Portada » Psicología y Sociología » Psicoanálisis y Psicoterapia Psicoanalítica: Guía Completa
Psicoanálisis, primera técnica psicoterapéutica elaborada por Freud en la última década del siglo XIX. Sus principales indicaciones actuales son las neurosis crónicas y las alteraciones caracterológicas, las cuales interfieren con el funcionamiento y la adaptación sociales del paciente, implicando una detención o distorsión grave en el desarrollo de la personalidad. (El psicoanálisis es un sistema de investigación del funcionamiento humano, que a la vez es también una técnica terapéutica).
El objetivo de un psicoanálisis es la exploración del inconsciente del analizado, previamente acordada con el analista. La exploración tendría el objetivo de remover problemas internos, externos y síntomas.
En el contrato psicoterapéutico, la relación bipersonal pasa a ser el elemento clave de la transacción. Es así que se dice que en el psicoanálisis y la psicoterapia el instrumento de la intervención es la propia persona del terapeuta. (El terapeuta debe trabajar sobre sí mismo para ser un instrumento lo más calibrado posible; de esto dependerá el éxito de la terapia).
El tiempo de transacción en la psicoterapia debe señalarse en algún momento para evaluar el avance logrado hasta el momento y, luego de eso, decidir la suspensión o mantención del tratamiento. (Psicoterapia de segundo tipo (breves o de tiempo limitado)).
Toda transacción psicoterapéutica involucra el sistema social cercano del paciente, aunque el contrato psicoterapéutico sea bipersonal siempre incluirá a otras personas (familia o personas significativas para el paciente).
La psicoterapia es un procedimiento reglado, donde se comparten objetivos comunes: cambiar conductas, remover síntomas, enfrentar problemas, etc. El terapeuta está a cargo del proceso y es el que interviene cuando considera que es adecuado para el paciente.
Reglas básicas para el desarrollo del proceso, que se mantienen sin modificar desde su formulación (las dos reglas básicas se aplican una al paciente y la otra al analista, complementándose entre sí).
Se le pide al paciente que enuncie todo lo que se le viene a la cabeza sin censura previa; con esto se logra entrar a los contenidos del pensamiento de manera expedita (inconsciente, sueños, fantasías).
Contraparte del analista: el terapeuta escucha al paciente sin esfuerzo por encontrar sentido a lo que dice. Lo que hace es dejar a su propio inconsciente buscar aspectos significativos de la comunicación.
El tratamiento tiene una frecuencia regular y prefijada en el tiempo, y un horario que se mantiene de manera estricta: 4 sesiones de 45 a 50 minutos.
El costo se fija de antemano y se cancela en fechas estipuladas.
El tratamiento se plantea como tentativo; el paciente es el que mantiene el derecho a terminarlo o no cuando él lo considere pertinente.
El psicoanalista solo actúa como tal; si existieran problemas psiquiátricos, procede a enviarlo a un colega (derivación).
El tratamiento se hace con el analista fuera de la visión del paciente o con este tendido en el diván. (Con esto se fomentaría la regresión).
El setting o encuadre permite crear la situación analítica y promueve el desarrollo del proceso psicoanalítico. Fenómeno que aparece en todo análisis, la regresión: los derivados de impulsos prohibidos y de memorias reprimidas encuentran una expresión en las emociones y pensamientos del presente. (El pasado del paciente se actualiza en la situación analítica; el paciente volvería a revivir situaciones, especialmente de carácter traumático. El no ver al analista y no crear interferencia fomentaría el ir de actitudes, emociones y pensamientos maduros y desarrollados a otras más infantiles y primitivas. Al sumergirse en niveles más profundos de su inconsciente, se hace más infantil, abriéndose a la posibilidad de renacer al superar conflictos que no pudo de niño. (Todo esto se logra por un Yo más maduro y por la presencia del analista, que actúa como catalizador del proceso). (Profundización del conflicto que a veces se acompaña de exacerbaciones sintomáticas). La regresión, fenómeno progresivo que permite resolver conflictos antiguos y complejos, para poder ser analizados es necesario que el paciente tenga un desarrollo parcial del Yo; este le posibilita la regresión al servicio del Yo, que a la larga le permite superar su neurosis).
Disposición mental a entender el significado de toda clase de conducta que venga del paciente, a pesar del dolor mental que cause tanto al analista como al paciente.
Consiste en el desplazamiento de emociones y también conductas que originalmente se experimentaron en relación a personas significativas de la infancia (padres) hacia personas de la vida presente del sujeto. (Esto se puede ver también en nuestras relaciones del diario vivir, ya que se produce una activación emocional en la cual inconscientemente se reactualizan fantasías, emociones, rabia o erotismo). Es un fenómeno inconsciente y, como tal, emocional.
Reedición de la neurosis infantil original; el analista aparece como foco de los conflictos infantiles entre impulsos y defensas. (Principal vehículo del camino terapéutico).
Parte consciente de la relación entre paciente y analista; una buena alianza es vital para el progreso del proceso analítico cuando las distorsiones transferenciales son importantes.
Actitudes y sentimientos que experimenta el analista hacia el paciente; si se utiliza bien, las reacciones contratransferenciales pueden entregarnos datos valiosos para la comprensión de las conductas, sentimientos y emociones del paciente.
Se experimenta una resistencia al cambio ante lo nuevo y desconocido; las interrupciones tempranas o prematuras se deben a la resistencia.
El arma terapéutica del analista es la interpretación; su objetivo es terapéutico por medio de deducir significados inconscientes de la conducta verbal y no verbal. Una interpretación completa, según (Menninger), tiene una estructura triangular que toca tanto los conflictos que tiene el paciente en una situación vital externa «allí afuer»), su origen en el pasado «el allá y entonce»), pero se centra en el presente transferencial «el acá y ahor»).
Se considera un análisis en aquellos desórdenes neuróticos o psicosomáticos (análisis de prueba para evaluar la capacidad del paciente para utilizar el encuadre analítico (pago regular, asociación libre, asistencia), ver la fuerza del Yo del paciente, la capacidad de analizar y cooperar.
Contraindicaciones: la psicosis, cuadros confusionales y depresiones endógenas severas.
Se basa en la comprensión dinámica y en la teoría psicoanalítica.
Se basan en la misma teoría, pero tienen objetivos diferentes.