Introducción

Durante los siglos XVIII y XIX, Europa experimentó la Revolución Industrial, que trajo consigo la Revolución Agraria. Sin embargo, en España, la Revolución Agraria no se produjo debido a la ausencia de una verdadera reforma agraria.

Nomía Agraria de España en el Antiguo Régimen

La Amortización

La mayor parte de las tierras estaban amortizadas, es decir, pertenecían a instituciones privilegiadas (nobleza, Iglesia y Ayuntamientos). Estas propiedades no podían venderse, lo que favorecía la concentración de la tierra y el poder económico en manos de los estamentos privilegiados.

Consecuencias de la Amortización

• Ausencia de inversiones y explotación indirecta de las tierras.
• Baja productividad y predominio de la agricultura de subsistencia.
• Concentración de la propiedad en manos de los estamentos privilegiados.
• Diferencias regionales: minifundismo en el Norte y latifundismo en el Sur.

Concepto de Desamortización

La desamortización es el proceso por el cual se pone fin a la amortización de la tierra, convirtiéndola en propiedad privada e introduciéndola en el mercado. Incluye:

• Desvinculación: Fin de la vinculación de las tierras a instituciones privilegiadas.
• Expropiación: El Estado se queda con las propiedades desvinculadas de la Iglesia y los Ayuntamientos para venderlas.

Desarrollo del Proceso Desamortizador

• Desamortización de Godoy (1798): Expropiación de tierras improductivas de la Iglesia.
• Desamortización de Mendizábal (1836): Afectó a los bienes de la Iglesia, especialmente del clero regular.
• Desamortización de Madoz (1855-1924): Afectó principalmente a los bienes comunales.

Características

• Impulsada por el Partido Progresista, con apoyo de la burguesía.
• Frenada por el Partido Moderado, con apoyo de la nobleza y la Iglesia.
• Objetivo: Acabar con la amortización y favorecer a la burguesía.
• Respeto a los bienes de la nobleza (sólo desvinculados, no expropiados).
• Contexto bélico de la Primera Guerra Carlista.
• Déficit del Estado.

Consecuencias

• Económicas:
  • Aumento de la producción agraria, pero sin mejora de las técnicas.
  • Expansión de cultivos modernos (frutales, regadío).
  • Proteccionismo sobre los cereales, lo que supuso ausencia de inversiones y empobrecimiento de las clases obreras.
• Sociales:
  • Nueva concentración de la propiedad en manos de la alta nobleza y la burguesía.
  • Perjuicios para los antiguos arrendatarios y jornaleros.
  • Polarización social y predominio del jornalismo.
• Políticas:
  • Coincidencia de intereses entre nobleza y burguesía, lo que imprimió un carácter conservador al liberalismo español.
  • Fuerte polarización y conflictividad social.
  • Inestabilidad política hasta el Desarrollismo franquista.

Conclusión

El fracaso de la Revolución Agraria y la industrialización en España se debió en gran medida a la desamortización, que no supuso una verdadera reforma agraria y favoreció la concentración de la propiedad y el rentismo. Esto provocó un retraso económico y una conflictividad social que explican la inestabilidad política del país durante los siglos XIX y XX.