencia, que es el de futbolistas exitosos.
Percepción, real o virtual, de que el otro es un impedimento para lograr los propios intereses.
Ejemplo: Un grupo de amigos planea un viaje, pero tienen diferentes preferencias: algunos quieren ciudades animadas, otros prefieren la naturaleza tranquila. Esto causa conflictos sobre el destino y cómo planificar. Algunos quieren organización, otros espontaneidad. En este caso se agudizan los efectos de la polarización de los subgrupos, reduciendo la variabilidad de opiniones a solo dos posiciones. Estos conflictos pueden dividir al grupo y afectar su capacidad de decidir juntos.
Es cuando las minorías influyen de forma importante en el grupo. En grupos, las opiniones minoritarias pueden formar subgrupos (minorías) activos al validar su posición con los valores de la mayoría. Si resaltan principios compartidos, generan disonancia cognitiva y se convierten en una nueva perspectiva para el grupo mayoritario. Para Moscovici, gran parte de esta influencia se basaba en los estilos de comportamiento:
Ejemplo: La minoría activa de personas con discapacidades físicas aboga por una mayor accesibilidad en espacios públicos.
Esta minoría activa impulsa cambios hacia una sociedad más inclusiva y accesible para todos.
Aunque la influencia minoritaria es importante, existen sistemas de resistencia como:
Orientación centrada en las diferencias individuales de líderes y miembros de grupos. Es una personalidad que favorece actitudes agresivas hacia otros grupos y se asocia con el antisemitismo, el nacionalismo, el racismo y la inflexibilidad social. La Escala Adorno F predice tendencias fascistas. Aunque criticada por su motivación política y fundamentos teóricos, sigue siendo relevante en la psicología política.
Ejemplo: María ha desarrollado tendencias fascistas debido a la influencia de su entorno familiar y social, que glorificaba la autoridad y perpetuaba estereotipos. Su participación en grupos políticos extremistas la llevó a adoptar actitudes autoritarias, resentimiento hacia los diferentes y manipulación de la información para imponer sus ideas.
Implica que algunas personas son más propensas a aceptar y apoyar las normas y la autoridad, obedeciendo y siguiendo dócilmente sus indicaciones, especialmente cuando dirigen el odio o la oposición hacia ciertos grupos. Este rasgo de personalidad se desarrolla en la adolescencia. La Escala de Autoritarismo de Derechas (RWA), que mide tres actitudes:
Ejemplo: Una persona que sigue estrictamente normas tradicionales (convencionalismo), obedece ciegamente a la autoridad sin cuestionarla (sumisión autoritaria) y es hostil hacia quienes desafían valores establecidos (agresión autoritaria). Esta persona podría apoyar políticas de ley y orden y rechazar la inmigración. Genera conflictos intergrupales porque no tolera la diversidad y percibe la disidencia como una amenaza al orden legítimo.
Señala que las sociedades están organizadas en jerarquías de grupos con diferentes estatus y acceso diferencial a recursos. Las personas con esta orientación tienden a aceptar y respaldar esta estructura jerárquica como parte de la realidad, incluso si no se benefician de ella. Tendencia a mantener el *statu quo* y aceptar las ideologías que lo respaldan, como el machismo, racismo o nacionalismo.
Ejemplo: Los trabajadores de bajos ingresos que defienden políticas económicas favorables a los ricos. Aunque se ven afectados por la desigualdad económica, algunos pueden respaldar políticas que benefician a las élites económicas, como recortes de impuestos para los más ricos. Esto puede deberse a la creencia de que algún día podrían beneficiarse de esas políticas. Sin embargo, su apoyo contribuye a mantener el *status quo* económico y a perpetuar la desigualdad.
Ejemplo: En una empresa, dos equipos compiten por un ascenso (recurso) limitado a una sola vacante. Esta competencia genera conflictos, estereotipos y tensiones entre ellos, al percibirse la escasez del recurso (solo hay un ascenso y muchos candidatos). Sin embargo, cuando se les asigna un proyecto conjunto con un objetivo común, la colaboración reemplaza la rivalidad y se reducen los efectos negativos del conflicto intergrupal. La competitividad aumenta la cohesión al generarse una interdependencia positiva.
