Portada » Historia » ¿Progreso o retroceso? Un análisis de la Segunda Revolución Industrial
En este ensayo, analizaré si la Segunda Revolución Industrial puede ser considerada una época de progreso o no. Para comenzar, debemos definir el progreso como la mejora o avance que experimenta una persona o una sociedad hacia un estado mejor. La Segunda Revolución Industrial se llevó a cabo entre los años 1870 y 1914. En el año que se da el comienzo, se cierra una época de revoluciones liberales y se culminan grandes unificaciones. La década de 1870 fue una década de muchos cambios, entre ellos la caída de Gran Bretaña como potencia hegemónica. A pesar de esto, la gran mayoría de los cambios que se dieron fueron óptimos para el progreso de la humanidad.
En primer lugar, hablaré de uno de los cambios tecnológicos más esenciales para el progreso de la humanidad: la electricidad. La misma cambió drásticamente las condiciones de vida y trabajo debido a su facilidad de transmisión. Este fenómeno lo podemos ver en distintas áreas como un recurso insustituible, ya que fue importante en la iluminación y en las industrias. Esta nueva forma de energía ofrecía luz, calor o fuerza motriz según la voluntad del usuario, los equipos disponibles y la potencia de las instalaciones. Las centrales eléctricas comenzaron a funcionar a principios de la década de 1880, si bien dedicándose principalmente a suministrar energía para la iluminación. Esta fuente tuvo su mayor esplendor a comienzos del siglo XX, siendo un poder insospechado como fuerza motriz para la producción industrial, transformando las fábricas, abriendo nuevos horizontes a las industrias caseras y a los pequeños talleres, y modificando los modos de producción haciendo posible una nueva división del trabajo.
En segundo lugar, mencionaré la importancia de la industria química, la cual se basa en la transformación de la materia prima para usos productivos. La metalurgia es una rama de la química aplicada que ayudó al surgimiento de nuevos materiales como el acero y metales no ferrosos como el aluminio. De igual manera, las fabricaciones de vidrio y papel son también ramas de la industria química, así como las del cemento, el caucho y la cerámica. En todos estos sectores se dieron importantes innovaciones tecnológicas: la introducción del horno regenerativo y la máquina semiautomática de hacer botellas en la fabricación del vidrio; también el uso de prensas automáticas, las máquinas de expulsión, entre otras. Sin embargo, los avances más importantes se vieron vinculados a la creación del primer plástico moderno llamado «el plástico de los mil usos». El dato más reseñable es la increíble ingeniosidad de estas técnicas, así como sus interminables ramificaciones en nuevas direcciones y productos.
Como información de segundo plano, podemos agregar que la Segunda Revolución Industrial fue progresiva ya que la gente comenzó a juntarse más, es decir, a hacer más cosas en grupos. Podemos ver aquí cómo jugaban deportes en grupos, como por ejemplo el fútbol. Además, fue una época en la que surgió la fotografía, y siguiendo por este camino llegaron también el surgimiento del cine, llamándole a este el «año de oro».
Por otro lado, el surgimiento del petróleo tuvo sus consecuencias positivas, pero las que más podemos destacar son las negativas. Entrando en el tema, se puede ver cómo provocó diversas guerras por su disputa, y esto, por lo tanto, significaba que la gente se debía sacrificar para ir a la guerra, y además implicaba también que el ambiente se viera afectado por estas guerras. Además, podemos agregar cómo el fin de esta época desembocó en la Primera Guerra Mundial, en la que murieron millones de personas. Por lo tanto, podemos ver cómo no ayudó o fomentó el progreso, ya que de cierto modo terminó provocando la muerte de millones de ellas.
También, a esto le podemos agregar que con la Revolución nace un nuevo personaje que es el obrero. Este era quien trabajaba en las industrias. Pero, junto con este, nace el problema obrero, ya que en las industrias estos eran explotados, trabajaban niños y mujeres en las fábricas. Y por último, el problema era la sobrepoblación que había en las ciudades: la gente del campo migraba a la ciudad en busca de un trabajo y, por ende, era mucha gente y pocos puestos de trabajo.
Podemos agregar también cómo la gran ventaja que trajo, que fue la electricidad, tuvo sus aspectos negativos. Estos principalmente estaban basados en que, debido a las diferencias entre las clases sociales, no todos podían disponer de ella. Solamente podían aquellos que tenían un buen poder adquisitivo para pagar una buena potencia de instalación y, lo más importante, disponer de los equipos necesarios.