Portada » Psicología y Sociología » Protocolos de Fisioterapia: Tratamiento y Evaluación de Lesiones Musculoesqueléticas
La inspección evalúa diferencias estructurales. Se realiza en sedestación o bipedestación, desde perspectivas anteroposterior, lateral y posteroanterior. Se buscan anomalías posicionales de la articulación glenohumeral y la cintura escapular, atrofias musculares, regiones inflamadas y la movilidad general de los hombros.
Palpación de los músculos y tendones del manguito rotador (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor) insertos en el troquíter, subescapular inserto en el troquín, y el tendón de la cabeza larga del bíceps braquial. Se busca el foco de dolor, inflamación y zonas de alteración de la sensibilidad.
Se comprueba el rango articular pasivo con goniometría, fenómenos dolorosos con movilizaciones activas y la sensación final del movimiento (end feel). Se evalúan topes óseos y la elasticidad del movimiento. Se realizan movimientos de flexoextensión, abducción-aducción y rotaciones de la articulación glenohumeral, así como los movimientos de la escápula y el ritmo escapulohumeral.
Se utiliza la escala de Kendall para los músculos del manguito rotador, subescapular y bíceps braquial. Las pruebas se realizan en ambos miembros para comparar con el lado sano.
Las pruebas buscan poner en tensión los músculos y tendones, siendo positivas si provocan dolor.
Se pide rotación externa resistida. Si hay dolor, son positivas.
Se pide rotación interna del hombro contra resistencia. Se puede realizar la prueba de Gerwey: el paciente coloca el dorso de la mano a la altura de las lumbares y se le pide que la separe. Dolor al mantenerla separada indica positividad.
Se realizan de forma activa. Prueba de Palm Up: brazo en rotación externa con el codo extendido; se pide flexión contra resistencia. Dolor en el trayecto del tendón indica positividad. Prueba de Yergasson: comprueba la estabilidad en la corredera bicipital.