Se centra en la insatisfacción personal como impulsora de la competitividad y agresividad intergrupal. La deprivación se define como la sensación de haber sido injustamente privado de un recurso merecido, basándose en percepciones subjetivas y comparaciones sociales. Considera las dinámicas de grupo y las percepciones de injusticia en relación con otros grupos. Es relativa porque no corresponde a criterios de carencia sino de percepción, centrándose en las diferencias negativas al compararse socialmente.
Ejemplo: Imagina dos barrios compitiendo por recursos municipales. Uno, de bajos ingresos, siente que el otro, de clase media alta, recibe más atención. Esta percepción de injusticia alimenta resentimiento y tensión entre ambos grupos, ya que se sienten privados de recursos que merecen. Este sentimiento de deprivación relativa puede generar confrontaciones y divisiones en la comunidad.
Explica cómo la pertenencia a un grupo influye en la identidad individual y en las relaciones intergrupales. Según Tajfel, la comparación social (con el exogrupo) y la motivación por una autoimagen positiva impulsan el favoritismo hacia el propio grupo (endogrupo). La estabilidad, legitimidad y permeabilidad de la estructura social determinan la dirección del comportamiento intergrupal.
El Paradigma del Grupo Mínimo establece que condiciones mínimas pueden inducir discriminación hacia el exogrupo y favoritismo hacia el endogrupo. Como resultado, el sesgo endogrupal revela la preferencia por el propio grupo incluso en ausencia de interacción directa. Este fenómeno está vinculado a la autoestima grupal y contribuye a estereotipos, prejuicios y discriminación.
Ejemplo: En una escuela, los jugadores de fútbol y los del grupo de lectura forman dos grupos. Cada grupo se compara con el otro y busca destacarse. Por ejemplo, los deportistas podrían considerarse más populares, mientras que los del club de lectura se ven como más inteligentes. Si la escuela valora más el deporte, los deportistas se sentirán más legitimados. Esto ilustra cómo la identificación con un grupo y la estructura social influyen en las relaciones intergrupales. Además, cada grupo podría compararse con otros similares de otras escuelas con los que rivalizar.
Ideas fijas y descontextualizadas sobre los grupos. Son percepciones sobre una persona a partir de su pertenencia a ciertos grupos o categorías sociales. Trata sobre generalizaciones rígidas, acerca de los atributos de los grupos sociales y sus miembros.
Ejemplo: Creencia de que todas las personas de cierta nacionalidad son extremadamente talentosas en la música o en el baile. Este estereotipo puede influir en cómo se les percibe y trata en contextos sociales o culturales, y puede llevar a simplificaciones injustas de sus habilidades individuales, así como a la ignorancia de otras áreas en las que pueden destacarse o no.
A diferencia del estereotipo, conlleva una dirección abiertamente negativa hacia el grupo que se está juzgando. Se refiere a expresar actitudes o creencias derogatorias, afecto negativo o conductas discriminatorias hacia miembros de un grupo en particular. Los prejuicios han evolucionado hacia formas más sutiles en la sociedad contemporánea, pero siguen presentes. Ejemplos incluyen el racismo moderno, simbólico, aversivo, ambivalente y sutil.
Ejemplo: Imagina que alguien cree que todas las personas de cierta religión, como el islam, son propensas al extremismo o al terrorismo. Este prejuicio puede llevar a evitar interactuar con ellos, tratarlos con desconfianza o expresar hostilidad. Sin embargo, esta creencia ignora la diversidad dentro de esa comunidad religiosa y puede resultar en discriminación y estigmatización injustas.
Sistema de relaciones sociales que produce y perpetúa desigualdades en el acceso a recursos como salud, ingresos, educación, etc. Se hace mediante la negación o denegación de acceso a oportunidades a un grupo social y sus miembros, comprendiendo a las instituciones, normas y prácticas sociales que son responsables de que se perpetúe y legitime la exclusión y vulneración de los derechos de estas personas por el hecho de pertenecer a determinada categoría social.
Ejemplo: Un empresario rechaza sistemáticamente las solicitudes de empleo de personas de cierta etnia, a pesar de que estas personas tengan las mismas calificaciones y habilidades que otros solicitantes. En este caso, la discriminación se manifiesta en el tratamiento diferencial e injusto hacia individuos basado únicamente en su pertenencia a un grupo étnico específico.